Ajedrez social, terapéutico y educativo
La concentración, la memoria, el cálculo o incluso la empatía son algunas de las destrezas que podría mejorar un jugador habitual
El ajedrez es como un gran campo inabarcable repleto de buenas cosechas y, entre las múltiples opciones que ofrece el tablero, más allá de lo lúdico y lo deportivo, se encuentran los beneficios sociales, terapéuticos y educativos. La capacidad de concentración, la memoria, el cálculo o el ingenio de adelantarse a lo que va a suceder son solo algunas de las destrezas que podría mejorar un escolar que practica frecuentemente el ajedrez o, al menos, así lo defiende Manuel Azuaga, presidente de la Asociación de Ajedrez Social de Andalucía. Asimismo, explica que a la hora de trabajar con los más pequeños la metodología debe ser necesariamente didáctica y "muy pensada para que los niños aprendan no solo a jugar si no a desarrollar una serie de habilidades". "Y, por supuesto, nunca hay que olvidar que el ajedrez es un juego", añade.
Desde que el pasado 13 de marzo de 2012 el Parlamento Europeo aprobara el programa Ajedrez en la escuela son múltiples los centros que ofertan el ajedrez como actividad extraescolar mientras que una minoría ya lo integra dentro del horario lectivo, la mayoría colegios privados. El CEIP Al-Ándalus, en San Pedro de Alcántara, es uno de los centros que recientemente ha integrado el ajedrez dentro del horario fijado de las clases de matemáticas con el objetivo de ayudar a los alumnos a desarrollar su pensamiento lógico-matemático. "Son experiencias a las que hay que estar muy atentos porque pueden ser un modelo a seguir", apunta. De esta manera, Azuaga, quien actualmente es monitor en la Escuela Municipal de Ajedrez de Rincón donde, atiende a alrededor de una quincena de alumnos de entre 5 y 10 años, inició hace ya dos años clases extraescolares de ajedrez en el centro de educación infantil Pollito Inglés y ahora también en el colegio Platero de El Palo, este último como experiencia piloto antes de dar el salto a una posible inclusión de la actividad dentro del horario lectivo de los alumnos.
Por término medio, los escolares que estudian ajedrez, ya sea en horario lectivo o de forma extraescolar, mejoran sus resultados académicos en torno a un 17%. Asimismo, según un estudio de la Universidad de La Laguna (Tenerife) aquellas materias donde más destacan estos alumnos son matemáticas y lectura comprensiva, "casualmente los dos grandes déficit del informe PISA sobre el sistema educativo, con lo que por ahí tendríamos una vía de solución", agrega quien, además, es miembro y colaborador permanente de "AjEdu, Ajedrez y Educación", línea de investigación integrada en el grupo DIM (Didáctica, Innovación y Multimedia) de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Al mismo tiempo, con la práctica del ajedrez se activan aquellas partes cerebrales de un individuo que están más afectadas por algún tipo de trastorno o adicción, por lo que se está empleando para ayudar a jóvenes que sufren TDAH (Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad), además de servir de prevención para retrasar la aparición de Alzheimer, así como para cualquier otro tipo de trastorno mental. Por su parte, el club Magic de Extremadura trabaja el ajedrez terapéutico dirigido a la recuperación cognitiva en centros de rehabilitación de adicciones y drogodependientes. "Si lo enfocas con la metodología adecuada el ajedrez puede ser una herramienta muy potente", manifiesta.
Otra modalidad donde desarrollar el pensamiento estratégico, en la que además Azuaga está especializado, es la formación del ajedrez en centros penitenciarios, algo que espera poder llevar a la práctica en la provincia el próximo año. "Una persona que está recluida piensa en muchas ocasiones por qué todo lo ha llevado hasta ahí, a través del ajedrez se le hace ver si él realmente quiere ser solo una pieza o la mano que mueve la pieza. En definitiva, que la toma de decisiones tiene unas consecuencias", explica.
Por último, destaca que otra de las habilidades que se desarrollan gracias a la práctica habitual de este juego es la empatía, además deun componente efectivo y emocional . "Lo primero que se hace tras concluir una partida es hablar con tu rival acerca de cuáles han sido tus defectos o por qué me has ganado. Y esa capacidad empática de diálogo y aprendizaje es uno de los mayores beneficios que aporta el juego", concluye.
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