Con bombo y platillo, el Ministerio de Fomento y los responsables del PP en la provincia de Málaga pusieron la idea sobre la mesa: el Gobierno llevará el Cercanías a Marbella. Lo que nadie dijo es cuándo. Factor clave en materia de infraestructuras, más aún cuando de lo que se habla es de una de las grandes asignaturas pendientes en la Costa del Sol, que no supo responder la Junta de Andalucía, que desde hace doce años estuvo prometiendo la conexión ferroviaria de Málaga capital con la ciudad marbellí, y que ahora alarga sine die el departamento encabezado por Ana Pastor.

Más allá de los mensajes políticos y las buenas intenciones, las verdaderas aspiraciones del Gobierno quedan retratadas en el Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda (PITVI), tal y como reconoce el propio Ejecutivo en una reciente respuesta parlamentaria. A preguntas del diputado nacional del PSOE, Miguel Ángel Heredia, sobre los plazos y calendarios del proyecto de ampliación del Cercanías hasta Marbella, la contestación sitúa en el "largo plazo" cualquier determinación al respecto.

La respuesta fija cualquier avance sobre la cuestión al PITVI, aprobado recientemente por Fomento, cuyo periodo de desarrollo se alarga hasta el año 2024. Y la contundencia marcada por el documento, y recogida ahora por el Gobierno en su contestación oficial, deja poco lugar a la duda, puesto que aplaza cualquier ampliación o infraestructura de nuevo cuño en esta materia a "un horizonte de largo plazo", que puede enmarcase entre 2019-2024.

Con esa previsión temporal, apunta Fomento, "se elaborará un plan global de Cercanías que recoja las principales actuaciones infraestructurales a abordar". "Dichas actuaciones serán analizadas en detalle y priorizadas, teniendo en cuenta el necesario periodo de maduración de las propuestas antes de su ejecución", añade la respuesta. De hecho, antes de dar luz verde a cualquier intervención de este tipo se condicionará a criterios "de eficiencia económica y de adaptación de la dotación de infraestructuras a las demandas esperadas".

De hecho, se limita cualquier "esfuerzo inverso en un horizonte de corto-medio plazo a garantizar la seguridad y calidad del servicio actual de Cercanías". Todo ello justificado por los criterios de sostenibilidad y eficiencia económica.

Estos plazos obligan a relativizar la envergadura de los anuncios que desde hace meses se realizan por parte de Fomento. El último de ellos, en una visita a la capital de la Costa del Sol, tuvo como protagonista a la propia ministra. Pastor informó del impulso que se había dado a la elaboración de los estudios informativos con el dinero reservado en el presupuesto de este ejercicio, que se eleva a 682.000 euros, paso tras el que se realizará el proyecto constructivo. La necesidad de que este enlace ferroviario sea una realidad se justifica en la enorme bolsa de población que residente entre Fuengirola y Manilva que carece de vía alternativa a la carretera para desplazarse, así como el que Marbella siga siendo la única ciudad de más de 100.000 habitantes sin tren.

La decisión de Fomento de elaborar sus propios estudios entierra directamente el trabajo que durante casi un lustro realizó la Consejería de Obras Públicas en el marco del fallido y enterrado tren litoral, en el que se invirtió del orden de doce millones de euros sin que se moviese una sola piedra.

Grosso modo, según las condiciones técnicas de los proyectos elaborados por este departamento, el corredor ferroviario de la Costa del Sol se concebía como una red sustentada fundamentalmente en el concepto de tren de Cercanías, con una velocidad comercial de unos 100 kilómetros por hora y capacidad para movilizar a cerca de 100 millones de pasajeros al año.