"El Carlos Haya ya es el segundo hospital español en trasplante renal"
El nefrólogo lamenta que muchos médicos tengan que emigrar forzados por la crisis, pero cree que también puede suponer una oportunidad de crecimiento profesional y personal
El miércoles pasado Domingo Hernández recibió la medalla de oro de Cruz Roja de manos de la Reina Doña Sofía. El premio, se apresura en aclarar, es para todo el equipo de Trasplantes del Carlos Haya y un reconocimiento a la labor de los profesionales durante más de 30 años. Hernández dirige el área de Nefrología del hospital desde hace cinco años y es profesor titular de Medicina de la Universidad de Málaga. Es de Tenerife. Allí hizo la carrera y se formó como nefrólogo. Confiesa que le costó dejar su tierra, pero asegura que ya se siente como un malagueño más.
-La Reina le entregó el miércoles la medalla de oro de la Cruz Roja por la labor en trasplantes del Hospital Carlos Haya...
-Una aclaración. A mí no me lo dieron, se lo dieron al equipo de Trasplantes del hospital y yo en representación del equipo de Trasplante Renal lo he recogido. Como lo podría haber recogido cualquier otro miembro del equipo. Yo soy representante del área de Nefrología, pero también hay otros equipos como el de Urología, Anestesia, Radiología, UCI... que participan activamente en los trasplantes. Yo he sido un representante de todo este equipo multidisciplinar para recoger el premio a la actividad de trasplantes.
-¿Para el equipo que significa este reconocimiento?
-Una gran satisfacción y el reconocimiento a una labor de muchos años, desde el año 1979, cuando empezó la actividad de trasplantes en este hospital. Actividad que se ha ido incrementando a lo largo de los años hasta tal punto de que en la actualidad somos el segundo hospital de España con mayor número de trasplantes renales, solamente detrás del Hospital Doce de Octubre, de Madrid.
-Tengo entendido que recientemente le han dado otro premio...
-Ese sí que es a mi trabajo. Todavía no lo he recogido, me lo tiene que dar la Reina también, pero se hacen cada dos años y se acumulan. Me lo concedieron en 2012 y lo recogeré el año que viene. Es un premio a la investigación clínica. Es el premio Íñigo Álvarez de Toledo. Fue por una investigación sobre pacientes diabéticos candidatos a trasplantes renal.
-¿Los trasplantes ya son una rutina, no son excepcionales en el trabajo diario del Carlos Haya?
-Sí ya son una rutina, entran dentro de la dinámica diaria de un hospital grande, de tercer nivel como el Carlos Haya. Es una actividad prácticamente de rutina. Se está aumentando la actividad de trasplante de vivo, que se debe potenciar e incrementar dado que con las leyes de seguridad vial han disminuido enormemente y afortunadamente los accidentes de tráfico [de los que hace unos años procedían la mayoría de los donantes de órganos]. Entonces los donantes cada vez son de mayor edad y hay que recurrir a otras alternativas como el trasplante renal con donante vivo. Las expectativas es que se alcance el 15% de la actividad de trasplante.
-En la actualidad en Málaga ronda el 10% de los trasplantes renales totales que se hacen en el hospital, no?
-Efectivamente. Ahí hay posibilidades de mejora. En países del norte de Europa la donación renal de vivo ronda el 30 o el 40%. En España está en torno al 15%.
-¿Hace falta más difusión de la donación de vivo?
-La información siempre es poca. Cuanto más difusión se haga, mejor.
-El Hospital Carlos Haya ya ha hecho dos trasplantes cruzados dentro de esta modalidad de donación de un riñón en vida ¿Cómo va esta opción terapéutica?
-Es todavía una actividad incipiente, pero con capacidad de desarrollarse en los próximos años.
-¿Todavía hay reticencias a la donación de un riñón en vida?
-Sí, yo creo que por falta de información en cuanto a la seguridad para el donante. Hay total garantía de que prácticamente no ocurre nada y hay mejores expectativas de funcionamiento de los injertos con respecto a la donación de cadáver. Por eso creo que toda la información que se dé es poca. Hay que dar más y más información hasta que esto tenga mucha difusión y todo el mundo esté mentalizado.
-¿Habría que hacer una campaña?
-Posiblemente habría que hacer alguna campaña anual. Ya se encarga la Organización Nacional de Trasplantes. Pero a nivel local o regional siempre es bueno que haya difusión.
-¿Los recortes afectan a los trasplantes?
-Nos afectan al bolsillo de todos, pero a la actividad de trasplantes no. Prueba de ello es que el año pasado con los recortes el hospital fue el segundo de España en trasplantes renales. Hemos ascendido escalones en el ranking nacional. Es decir que no hay una merma en la actividad de trasplantes, lo que dice algo en favor de la actitud de los profesionales porque en peores condiciones económicas están trabajando con la misma ilusión.
-El Gobierno anunció la intención de condicionar los fondos para la formación de los coordinadores de trasplantes al cumplimiento de los objetivos de déficit, aunque luego dio marcha atrás. ¿Hay alguna novedad al respecto?
-No sé como ha quedado porque eso es del área de coordinación de trasplantes y no queda dentro del ámbito de nuestra actividad.
-¿Cuál es la clave del buen funcionamiento de los trasplantes en España?
-Hay varios puntos. No es fácil resumirlo. La clave es tener primero buenos equipos de trasplantes. Urología, Nefrología, un hospital que respalde la actividad con anestesistas y UCI. En segundo lugar es hacer una muy buena selección tanto del donante como del receptor. Y un tercer punto es un buen seguimiento clínico del paciente después del trasplante.
-Aparte de aumentar la donación de riñón en vida ¿qué otros retos tienen los trasplantes?
-Aumentar el donante en asistolia.
-¿Me lo traduce?
-El donante puede ser con muerte cerebral, pero con el corazón latiente; el donante de vivo y el donante en muerte cerebral, pero con el corazón parado, que es el donante en asistolia. Es cuando está muerta la cabeza y muerto el corazón. Está parado el corazón y hay que reanimarlo. Es un tipo de donación que lleva mucho trabajo porque hay que ir mucho más de prisa que en el donante de cadáver normal, pero es una modalidad a potenciar. Nosotros también hacemos el trasplante renal doble. El Carlos Haya es el hospital de referencia en Andalucía para trasplante birrenal. Se ponen dos injertos. También hacemos trasplante de riñón y páncreas.
-¿Cómo cambia la vida tras un trasplante renal? ¿De la diálisis pasan a ser como una persona normal tras el trasplante?
-Les cambia la vida, vuelven a ser una persona normal. Cuando el trasplante es un éxito la vida les cambia por completo. Vuelven a ser totalmente normales, con inserción laboral, social, familiar.
-¿Y qué mensaje le da a la población en general para prevenir las enfermedades renales?
-La enfermedad renal crónica es muy prevalente porque se han incrementado el número de pacientes diabéticos y la edad de la población. Los puntos básicos para evitar la aparición o la progresión de la enfermedad renal crónica es vida sana, no aumentar de peso, hacerse controles periódicos, sobre todo a partir de 40 o 50 años, para evitar la diabetes, tomarse la tensión arterial periódicamente y una dieta equilibrada.
-¿La fusión del Carlos Haya y el Clínico os afecta?
-El equipo directivo está haciendo un esfuerzo ímprobo para llevar los dos hospitales. A nosotros nos afecta en cuanto retrasa algo las gestiones con los directivos, pero ellos están haciendo un gran esfuerzo para atender todas nuestras necesidades. Y a nivel de servicios, poco a poco iremos gestionando, a petición de la gerencia, la fusión con el servicio de Nefrología del Clínico. Con el tiempo habrá que fusionarse en la misma línea en que se ha fusionado el equipo directivo. Pero todavía no hemos empezado ese proceso.
-El centro de diálisis del Atabal depende del Carlos Haya. Hay temores de los pacientes de que se cierre. ¿Está garantizado que siga?
-Totalmente. Está garantizado. El Atabal pertenece al Carlos Haya y hay un proyecto de futuro de mejorar la unidad de diálisis del hospital para absorber a los pacientes del Atabal, que son pacientes nuestros y que no van a irse a otro lado. Son nuestros.
-¿No van a ir a la privada?
-Para nada. Ya se están ampliando las instalaciones y van a absorberse cuando se termine la ampliación. Ahora estamos en una situación más precaria y la ampliación va más lenta, pero se terminarán absorbiendo.
-¿Qué le parece que los enfermos de diálisis tengan que copagar el transporte?
-Idealmente, nadie debería de pagar. Ya que están enfermos, que tengan que pagar es una carga más. Pero estamos en una situación económica... No sé si eso va a mejorar la situación económica, pero tenemos el Gobierno que lo ha decidido así.
-Se han creado dos organizaciones para fomentar Málaga cómo destino de turismo sanitario ¿Qué le parecen estas iniciativas?
-Interesantes en la medida que se incrementa la llegada de turismo, la optimización de recursos, la entrada económica. Pueden ser iniciativas interesantes, pero no puedo opinar más porque desconozco los detalles.
-Pantoja está condenada, la Infanta estuvo imputada. ¿Cómo ve la actuación de la Justicia?
-Si a Pantoja la han condenado habrá hecho algo punible. Todavía no es firme, pero ya hay una sentencia inicial. Y lo de la Infanta no sé cómo definirme. Desconozco por qué le quitan la imputación. Me parece un poco... no sé si irregular, pero sí raro. La situación me lleva a pensar que con cualquier otra persona no habría sido de esa manera.
-¿Metro soterrado o en superficie?
-Ah, pues yo le voy a decir que a mí me gusta el de superficie. Yo soy de Tenerife, allí se hizo el metro en superficie y está muy bien; da una sensación de libertad, de expansión. No parece que afecte tanto al tráfico como la gente cree. A mí me gusta mucho porque he vivido la experiencia en mi provincia y creo, en mi opinión, que funciona muy bien. Es como si fueras en bicicleta. Allá funciona desde hace cuatro o cinco años. Además es más barato construirlo. Yo no soy un técnico, pero es más barato que soterrar.
-¿Qué le falta a Málaga?
-Málaga tiene muchas cualidades. No voy a ponerle defectos. Tiene muchas cualidades buenas, empezando por su clima, su gente, su generosidad, los compañeros. Yo realmente estoy muy contento de estar en esta tierra.
-Es de Tenerife, allí hizo la carrera, la especialidad. ¿Le costó salir de la isla?
-Sí que cuesta un poco abandonar tu tierra, tus amigos, tu gente, tu entorno. Pero estoy completamente adaptado y muy contento. Los inicios son duros. Cuando sales de tu tierra con 48 años no es lo mismo que salir con veintitantos. Pero ya estoy adaptado, ya me siento malagueño.
-Por cierto, hay médicos forzados a emigrar...
-Sí, por la situación económica tienen que salir a países donde hay más oferta de trabajo. A nadie le gusta salir de su tierra, pero puede ser una gran experiencia. Yo estuve en Estados Unidos en el año 2000. Puede ser una gran experiencia en cuanto a la adquisición de conocimiento y como experiencia vital. Ahora mismo no es malo. Repito que a nadie le gusta salir de su tierra, pero dadas las circunstancias económicas... el salir es enriquecerse también laboral y profesionalmente.
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