Los gurús de las redes
'Líderes sociales' cuentan sus experiencias en el ciberespacio · Desde usuarios que acuden a ellos para pedirles una oración hasta extranjeros interesados en acudir a su peluquería · El abogado José Cosín logró firmas en Twitter para salir de la cárcel
Cada mañana lanzan a sus miles de seguidores un mensaje nítido de fe y esperanza. Otros se emplean a fondo para denunciar las desigualdades, mientras que los más ingeniosos buscan ideas que les permitan sacar a flote su negocio. Son auténticos líderes de opinión, que, sin encuadrarse en partidos políticos ni afiliarse a sindicatos, cuentan con un extraordinario poder de convocatoria a través de las redes sociales.
Antonio Ortíz, conocido en Twitter como @antonello y actualmente director de estrategia online en Weblogs S.L, fue uno de los malagueños que no tardó en asomarse a las plataformas digitales cuando éstas fueron creadas. "Las he ido probando según aparecían, soy del perfil de los primeros pobladores de cada una de ellas" . Su presencia en las redes se centra en la actualización de su blog, pero a la vez interactúa con sus más de 15.500 followers, de los que espera que le "contradigan, aporten y ayuden a cuestionarse posiciones para valorar la actualidad".
Sonia Blanco (@sblanco) destaca también entre las activistas 2.0 que en Málaga mejor conocen las herramientas digitales. Su dedicación a ellas es absoluta. "24 horas al día y siete días a la semana", detalla con tono jocoso, aunque todavía le queda tiempo para impartir clases en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Cada una de sus materias tiene asignado su propio hashtag, a través del que los alumnos comparten recomendaciones de lectura. "Los estudiantes agradecen que usemos Twitter porque la información llega de forma inmediata y se impulsa un debate muy rico", añade la experta, bloguera desde hace diez años y vicedecana del colegio de Periodistas de Andalucía. Las redes, en su caso, también actúan de válvula de escape. "Pretendo estar informada de todo cuanto acontece, pero el ejercicio de escribir a diario me sirve además como terapia", reconoce Sonia. Sus mensajes han logrado cautivar a más de 27.000 seguidores en Twitter. No en vano, miles de internautas visitan su blog. Su particular estrategia se basa en publicar con cierta regularidad, mantener una línea de respeto clara y dotar de valor los contenidos.
Pero la popular plataforma, conocida por sus 140 caracteres, no es la única en la que los gurús de las redes se mueven. Facebook, LinkedIn, Google +, Flickr, Pinterest, Instagram y Tumbler también suenan entre las aplicaciones de uso obligatorio para todo buen líder social.
Con solo 19 años y casi 11.000 seguidores, Ana Ortíz, @AnitaBtwice en Twitter e "inquieta e inconformista" por naturaleza, aprovecha el tirón de las redes para "desahogarse" y trasladar su punto de vista "con un toque natural y desenfadado". Para ello hace uso de Youtube, que a través de vídeos protagonizados por ella le ha permitido conseguir trabajo, conocerse más a sí misma y contactar con personas hoy "fundamentales" en su vida.
Internet, además, está empujando a la sociedad hacia la cultura de la solidaridad, o eso al menos demuestra el caso del abogado José Cosín, que fue detenido por las protestas ante el Congreso del 25-S: "Cuando me arrestaron, solicité firmas virtuales para mi liberación. Pedí un SOS mientras pasaba el examen médico y tuvo un efecto brutal. De no ser por los usuarios seguiría en la cárcel", recuerda el letrado, que irrumpió hace varios años en la esfera digital con el propósito firme de "unir a la gente humilde para que se enfrente a los poderosos". Cerca de 11.100 seguidores vigilan de cerca las reivindicaciones de @Jose_Cosín, también coordinador del área jurídica de Er Banco Güeno, aunque, según afirma, solo "grita" cuando siente que tiene "algo que decir". "El poder de los débiles unidos se materializa en estos espacios. Gran parte de la comida que nos llega es a través de las redes", resalta. Pero más allá de la "magia" que, a su juicio, desprende la comunicación digital, ésta, además, puede dar lugar "a la radicalización de posturas".
Boris Soler (@borissoler), director artístico de Bs Hair Studio y todo un referente en Málaga, también está valiéndose del poder de conectividad que brindan los social media para incrementar la facturación de su negocio. Después de que en 2007 se subiera al carro del 2.0, sus beneficios han crecido de forma exponencial. "El 40% de nuestra clientela procede de las redes, sobre todo de Twitter. Nos hemos convertido en la segunda opción de peluquerías de miles de malagueños", señala orgulloso el internauta. Su blog www.miestilistayyo.com y su canal en Youtube, donde él mismo explica cómo cortar el pelo a un bebé o hacer una trenza de cordón, han traspasado fronteras. "Una chica de Tarragona vino exclusivamente a la peluquería para hacerse unas mechas californianas y cortarse el pelo. En otra ocasión, nos contrataron desde Dinamarca a través de Facebook para una boda en la Axarquía", recuerda Boris, que asegura haber integrado su trabajo en Twitter "igual que un tinte".
Empresarios, políticos, periodistas, ciudadanos anónimos y hasta sacerdotes. Las tecnologías se han colado también en la Iglesia. Rafael Pérez Pallarés (rafaPrzPallars) @se define como un religioso "que en ellas demuestra lo que piensa, cree y sueña". Su experiencia en el mundo digital va aún más allá: "Periodistas de primera magnitud me han pedido en Twitter oraciones por personas enfermas. No son creyentes, pero lo hacen como un guiño a ellas". Consciente del daño que a veces las redes pueden ocasionar, el sacerdote cree importante "tener las luces largas" al participar en estos espacios, que corren "el riesgo de quedar en manos de personas que vuelcan su inmadurez". De ahí que, a su juicio, exista "cierta falta de pudor a la hora de mostrar la vida privada".
Laura Chica (@laura_chica), con más de 17.500 tuits y unos 8.400 seguidores, es otro clásico en la blogosfera. Psicóloga de profesión, se dedica a la formación en habilidades directivas en escuelas de negocios y consultoras privadas. Las redes sociales también a ella le han supuesto un balón de oxígeno: "El 80% de mi trabajo entra por los social media. Es tremendo el impacto". Su secreto estriba en "traducir al 1.0 lo que comienza en el 2.0 y así convertir en carne y hueso el contacto que se inicia en el ciberespacio".
La publicación de su libro Quién eres tú, presentado en junio y que la semana pasada llegó a México, ha servido de gancho para potenciar su fama. "Hay lectores de otras partes del mundo que suben fotos con su ejemplar. Le cambias la vida a gente que ni sabes que existe", expresa Laura.
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