"Ya lo decía Fernando Redondo: Jesucristo jugaría de medio centro"

Fernando Tissone

Aunque le pongan la etiqueta de defensivo, Tissone asegura que juega "para dar alegría a aficionados, familiares y amigos". Iba para delantero, pero aprendió a disfrutar en la medular: "Todos los caminos pasan por ahí".

"Ya lo decía Fernando Redondo: Jesucristo jugaría de medio centro"
"Ya lo decía Fernando Redondo: Jesucristo jugaría de medio centro"
José L. Malo

20 de septiembre 2013 - 05:02

Fernando Tissone ya ha calado. En la grada y en el vestuario. Se le ha empezado a querer y él lo nota. Por eso se siente en deuda y lo pagará con su mejor moneda: dar todo lo que tiene dentro, que no es sólo correr. Tisso iba para delantero; la vida le enrocó por centrocampista. Pero es feliz. Con el fútbol y como dj.

-La afición ya corea su nombre. ¿Extraño?

-En Mallorca el público conmigo estuvo muy bien porque sabía que lo daba todo. Tuve la suerte de que en los sitios en que jugué tuve buena relación con la afición. Por mi trabajo, disfruté del cariño de la gente. No te digo que me ovacionaran cada vez que me iba, pero ser muy aplaudido o que gritaran mi nombre sí que lo he tenido. No fue nuevo lo del domingo, pero es un punto más de orgullo. Yo juego al fútbol para esto, para contentar a aficionados, familiares y amigos. Lo he luchado desde pequeño al nivel más alto posible porque es un sueño que tuve siempre y porque da alegría a la gente. Trataré de seguir así por todos ellos.

-¿Le sorprende que los malaguistas ya le tengan ese cariño?

-Un poco sí. Más que nada por lo que me dicen muchas personas en el club, que un jugador sea ovacionado en poco tiempo como me pasó, más aún sin ser un atacante. Cuando uno es El Hamdaoui y hace tres goles en un partido, es bastante fácil que sea ovacionado. Con mi función en el equipo es complicado, así que estoy muy agradecido a la gente. Me llena de orgullo porque no es fácil tener su cariño. Creo que me lo estoy ganando a base de trabajo.

-¿Cree que el aficionado sabe valorar ese trabajo táctico e invisible que hacen los medios?

-En el fútbol de hoy los jugadores de mi corte cada vez son más importantes. El fútbol ahora es distinto, antes se distinguía más entre el que creaba, el que destruía, el que centraba... actualmente los jugadores tienen que cumplir la doble función defensiva y ofensiva, ciertos roles que antes no. El aficionado se da cuenta de que aunque algunas de tus características no sean las más adecuadas, tratas de cumplir las dos funciones porque así lo pide el equipo. Ahora el aficionado sabe mucho más de fútbol que antes. A través de la televisión se ven más partidos y se analizan más determinadas acciones o acciones de jugadores.

-¿Se siente cómodo en ese rol de bisagra de Schuster, sin doble pivote?

-Ya lo había hecho antes. En el Udinese y la Sampdoria. Cualquier posición en el medio no es nueva, jugué en todas.

-Dijo usted que era un jugador ofensivo obligado a jugar más atrás. ¿Cree que está callando al que opinaba al revés?

-Yo trato de adaptarme a lo que pide el entrenador en cada partido. En algunos seré más ofensivo y en otros ni me asomaré al área adversaria, como en Valencia. Allí rematé en un cabezazo, ante el Barcelona tiré tres veces. Hay partidos en los que tengo que jugar a un toque, en otros puedo conducir más. Eso lo aprendí en Italia. Es un torneo muy táctico en el que aprendes cómo adaptarte al rival. Eso me ha hecho crecer mucho.

-¿En España juega sin el corsé de la táctica italiana?

-Sí, sobre todo por cómo jueganlos contrarios. En Italia casi todos se meten detrás del balón para jugar a la contra. En cambio, aquí se propone algo más ofensivo, como el Rayo, presionando arriba. Pero cuando pasas esa presión, el fútbol cambia y puedes tener más posesión y más toque. Es un juego más vistoso que lo agradece el aficionado y el jugador va encontrando más espacios para divertirse más.

-Goleada y cinco golazos ante el Rayo. ¿Es lo que espera o salió el partido redondo?

-Seguramente el partido salió bastante redondo. No es fácil marcar tantos goles. En otros partidos generas las ocasiones, pero no las concretas. Es normal que no todos los partidos saldrán así, pero sí que nosotros trataremos de hacer un juego como ante el Rayo, eso está claro. Estamos intentando mejorar en cada partido. Hay partidos en que tienes que jugar a la contra, otros con distintas fases en el mismo partido. Tenemos que saber interpretar el juego y ahí sacar la diferencia. Eso hicimos con el Rayo y por eso salió ese resultado. Trataremos de afrontar los partidos con inteligencia, porque somos un equipo joven pero con calidad.

-¿En esta Liga ser valiente da premio?

-Al final del campeonato nos puede dar premio. Si salimos a jugar casi de la misma manera tanto dentro como fuera, los puntos van a llegar. Y si eres valiente, puedes crear en el equipo rival la expectativa de que podemos jugarles igual en casa o a domicilio. Así que no teniendo miedo igual en algún partido te equivocas y te sale mal, pero teniendo confianza en nosotros mismos llegarán los puntos y eso hará diferencias.

-¿Con qué disfruta más, con un partido atractivo o con una buena mesa de mezclas?

-¡No, yo con el fútbol! Mi vida es el fútbol, la música es un hobby que tengo desde hace mucho y que lo uso para desconectar cuando estoy en casa para relajarme y para concentrarme antes del partido. La música para mí es todo. En el campo hay jugadores como Neymar, Messi o Ronaldo que juegan a ritmo casi de baile; ellos te pueden desequilibrar con una finta del cuerpo y en el baile es igual, mover el cuerpo para disfrutar.

-¿Y usted a qué ritmo juega?

-Ahí me la metiste complicada, pero me gusta mucho el R&B [música negra], que tiene varios géneros unidos en sí mismo. Fue perfeccionándose con el paso del tiempo y el centrocampista ha hecho eso también, como comentaba antes. Podría identificarme con ese tipo de música.

-¿Qué escuchan ustedes antes de los partidos?

-En el autobús y en los partidos ponemos música alegre para afrontar el partido relajados y con energía positiva para hacer un buen encuentro. Si pones música lenta o triste, llegas al campo muerto. Pero no puedo poner sólo la música que me gusta a mí, tiene que gustarles a casi todos para que estén contentos.

-¿Siente que Schuster le ha convertido en alguien importante en el equipo?

-Sí. Mis ganas de llegar al Málaga fueron muchas y trato de que mi función sea importante, como mis compañeros. Cada uno en su rol tiene que sentirse importante para dar lo mejor de sí. Si algunos jugadores se sienten en duda o sin saber si repetirán, no cumplen el rol del mejor modo. Si todos sabemos que podemos dar un gran valor al equipo, mucho mejor.

-Viendo algún detalle en el campo, se le aprecian cosas de delantero. ¿Jugó ahí alguna vez?

-Mi primera posición en el campo fue esa, delantero centro. En diez años que jugué en las inferiores de Argentina, ocho lo hice como delantero centro y dos de mediapunta. Llegando a Italia se juega mucho el 4-4-2 y el Udinese necesitaba un suplente para Pizarro, que organizaba el juego. El técnico por entonces, Spalleti, me pidió esa función. Empecé así, de ahí pasé al Atalanta y fui mejorando la parte defensiva hasta llegar al punto de que cuando haces tanto eso pierdes las rutinas ofensivas. Normal, ya no es lo que hacías antes. Pero durante el partido hay alguna ocasión y tratas de tener el deja vu de lo que hiciste antes. Hubo una temporada en el Atalanta en que siempre era medio centro hasta que se lesionó Doni y pasé a la mediapunta. Los primeros partidos no me encontraba, pero en los últimos cuatro jugué muy bien. Marqué dos goles y di tres asistencias. Me volví a adaptar. Pero ya son muchos años jugando de medio centro y es complicado. Aunque puedo cumplir esa función, no es una problema para mí.

-¿Se considera un delantero frustrado?

-No, aprendí a disfrutar de ser medio centro. Cuando era pequeño me gustaba mucho Fernando Redondo, veía las entrevistas que le hacían y él decía que si Jesucristo hubiera jugado al fútbol sería medio centro porque todos los caminos pasan por ahí. Yo aprendí a disfrutarlo también. Tengo que defender, atacar, hace r todo...

-Pero también es un marrón.

-Me tocó enfrentarme a los mejores del mundo. Ronaldinho, Kaká, Messi, Ronaldo... Sé que por donde juego pasan todos ellos y me toca sufrirlos. Pero, igualmente, cuando yo tengo un buen partido y ellos lo sufren, me alegro mucho más. Me pasó en Valencia con Banega, que es uno de los mejores en esa posición. Se me dio un buen partido frenándole y me marché bastante contento con eso.

-¿Cuál es su mejor experiencia en ese sentido?

-Contra Kaká, en el Atalanta. Ese Milan venía de ser campeón del mundo y él estaba muy bien. Me salió muy buen encuentro y logré frenarle. Ganamos 2-1 con un gol mío. La pena es que no lo pudo ver la afición porque tuvimos que jugar a puerta cerrada, aunque yo sí que lo vi y acabé muy feliz. La sanción vino porque los aficionados protestaron por la muerte de un hincha de la Lazio y rompieron una luna durante el partido.

-¿Se les puede frenar sólo con patadas?

-Es muy difícil conseguirlo. Son jugadores desequilibrantes. Una ocasión normal para otros jugadores es una muy clara para ellos y te cambian el partido. Tienes que encontrar tu mejor día y un día regular en ellos. Es complicado saber hacer las faltas, porque, por ejemplo, una falta normal delante del área es un tiro directo y una tarjeta. Hay que saber comportarse con ellos.

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