El Benítez y la nueva "novela urbanística"

Francisco Pomares, concejal de Ordenación del Territorio y Vivienda, acuñó ayer un nuevo estilo novelesco, el urbanístico. El edil, que debe conocer la existencia de estilos como el policiaco, el romántico y el de aventuras, tiró de recursos literarios para tachar de "novela de urbanismo" las sospechas que los grupos de la oposición municipal vienen haciendo desde hace semanas sobre el proceder de la Gerencia de Urbanismo en el proyecto del Campamento Benítez y su conversión en parque.

Lejos de aceptar las acusaciones de presuntas irregularidades vertidas, fundamentalmente, por el concejal no adscrito Carlos Hernández Pezzi, y de relacionar la destitución del que fuera jefe de Planeamiento, Miguel Ángel Ruiz Barrionuevo, Pomares defendió el comportamiento de su departamento en este asunto. Tanto en lo que al fraccionamiento en cuatro del millón de euros del que dispuso el año pasado para acometer las primeras intervenciones sobre el terreno, ajustando las cuantía de los proyectos para evitar el libre concurso, como al impulso de las mismas sin contar con un proyecto de urbanización y sin un plan especial previo.

La pugna sobre el Benítez fue central en la Comisión Municipal de Movilidad y Ordenación del Territorio celebrada ayer. En la misma, ante la presentación de una moción por parte del grupo socialista, Hernández Pezzi fue contundente en sus afirmaciones. "Estoy en la convicción de que incumplimos la legalidad con los contratos y en el desarrollo de las obras por no estar amparadas por el proyecto de urbanización y el plan especial", dijo.

"El Benítez ahora mismo es un chumbo y para mayor chumbo ha tenido que ver con la remodelación de la Gerencia de Urbanismo", expuso el que fuera presidente de los colegios de arquitectos de España, que habló de "supuesta infracción urbanística". En la misma línea, el edil del PSOE Sergio Brenes subrayó el carácter "partidista" de la hoja de ruta trazada por el equipo de gobierno, con la vista puesta en las elecciones municipales de 2015. "Tratan de llegar a esa fecha con un proyecto, ya sea estrella o estrellado", apostilló. Y Eduardo Zorrilla, portavoz de IU, insistió en la existencia de "una ilegalidad manifiesta" y reclamó que la intervención debiera haberse acometido sobre la base de un proyecto integral.

Frente a las gruesas aseveraciones de la oposición, Pomares sacó pecho, llegando a hacerse pasar por una especie de profesor en la materia. De hecho, durante el debate el edil, que es trabajador social de profesión, llegó incluso a responder a Brenes afirmando: "Le daré una lección de urbanismo, que es lo que le hace falta", mientras que al arquitecto Hernández Pezzi le mandó "tareas para casa", en alusión a la lectura de un artículo de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA).

"Hacen muchas suposiciones, novela urbanística que no existe; veo que eso les entretiene, pero deben ser rigurosos", explicó Pomares, que aseguró que los contratos existentes son "legales". Sobre ello, recordó que todos los pasos datos en este proyecto cuenta con la supervisión de los servicios técnicos y la Asesoría Jurídica de Urbanismo. "No me monto novelas urbanísticas en base a cosas que no lo son", añadió.

Pero más allá de la crispación generada en torno al Benítez, la comisión de ayer tuvo momentos para el encuentro y el acuerdo. Especialmente destacable fue la aprobación de una moción presentada por IU en la que reclamaba por enésima vez una solución al estado de abandono del antiguo Convento de San Andrés. La iniciativa salió adelante con el aval del PP y de Hernández Pezzi, mientras que los ediles del PSOE se opusieron a la misma.

¿Por qué? Básicamente por el promotor del iniciativa, el portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, aceptó una enmienda formulada por el grupo popular para que se instase al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía a la firma de un convenio de colaboración que permita definir el futuro uso del edificio. Aunque Pomares apuntó la posibilidad de que haya colaboración económica de la Administración regional en este asunto, no se incluyó como una obligación en el acuerdo final.

Asimismo, en lo relativo al Acueducto de San Telmo, la Gerencia de Urbanismo se comprometió a asumir la redacción del plan director del enclave. Y en esta línea de consenso, todos los grupos aceptaron pedir a Renfe que estudie ampliar el uso actual de la estación Victoria Kent.