2015, el año de los museos

La inauguración del Centro Pompidou a finales de mayo marca la agenda cultural del nuevo ejercicio.

Sebastián Sánchez

02 de enero 2015 - 07:55

Un repaso rápido por la hemeroteca permite extraer conclusiones absolutas respecto a los grandes logros cosechados por la provincia de Málaga y, más en particular, por la capital de la Costa del Sol en la última década. Cada ejercicio transcurrido en la etapa más reciente, marcada por el periodo de bonanza económica, estuvo protagonizado por un gran evento, por la inauguración de una obra que marca el presente y el futuro del territorio.

2015 tendrá ese mismo mérito tras varios ejercicios arrastrados por los efectos de la crisis y la conclusión de una senda en la que las infraestructuras acabaron por colocar a la provincia en una posición de privilegio. Pero, a diferencia de las catenarias y de los raíles que permitieron la llegada a finales de 2007 del primer tren de Alta Velocidad hasta la remozada estación María Zambrano; del cemento y el alquitrán de la hiperronda, que abrió parcialmente en 2009, o de la nueva terminal del aeropuerto, inaugurada por el Rey Juan Carlos I en 2010, en esta ocasión el año lo será de museos.

Tres son los equipamientos culturales que se prevé abran sus puertas a lo largo de los próximos doce meses: el Centro Pompidou, en el edificio del Cubo, en el Puerto; el Museo Estatal de Arte Ruso, en Tabacalera, y el Museo de Bellas Artes y Arqueológico, en el Palacio de la Aduana. En el caso de los dos primeros, se da por segura su apertura a lo largo de los primeros meses del año. La incertidumbre se mantiene en el caso del Museo de Málaga, cuya adecuación museística sí se da por segura para antes de culmine el ejercicio; no así su inauguración oficial.

La cuenta atrás está servida para los museos impulsados por el alcalde, Francisco de la Torre. Ambos se han convertido en sus grandes propuestas del presente mandato y, por ende, son por méritos propios apuestas con un marcado carácter electoral en el reto del regidor de revalidar la mayoría absoluta en el mes de mayo, cuando tengan lugar las elecciones municipales.

La llegada del Pompidou eleva hasta un nivel insospechado hasta hace unos años la imagen cultural de la capital. Su presencia en la esquina de los muelles 1 y 2 del puerto tiene la particularidad de que será la primera con centro propio fuera de Francia. El acuerdo, cuestionado por el montante económico que supone para las arcas municipales, extiende la presencia del Pompidou en la capital de la Costa del Sol por un periodo de cinco años, con la opción de prorrogar por el mismo periodo. No parece, en el momento presente, que esa sea la previsión de la institución francesa.

La apuesta por Málaga lo es, según las palabras del presidente del Centro Pompidou, Alain Seban, por un "laboratorio" en el que la institución podrá comprobar como funcionan las obras del museo parisino fuera de la capital francesa. En relación con las exposiciones temporales (dos o tres anuales) que completarán la colección permanente, cuya primera versión contará con unas 90 obras de maestros de los siglos XX y XXI como Picasso, Chagall, Bacon, Magritte, Kahlo, Giacometti, De Chirico, Tápies, Miró y Dubuffet. Los fondos de la colección serán renovados cada dos años.

El uso de la marca Pompidou va a suponer al Ayuntamiento el abono anual en concepto de canon de un millón de euros, a los que habrá que sumar otros gastos derivados del funcionamiento del centro de 4,2 millones. Bien es cierto que el equipo de gobierno del PP quiere contrarrestar al menos 1,6 millones con el cierre de patrocinios y aportaciones de entes privados.

Las cifras económicas del Museo de Arte Ruso, que pasará a ocupar el vacío del fracasado Museo de las Gemas en Tabacalera, alcanzan los 3,7 millones de euros. El acuerdo con la institución rusa es por un periodo de diez años, a lo largo del cual se abonarán 400.000 euros de canon. La previsión es que los 7.500 metros cuadrados destinados a este inquilino recojan la cesión de alrededor de un centenar de piezas datadas entre los siglos XV y XX para constituir una colección permanente cuyos fondos se irán renovando, además de los que, a razón de entre 50 y 60 obras cada una, irán integrando cada año dos exposiciones temporales. Entre los artistas están Alexei Venetsianov, Karl Brullow, Alexander Ivanov, Vasily Tropinin, Isaac Levitan, Valentin Serov, Boris Kustodiev, Ilya Repin, Natalia Goncharova, OlgaRozanova, Alexandra Exter, LyubovPopova, Alexander Rodchenko, Kandinsky, Chagall, Tatlin, Pavel Filonov, Kazimir Malevich y Alexander Deineka.

Ambas ofertas museísticas recogerán el testigo de lo que, justo en la antesala a los comicios locales de 2011, representó para De la Torre la apertura del Museo Thyssen. Como ahora ocurre, principalmente con el Pompidou, el espacio objeto del acuerdo con la baronesa Thyssen se convirtió en el proyecto 'estrella' del regidor en la cita con las urnas.

El caso del Bellas Artes es el de un museo largamente demandado por la capital de la Costa del Sol. Tanto como los 17 años transcurridos desde que cerrase sus puertas allá por 1997, cuando tuvo que dejar su espacio, en el Palacio de Buenavista, ante la elección del inmueble para el futuro Museo Picasso Málaga. Desde ese momento, al sociedad civil y política viene demandando a la Administración central la rehabilitación del Palacio de la Aduana para convertirse en sede de unas 2.000 obras de arte y de 15.000 restos arqueológicos. Los trabajos fueron adjudicados en junio de 2008 por el Ministerio de Cultura a la empresa Sacyr con un presupuesto inicial de 23,6 millones y un plazo de 36 meses. Conforme a este calendario, la apertura tendría que haber tenido lugar a lo largo de 2012.

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