Punto de confirmación (1-1)
El Málaga acumula ya siete partidos sin perder gracias a la reacción del equipo tras el 1-0 de Tana. Roque perdonó pero luego pudo arreglar su fallo tras una asistencia de Duje Cop.
El Málaga ha dado un paso más hacia la solidez. El equipo de Javi Gracia saltó al césped del estadio Gran Canaria sin Charles y Amrabat, sus dos grandes puntales en ataque de esta temporada. El navarro le dio la alternativa a Chory, que debutó casi casi tras bajarse del avión que le traía desde San Sebastián. El uruguayo cumplió con creces. Hasta el punto de servir como lanzadera del tanto del empate. Tras regalarle un balón de gol que, inexplicablemente no supo aprovechar Roque, le brindó una segunda oportunidad con un gran balón a la espalda de la zaga amarilla. Ya con la gasolina bajo mínimos, pues unos minutos después estaba tumbado sobre el césped reclamando el cambio. Desde mayo no jugaba un partido completo y la fatiga le pasó factura.
Encaja bien Chory en este equipo. Pegado a la cal de la banda izquierda, frenando las a veces irresponsables subidas de Boka y demostrando desborde y buenos centros. Los primeros minutos del Málaga fueron un gustazo. El equipo apretaba la salida de balón del conjunto local, robaba muy arriba y generaba peligro por ambas bandas. Recio y Cop tuvieron la primera clara tras una amarilla anaranjada de Simón por frenar al croata casi en el límite del área. Javi Varas repelió el lanzamiento del malagueño, pero el delantero no encontró la forma de batir al portero a quemarropa.
Empezó tan pujante el Málaga, con Camacho en plan "llamas a mí", que los de Quique Setién tardaron en rondar a Kameni. Eso sí, pasada la media hora ya habían cambiado las tornas. Los pequeños jugones canarios se iban encontrando y amenazaban con colarse entre el amasijo de jugadores que había conformado Gracia por el medio. Roque Mesa y Tana, que pintan a peloteros caros en un par de años, empezaron a formar ruido junto a Viera y Araujo. Pero su insistencia en intentarlo combinando por el centro hizo el trabajo más fácil a la zaga blanquiazul, que sólo concedió un remate al delantero argentino, que no supo definir ante Kameni.
El segundo acto fue otra historia. Tana salió de vestuarios avisando de que goza de un buen disparo lejano. Y el que amenaza nunca es traidor. Al segundo, obligó a Kameni a recoger el balón del fondo de las mallas. Un minuto antes, Roque había perdonado lo imperdonable. Lo que él nunca suele. Tras el 1-0, los fantasmas de la típica derrota malaguista se aparecían en el horizonte. Se abría un panorama nuevo para el Málaga, que buscó en Duda a su redentor. Pero esta vez estaba el Chory. Balón en profundidad y conexión estelar entre Santa Cruz y Cop para encontrar el empate.
El partido amenazó con romperse tras el 1-1 y el Málaga tuvo la tentación de ganarlo. Roque en dos ocasiones y Boka merodearon el 1-2. Pero ambos entrenadores cruzaron miradas y portaron la bandera blanca. El punto era bueno. Y lo es. El Málaga cierra la primera vuelta lejos del descenso y tras siete partidos consecutivos sin perder. La vida blanquiazul ya se mira con otro prisma.
También te puede interesar