El miedo a perder el empleo reduce el absentismo laboral a la mitad desde 2008

Del 3,10 en 2008 bajó al 1,57 en 2013 Los inspectores de Salud dieron el alta por entender que la baja laboral ya no procedía en el 45% de los casos controlados

El miedo a perder el empleo reduce el absentismo laboral a la mitad desde 2008
El miedo a perder el empleo reduce el absentismo laboral a la mitad desde 2008
Leonor García Málaga

27 de enero 2014 - 01:00

O la población está ahora más sana o el temor a perder el empleo en estos tiempos de crisis y altos niveles de paro influye de forma disuasoria a la hora de coger una baja laboral. El responsable de los inspectores de la Delegación de Salud, Antonio del Corral, no habla de miedo. Prefiere achacar el descenso del absentismo a "la cautela para conservar el puesto de trabajo". Sea cautela o miedo, el absentismo laboral ha caído a la mitad desde el inicio de la crisis. En 2008, la proporción de incapacidades temporales era de 3,10 por cada 100 asegurados en la provincia y en 2010 de 2,25 mientras que el año pasado fue del 1,57.

En esta tendencia descendente han influido también los controles de la Unidad de Valoración Médica de Incapacidades (la UVMI, que agrupa a los inspectores del SAS), del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) y de las mutuas. El gráfico que enseña Del Corral es elocuente: es una línea descendente año tras año.

De acuerdo a los datos de la UVMI, dependiente de la Delegación de Salud, el año pasado se registraron en la provincia 105.583 incapacidades temporales (IT) o bajas laborales. La cifra mantiene también la línea descendente. Así, en 2011 se produjeron 146.522 IT y en 2012 un total de 111.439. Fue entre ambos años en los que se registró una brusca reducción de las bajas laborales. Pero aún así volvieron a caer hasta las 105.583 en 2013. No hay un estudio, pero la especulación de los inspectores es que el descenso reiterado obedece a que se cuida más el puesto de trabajo y también a que hay menos asegurados que pidan bajas porque hay más desempleo.

Sobre las más de 105.000 IT del año pasado, la UVMI realizó 21.505 citaciones en la inspección para corroborar que esas bajas estaban justificadas. Solo tuvieron que revisar a 13.464 pacientes porque la sola cita provocó el alta previa en 4.688 casos. Y de los más de 13.000 trabajadores de baja controlados por los inspectores, casi la mitad fueron datos de alta. Es decir, enviados a trabajar. Exactamente 6.044, el 45% de los revisados en la UVMI.

Del Corral nunca habla de fraude en la incapacidad temporal. Simplemente, matiza, "son trabajadores que ya no proceden que sigan de alta". La proporción es similar a la del ejercicio previo ya que en 2012 la unidad que dirige dio el alta al 46% de los trabajadores de baja revisados.

El responsable de la UVMI sostiene que puede haber alguna situación de fraude como en cualquier ámbito, pero insiste en que, en general, se hace un uso adecuado de las bajas laborales ya que en más del 90% de las IT, el alta las dan los médicos de cabecera sin intervención ninguna de los inspectores, ni del SAS ni del INSS.

La duración media de las bajas laborales registradas el año pasado fue de 40 días. Un dato que es "sensiblemente menor" al del resto de la comunidad autónoma.

De las 6.044 altas dadas por los inspectores de la Delegación de Salud, algunas fueron tramitadas directamente por la UVMI y otras, mediante instrucciones dadas por esta unidad a los respectivos médicos de cabecera para que interrumpieran ya la baja porque no estaba justificada.

Del Corral aclara que hay algunos casos, sobre todo en los pueblos en los que hay una relación más estrecha entre el médico y el paciente, en el que son los propios facultativos los que piden la actuación de la inspección médica porque se sienten "presionados" a seguir prolongando injustificadamente una baja.

Los controles médicos de los trabajadores que están de baja pueden hacerlos la UVMI o el INSS si la IT es inferior a 365 días y solo este último organismo si supera el año de duración. También las mutuas pueden hacer propuestas de alta de determinados trabajadores. En 2013, estas entidades realizaron 4.668; lo que supone unas 400 al mes y unas 20 diarias. La petición de las mutuas puede ser estimada o no por la Unidad de Valoración Médica de Incapacidades.

Según los datos de la Delegación de Salud, el año pasado se registraron en la provincia un total de 4.162.985 días de baja. Esta cifra, dividida por el número de asegurados arroja una media de 6,04 días de media de baja por asegurado y año. Con este número, Del Corral estima que no está justificado un borrador del Gobierno para regular la IT con criterio restrictivo en base a estudios que sitúan la baja media supuestamente en 11 días por trabajador y año. Aunque es responsable de la UVMI cree que "siempre hay margen de mejora", defiende que "el abstentismo no es tan alto como se está diciendo".

Además del control del uso correcto de la IT, la UVMI también se implica en la mejora del sistema.

Desde hace tres años participa en una experiencia piloto para eliminar la burocracia en la tramitación de las bajas laborales. La norma es que tras una primera visita al médico para darse de baja, el trabajador continúe acudiendo una vez a la semana al facultativo de cabecera tanto para un seguimiento de la enfermedad como para una confirmación -o no- del parte de baja. Aunque una patología tarde en curar dos meses, el sistema marca que la baja se renueve (confirme) de manera semanal. Ello genera burocracia, ya que buena parte del trabajo diario de un médico pasa por controlar las bajas, aunque la patología tarde varias semanas en curar. Los profesionales vienen reclamando desde hace años acabar con tanto papeleo.

El proyecto -que se desarrolla en ocho centros de salud de la provincia y permite dar la baja por el tiempo estándar que se prolonga la enfermedad sin controles semanales- demuestra que en estos ambulatorios la duración es menor que en aquellos en los que el paciente acude cada siete días al médico.

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