El Metro fija la mirada en Luxemburgo
La Junta es optimista con la respuesta del BEI al nuevo trazado tras los primeros contactos
El Metro de Málaga mantiene fija su mirada en Luxemburgo, gran ducado de apenas medio millón de habitantes, que acoge al organismo clave en el presente y futuro del proyecto del ferrocarril urbano, el Banco Europeo de Inversiones (BEI). De este ente y de sus fondos depende en buena medida la puesta en servicio de una infraestructura que, aún incompleta, ha requerido ya de 600 millones de inversión. Poco más de un mes después de que la Junta de Andalucía remitiese al organismo comunitario toda la documentación justificando el cambio de trazado del suburbano, tras el pacto alcanzado con el Ayuntamiento, el optimismo gana espacio tanto entre los responsables autonómicos como de los socios privados que forman parte de la concesionaria.
Si bien no existe una fecha cierta para que el BEI plasme por escrito su resolución final sobre las modificaciones introducidas en el contrato de construcción y sobre la liberación de los 46 millones de euros aún pendientes de aportar a los trabajos ya ejecutados, fuentes próximas a la iniciativa valoraron cómo se están desarrollando los acontecimientos. En concreto, aludieron a que desde Luxemburgo se han aceptado todos los informes remitidos sin reclamar aclaraciones de consideración.
Sea como fuere, es factible pensar en una conclusión a finales de mes o principios de febrero. La determinación final es clave en el horizonte inmediato del Metro, puesto que de ella depende, por ejemplo, que la concesionaria ponga la maquinaria en marcha para contratar a los 95 operarios necesarios para que los trenes echen a andar en el recorrido parcial de los ramales de Teatinos y Carretera de Cádiz con El Perchel como punto de unión.
No obstante, en el seno de la Junta siguen sin descartar un posible acuerdo con los socios privados que permita anticipar la contratación del personal a la llegada de los fondos económicos del BEI. La trascendencia de este movimiento es grande, dado que la posibilidad de fijar una fecha de apertura parcial de la infraestructura depende muy mucho de la disposición del personal. Incluso estando contratados los trabajadores, se estima un plazo de tres meses necesarios para la formación de los mismos y la realización de pruebas en todo el Metro.
Tomando como ciertos estos parámetros, en ningún caso parece factible pensar en la entrada en servicio de las líneas 1 y 2 antes de principios de mayo. Hay que recordar que el presupuesto que la Junta destina a costear la explotación del Metro este año es de 21,5 millones de euros, lo que, según las estimaciones iniciales, podría permitir el funcionamiento de los trenes durante unos seis meses. Hay que precisar que la Administración regional puede pagar con hasta tres meses de demora, lo que permite ampliar este margen de tiempo.
Sin embargo, incluso siendo optimistas en el fallo final del BEI, la realidad es que aún quedan muchos flecos por cerrar en relación al Metro y su puesta en carga. Uno de ellos es el cierre de un convenio de compensación entre el Ayuntamiento y la Junta, por el que se anule la factura de 32 millones reclamada al Consistorio por su aportación a las obras ya ejecutadas. El pasado martes el equipo de gobierno del PP remitió a la Agencia de Obra Pública de Andalucía un listado de actuaciones en materia de movilidad sostenible valorado en 33,9 millones.
La pelota está ahora en el tejado de la Junta, que deberá aceptar o no la propuesta municipal. Algunas fuentes mostraron dudas sobre varias intervenciones, costeadas con los dos planes Zapatero, y recordaron que todo ello debe ser sometido a la criba de Hacienda e Intervención.
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