La mano de Dios en Ronda
Un sacerdote, Antonio Morales, se hace cargo de la presidencia del Club Deportivo Es la tercera vez que un cura dirige a la entidad rondeña en sus casi 91 años de historia
Desde la aparición del Papa Francisco I, fiel hincha de San Lorenzo de Almagro (clasificado ya para su primera final de la Libertadores), el fútbol parece haber reforzado sus lazos con el cristianismo. En Ronda, hábitat natural del club más antiguo de la provincia (casi 91 años de historia), un sacerdote se ha hecho con las riendas de la entidad y ha asumido el reto de la presidencia. Algo casi inaudito en el fútbol español, donde cuesta encontrar en las hemerotecas algún hecho similar. Sí parece más habitual en sitios como Escocia, donde el mítico Celtic de Glasgow fue creado por un representante eclesiástico. Pero pocas noticias más.
Antonio Morales, a sus 80 años, ha vuelto a aceptar la llamada de socorro de un Club Deportivo Ronda en apuros. Y es que, para más inri, allá por el año 1979 él mismo se embarcaba en una aventura similar que le mantendría en la presidencia durante siete años. "Lo primero que he hecho ha sido encomendarme a Dios", explicaba a este periódico.
Ayer mismo, este cura natal de San Fernando e Hijo Adoptivo de la localidad serrana, posaba sonriente sobre el césped de la Ciudad Deportiva, desde cuyo palco presidencial observará los designios que el Señor pretenda para el equipo de Ángel Oliva. Sin lugar a dudas, el club rondeño guarda entre sus canas una historia plagada de curiosidades y anécdotas. Basta echar una vista atrás en la historia de la entidad para comprender que su relación con la Iglesia no es meramente anecdótica. Esta será la tercera ocasión en la que un sacerdote asuma la presidencia del conjunto blanquillo. En la década de los 50 del siglo pasado Antonio Gamboa conjugó esta misma dualidad: fútbol y religión.
Volviendo al presente, Antonio Morales confiesa que tuvo que solicitar el permiso del obispo, que no vio ningún inconveniente en que accediera a la petición de la nueva directiva que tomará posesión esta misma temporada (actualmente preside la Junta Gestora, pero cuando acabe el proceso seguirá al frente). "Hace unos días recibí el ofrecimiento por parte de un grupo de directivos y se lo comenté al Obispo de Málaga, Jesús Catalá. Me dijo que aceptase. El Papa Francisco también estaría de acuerdo…", explicaba.
Él mismo es consciente de la excentricidad de su caso, pero no le da demasiada importancia. "Mi caso es bastante curioso, porque no es nada habitual que esto pase en España. Pero me alegro mucho de formar parte de un proyecto que destila tanta ilusión. Además, yo siempre he sido muy futbolero, incluso fui capellán del Málaga un tiempo. Habrá opiniones para todos los gustos, unos pensarán que soy un tipo raro y otros que hice bien", argumentó el nuevo presidente del cuadro rondeño.
El Ronda, asentado en el grupo IX de Tercera División, afronta dentro de tres semanas una temporada ilusionante. Tras desechar una posible filialidad con el Marbella, el club cambió finalmente de manos hasta recalar en este grupo de personas que dirige Antonio Morales. "El Ronda debe ser una entidad cercana a todos los rondeños, un punto de unión. Además, Dios está con nosotros y estoy seguro de que vamos a disfrutar de una buena temporada", argumenta.
Eso sí, lo de compaginar sus actividades religiosas con las futboleras ya le ha provocado algunas situaciones cómicas que él mismo comenta entre risas: "Ahora me paran más por la calle, el otro día me llegaron a pedir abonos hasta en un entierro". Otro tema será compaginar el horario de las misas con el de los partidos, pero todo llegará en su momento.
Si el equipo del Papa ha recuperado su esplendor tras su elección, muchos en la bella localidad serrana ya comentan con ilusión lo que le puede esperar al Ronda este año. Bien es cierto que en esto del fútbol una ayudita extra nunca viene mal. Y parece que este año van a tener un puntito divino que habrá que ver hasta dónde puede llevarles. Lo que está claro es que el entusiasmo parece volver poco a poco entre sus seguidores tras temporadas convulsas. Y ésa es la primera victoria de su nuevo presidente. Eso sí, a sus rivales, que Dios los pille confesados…
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