Amappace se moviliza
La Asociación Malagueña de Paralíticos Cerebrales inicia una ruta ciclista para presentar en Sevilla una hoja de peticiones y firmas por las deudas de la Junta
"¡No a los impagos!". Ésta fue la frase que más fuerte se gritó ayer en una manifestación que empezó a las 11 de la mañana en la sede de la Asociación Malagueña de Padres de Paralíticos Cerebrales (Amappace) para reclamar los 650.000 euros que dicen adeuda la Junta de Andalucía a esta entidad.
El director general de Amappace, Domingo Collado, aseguró que esta situación "está asfixiando económicamente a la asociación" y que, si finalmente tiene que cerrar, se quedarán en la calle 66 personas discapacitadas y 130 trabajadores. "Nosotros vamos a seguir luchando por estas personas. Vamos a seguir con las movilizaciones" aseguró.
La asociación, además, acaba de emprender una llamativa acción: una ruta ciclista desde Málaga a Sevilla para entregar, el próximo lunes 23, las peticiones y firmas de apoyo de este colectivo a las distintas consejerías de la Junta de Andalucía. En esta marcha participará el propio Domingo Collado junto con el vicepresidente de la entidad, Pepe Ángel Lobato, que sufre parálisis cerebral y para el que se ha preparado una bicicleta adaptada.
A lo largo de la ruta se incorporarán a estos dos valientes diversas asociaciones como Aspandem o Asprodisis que los acompañarán parte del recorrido, pasando por distintas poblaciones de la Costa de Sol como Fuengirola, San Pedro, Ronda, Dos Hermanas y finalmente, Sevilla.
Durante la protesta, los familiares de las personas afectadas por la enfermedad mostraron su indignación por la situación a la que se ha llegado y dijeron estar muy preocupados por el futuro de sus seres queridos. " Si se cierra la asociación yo no podría cuidar ya de mi hija porque tengo 69 años y mi hija es una gran afectada. Es imposible... ¿Qué haría yo si en mi casa no puedo tenerla?" comentó Isabel con rostro afligido.
"Estos niños necesitan muchos cuidados especiales. Una silla de un paralítico cerebral no cabe en un ascensor normal. Cuando aún estaba en casa tenía primero que bajarla a ella y luego a la silla" nos explicó Auxiliadora, cuya hija Eva lleva alrededor de 21 años en el centro. "Le tienen que quitar hasta una mosca que se le pose en la cara" agregó María Dolores, madre de una mujer de 42 años afectada por esta parálisis.
Por otro lado, los familiares también reivindicaron que "es una vergüenza que la Junta de Andalucía no dé dinero para esto y sí para otras cosas" como reclamó Ana, cuyo cuñado se encuentra interno en el centro. "Lo que tiene que saber la opinión pública y Griñán es que estos niños necesitan a estos trabajadores, que están muy cualificados, y es muy fuerte que la Junta no apoye esto. ¡Son personas, no números!" exigió.
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