La EMT, clave para peatonalizar la Alameda

Uno de los efectos más sustanciales de cuantos se puede prever con la peatonalización de los laterales norte y sur de la Alameda Principal recaerá y mucho sobre la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Tanto como que de la apuesta del alcalde, Francisco de la Torre, de cerrar al tráfico rodado las dos alas de la avenida, incorporando la parte sur a la reurbanización ya prevista en la norte, obliga a tomar una decisión sobre las paradas de 25 de las líneas de autobuses urbanos actualmente asentadas sobre este escenario urbano.

De acuerdo con la configuración actual de la red de transporte público, 18 de estos trazados tiene en el lateral sur de la Alameda bien su cabecera bien una parada de paso. Sin embargo, de aumentarse el espacio peatonal en este punto, el itinerario podría verse alterado sensiblemente, obligando a desplazarlo las paradas a otro punto previo o posterior a la Alameda o al eje central de la misma, que sí se mantendrá con su actual configuración. A estos ramales hay que añadir otros 7 que tienen en el lateral norte alguna zona de estancia.

Sobre esta parte, según informaron a Málaga hoy fuentes técnicas, el proyecto de intervención del Metro en este ala, que lleva aparejada la propuesta de peatonalización hasta la calle Larios, plantea la reposición de las paradas de autobús afectas en la parte central de la avenida, así como del carril bus actualmente delimitado en la franja más próxima al mercado de Atarazanas. Ello, en cualquier caso, apuntan las fuentes, queda a consideración de la Administración municipal, que es la competente en la materia.

En la parte central, según la información de trazados recogida por la EMT en su página web se ubican paradas de otras 10 líneas. La duda está en su las paradas afectadas por las actuaciones se peatonalización supondrá convertir este eje central en itinerario de paso con parada de las líneas afectadas, circunstancia que podría dificultar y mucho el mantenimiento de la Alameda como eje de tráfico de paso. Un detalle a tener en cuenta es que actualmente, con las dos alas abiertas a la circulación transitan por la vía del orden de 30.000 vehículos diarios, cifra que siendo muy inferior a la de hace un lustro, por ejemplo, habría de concentrarse exclusivamente en los cinco viales de la parte central.

El concejal de Movilidad, Raúl López, confirmó a este periódico que actualmente se está en fase de análisis de las posibles incidencias sobre la red de la EMT en esta calle. Aunque eludió avanzar detalles sobre las posibles medidas a adoptar hasta que se acuerde con la Junta de Andalucía la solución definitiva sobre la peatonalización. No obstante, preguntado sobre la opción de trasladar las paradas actuales, el edil del PP comentó que habrá que ver "si la peatonalización nos permite mantener el paso del transporte público".

Al respecto, sí señaló que la actual configuración de la propuesta del Metro para el lateral norte, con la boca de acceso a la estación Atarazanas y el ascensor necesario, hacen "complicado mantener las líneas de la EMT". Eso siempre que no haya modificaciones en las ubicaciones de estas instalaciones. En cuanto a la parte sur, insistió en que se trata de un asunto "a estudiarlo y verlo".

"De todas formas habría que minorar el uso de la EMT pero quedará en base al proyecto final; en cualquier caso no sería reproducir lo que hay", insistió el edil, quien aludió a la necesidad de "verlo y analizar nuestros recursos y luego plasmarlo en un plan". "Reproducirlo nunca, sería una barbaridad, porque si ganamos espacio peatonal es para eso", apostilló.

Sobre este particular, una fuente municipal aludió a la posibilidad incluso de plantear una peatonalización suave, que hiciese compatible el cierre de los ejes a los vehículos privados con el mantenimiento de ambos ejes para el transporte público y sus paradas. "Lo ideal es que puedan seguir pasando y parando los autobuses, aunque suprimiendo por ejemplo los cambios de turno o de conductores, que retardan la maniobra", expusieron estas fuentes, que aludieron a dar continuidad en los próximos años al proceso de supresión de paradas en este punto.

De mantenerse esta idea, entraría en conflicto con las primeras apuestas de la Gerencia de Urbanismo, que en su comunicación con la Agencia Andaluza de Obra Pública, dependiente de la Consejería de Fomento, abogó por una restricción de paso mayor de la inicialmente planteada por la Junta en su propuesta de peatonalización del lateral norte aprovechando la obra del Metro en el tramo Guadalmedina-Atarazanas. Mientras el informe autonómico fijaba la posibilidad de permitir tras la peatonalización de los casi 400 metros entre el puente de Tetuán y la calle Larios el paso de residentes, carga y descarga y vehículos de emergencias, la parte municipal apuntaba la posibilidad de ir más allá en el cierre.

La EMT se puede topar de este modo con la mayor transformación de su historia reciente. Porque aunque es cierto que en los últimos meses los responsables de la empresa han acometido cambios en varios trazados, la realidad es que ningún plan ha sido tan contundente como el que ha de diseñarse con la semipeatonalización en el horizonte. En cualquier caso, todo está condicionado a las conclusiones finales del estudio sobre la peatonalización del eje sur que, según dio a conocer la pasada semana el regidor, está elaborando la Gerencia de Urbanismo.