Retiran uno de los dos carteles de Stella Maris tras exigirlo Urbanismo
El departamento municipal espera que el lunes sea eliminado el otro anuncio
La característica piel de ladrillo de la iglesia Stella Maris, referencia arquitectónica de la ciudad de Málaga, vuelve a lucir sin uno de los dos carteles que desde hace meses herían la visión del templo, sobre el que pesa un grado de protección integral. Los responsables del restaurante que colocaron un cartel luminoso anunciando su presencia en una de las fachadas del inmueble lo retiraron a mediodía de ayer tras la exigencia recibida a primera hora por un técnico del departamento de Disciplina Urbanística.
Un apercibimiento que se extendió al estanco que también decidió usar tan señalado edificio como pared anunciadora. Sin embargo, esta última señal, al menos en la tarde-noche de ayer, seguía luciendo sobre Stella Maris. Sobre ello, fuentes de la Gerencia de Urbanismo confiaron en que pasado el fin de semana se acometa la retirada de este otro elemento para el que, todo indica, no se solicitó autorización alguna.
Esta misma fuente admitió que según el procedimiento cabe la opción de abrir un expediente sancionador contra los responsables de haber instalado sendos rótulos, si bien precisaron que cualquier multa, de llevarse a efecto, sería escasa. Cualquier determinación se adoptará, insistieron, una vez se conozca el informe que realice al respecto el técnico encargado de la inspección.
La solución a medias que tuvo lugar ayer se produjo apenas horas después de que el delegado provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Manuel García, informase a Málaga Hoy de la decisión de su departamento de dirigir un escrito al Obispado, como titular de la iglesia afectada, "recordándole la obligación de comunicar cualquier instalación de un cartel sobre el inmueble y que retiren los anuncios". Según el responsable autonómico, si desde el Obispado se hubiese girado consulta a la delegación, "la respuesta hubiese sido negativa respecto a la instalación de estos carteles". "Afean un edificio incluido en el catálogo de patrimonio histórico andaluz", expuso.
La colocación de ambos letreros se remonta a hace unos cinco meses, según desveló la pasada semana el propietario del restaurante responsable de uno de los anuncios. El paso adoptado no ha contado, al parecer, con trámite administrativo alguno, puesto que el párroco del templo afirmó que permitió su instalación "por hacerles un favor y como acto de buena voluntad". "No sabía que había que pedir licencia", dijo.
El malestar ha sido evidente entre los profesionales de la arquitectura, que consideran un referente de la capital de la Costa del Sol este inmueble. Muestra de ello es que el decano del Colegio de Arquitectos de Málaga, Antonio Vargas, habló de "atentado", mientras que el que fuera máximo responsables de los arquitectos de España y ahora viceportavoz socialista en la Casona del Parque, Carlos Hernández Pezzi, dijo estar "indignado" ante lo sucedido. Una indignación que, todo apunta, podría tener respuesta el próximo lunes con la limpieza de la doble anunciación que durante meses ha lucido sobre Stella Maris. Éste es el nombre que recibe la iglesia-convento de los Carmelitas Descalzos, obra del arquitecto José María García de Paredes Barreda, que lo diseñó en 1961.
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