"Nos colma de orgullo que sea un hotel que tenga el apellido de su arquitecto"

El responsable del proyecto de Rafael Moneo en Hoyo de Esparteros defiende la legalidad de la iniciativa y dice que su construcción permitirá revalorizar una zona del centro que está en una situación degradada

José Luis López, junto a la parcela donde se levantará el hotel diseñado por Rafael Moneo.
José Luis López, junto a la parcela donde se levantará el hotel diseñado por Rafael Moneo.
Sebastián Sánchez / Málaga

18 de julio 2011 - 01:00

-El proyecto del hotel de Moneo ha generado importantes críticas en los últimos meses. ¿Qué opina sobre ello?

-Creo que son críticas que no son fundadas. Se dice que el edificio de La Mundial desaparece, pero quien conozca el proyecto sabe que no es así, porque se traslada a la parte del final de la plaza y se reproduce miméticamente. Fue Rafael Moneo, cuando se le planteó la actuación, el primero que dijo: 'Sí, pero este edificio, que para mí tiene una importancia grande, lo voy a colocar en una ubicación en la que además de darle solución a las medianeras de los edificios colindantes, quede reproducido exactamente igual'. Es decir, que un edificio que está muy deteriorado pasará a ser nuevo.

-Estas mismas voces acaban concluyendo que se ha hecho un traje a medida al edificio para que pueda tener diez plantas.

-El Pepri Centro establece en uno de sus artículos que puntualmente y en determinadas situaciones se podrá elevar la altura por encima de la prevista para la calle en la que se ubique el proyecto. Y dice que se puede hacer sin limitación alguna. Apoyando esa idea tenemos un informe jurídico firmado por dos catedráticos de Derecho Administrativo, uno de la Universidad de Córdoba y otro de la Universidad de Málaga, que sostiene que eso se puede hacer. Nosotros en ningún momento hemos estado fuera de la legalidad que establece el Pepri ni se nos ha hecho un traje a medida.

-Creo que disponen incluso de informes del Colegio de Arquitectos.

-Esos informes recogen, primero, que la actuación que hemos hecho en Hoyo de Esparteros cumple con los parámetros, que es cierto que puntualmente se puede elevar la altura en determinadas situaciones y destaca que con el Pepri Centro no se le ha dado ninguna solución a esa zona en los últimos 25 años. Es decir, que la actuación que estamos planteando ahora por lo menos da respuesta a una zona de Málaga degradada. Son avales suficientes como para ver que no hay tal traje a medida. Pero es más, fue la Delegación de Cultura la que dijo que no se iba a hacer una modificación sólo de esta zona, sino que se como había edificios consolidados, para no crear agravios comparativos, se ampliaba a toda la fachada del río, incluyendo en la legalidad los edificios ya consolidados y que superan las alturas.

-El proyecto se remonta ha hace siete años...

-Le diría que la tramitación ha durado unos ocho años, porque la primera compra de suelo que hicimos fue el 22 de diciembre de 2002. O sea, que para nosotros el proyecto está durando ya casi nueve años.

-¿Ha habido algún momento en este largo proceso que se ha planteado tirar la toalla?

-En ningún momento. Cuando nosotros impulsamos este proyecto lo hicimos como una promotora malagueña de escasa dimensión para desarrollar un proyecto residencial, pero el Ayuntamiento hizo el cambio a hotelero y apostamos por ello. Que luego la tramitación ha sido lenta... No nos hemos planteado tirar la toalla porque ha sido un reto para nuestra empresa, primero, por la vigencia del proyecto, en el que hemos hecho una inversión importante, y porque queríamos conseguir los permisos necesarios porque no había motivación jurídica que impidiese su desarrollo. Nos negábamos a que se rechazasen las propuestas sin una argumentación jurídica que lo respaldase. También digo que en estos años ha habido momentos de sin sabores, porque cuando parecía que el proyecto se iba a resolver salía sólo una aprobación parcial y cada paso era un año o año y medio de demora. El que Rafael Moneo aceptase la propuesta también nos dio mucha motivación.

-Lo que ocurre es que nada tiene que ver el momento en que ustedes iniciaron el proceso con el momento actual.

-Ha sufrido un coste de oportunidad muy grande, porque se inició en un momento de boom urbanístico que nos hubiese permitido avanzar en otras actuaciones. En cambio, hemos tenido que estar soportando una inversión importantísima hasta que se aprobase. Pero cada vez que hemos dado un paso adelante lo veíamos como 'Ya nos queda menos'. A eso se suma el que hemos tenido el apoyo moral de muchos colectivos de la ciudad, que entendían que Málaga necesitaba un proyecto que diese solución a esa zona y si éste era con un arquitecto de prestigio, mejor.

-¿Qué cree que va a suponer esta intervención?

-Tengo claro que el proyecto va a suponer una revalorización importante para toda la zona, porque lo que ahora mismo es una plaza residual será un punto peatonal, con salida, con lo que se le podrá dar un uso ciudadano. Y un hotel ahí, en la margen izquierda del río, supone estar dentro del casco histórico, con lo que esperamos una ocupación elevada. Y todo eso con un arquitecto de este tipo. Aunque los que hacemos la inversión somos nosotros, asumimos que se le llame el hotel de Moneo; nos colma de orgullo que sea un hotel que va a poder tener el apellido de su arquitecto, algo que desgraciadamente no ocurre con otros edificios en Málaga.

-¿Qué empresa asumirá la explotación?

-Teníamos conversaciones con varias cadenas hoteleras pendientes de la aprobación por parte de la Junta de Andalucía. Ahora las retomaremos. La firma seguro que quiere dar alguna impronta al proyecto, al menos en lo que a diseño interior se refiere. Una muestra de la involucración de Moneo es que él mismo ha pedido colaborar con la cadena para aportar al diseño interior. Le ha tomado un cariño especial al proyecto. Cuando se produjo el desbloqueo del tema nos llamó para felicitarnos de corazón; está francamente contento.

-¿Pero será cuatro o cinco estrellas?

-El hotel tiene las dimensiones para ser un cinco estrellas y algunas cadenas con las que estamos hablando así lo contemplan, mientras que otras optan por hacer un cuatro estrellas pero cumpliendo los requisitos de un cinco estrellas. La idea es que el cliente que entre tenga todos los servicios de un cinco estrellas, así como las medidas de las habitaciones.

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