Sólo el 35% de los hombres juzgados por maltrato son condenados

Los juzgados de lo penal de Málaga sometieron a juicio en el primer trimestre de este año a 342 hombres por maltrato a sus parejas. De ellos, 119 fueron condenados y el resto, o sea 223 absueltos. Este 35% de condenas registradas en la jurisdicción de violencia contra la mujer en los tres primeros meses de 2011 no es un hecho inédito. Prácticamente replica los datos registrados el año pasado en Málaga cuando se contabilizaron un 40% de condenas frente a un 60% de sentencias absolutorias.

La principal razón que explica que los jueces no hallen indicios capaces de sustentar la condena del 65% de los acusados de maltratar a sus esposas y parejas reside en la retractación. La Ley de Enjuiciamiento Criminal exime en el artículo 416 de la obligación de declarar contra los familiares directos. El origen de este precepto se remonta al siglo XIX, cuando todavía faltaba más de un siglo para que la violencia machista fuera concebida como un delito y no como un mero derecho de corrección del hombre sobre la mujer. Su finalidad última era preservar los lazos de solidaridad familiar en causas por robo, asesinato o estafa.

Sin embargo, juristas y asociaciones aprecian ahora un uso abusivo del artículo 416 en los procedimientos por maltrato de género. La mayoría de las mujeres cuando llega el día del juicio no son capaces de mantener la acusación por lo que el procedimiento desemboca en la absolución al tratarse de delitos que suelen ocurrir a puerta cerrada, en los que pocas veces hay testigos directos.

La retractación se observa como una consecuencia directa de la presión familiar y de la dependencia emocional de la víctima hacia el maltratador. Desde las organizaciones de lucha contra el terrorismo machista y las fiscalías se ha reclamado persistentemente que se suprima esta dispensa de la obligación de declarar en contra de los familiares en los asuntos de violencia de género y que se preste apoyo psicológico permanente a la mujer para que no se vengan abajo en el momento de tener que afrontar el juicio.