El suicidio sale del tabú para prevenir

Gonzalo Serrano, presidente de Arco Iris, Giselle Bolaño, coordinadora del estudio y Charly, voluntario de la ONG.
Gonzalo Serrano, presidente de Arco Iris, Giselle Bolaño, coordinadora del estudio y Charly, voluntario de la ONG.
Pablo Miralles Málaga

10 de septiembre 2015 - 01:00

No se habla de ello en los medios de comunicación. Se omite para que no cunda el ejemplo, pero según las cifras del Instituto Nacional de Estadística que ayer hizo público el Teléfono de la Esperanza, el suicidio es la primera causa de muerte no natural en España. De hecho, duplican a las acaecidas en accidentes de tráfico. En 2013, se quitaron la vida 3.870 personas en España, la cifra más alta de los últimos 25 años. Hoy es el Día Mundial de la Prevención de los Intentos de Suicidio y el tabú se deja a un lado para intentar ahondar en la prevención. La Organización Mundial de la Salud está pidiendo a los países que actúen en la formación porque "existen herramientas para ver cuando una persona está cercana al suicidio e intentar solucionarlo".

En el mundo, se suicidan al día 3.000 personas. En muchos países es la principal causa de mortalidad juvenil. En España es la segunda, tras los accidentes de tráfico. El presidente de la Federación Andaluza Arco Iris, Gonzalo Serrano, apuntaba ayer que "una de cada veinte personas que lo intentan al día, lo consiguen. Por tanto, tenemos que prevenir esos intentos, porque hay mucha gente que trata de quitarse la vida sin conseguirlo".

"Cuando el motivo que conduce al suicidio es la presión social causada por la homofobia, ni si quiera suele hacerse público, y es precisamente donde la tasa de intento de suicidio se triplica", añadía Serrano. Los motivos principales que causan esta presión a personas que se atraen por el mismo sexo son: la falta de expectativas en el entorno familiar y el hecho de que la orientación sexual es algo que les acompañará siempre y no podrá abandonarlo. Serrano ejemplifica esto último: "Una chica que es obesa y sufre constantemente humillaciones por ello, puede llegar a solventar el problema siguiendo una dieta o haciendo deporte, pero el que es homosexual no lo puede evitar y se verá el resto de su vida marcado por la presión de terceros".

Arco Iris propone un programa para prevenir a la sociedad de este tipo de acciones homófobas que pueden repercutir de manera trágica en muchas personas. Se trata del proyecto Trèvor, -era un chico norteamericano homosexual que se hizo famoso por un vídeo que sensibilizó a la sociedad, en el que contaba su intento de suicidio y su posterior manera de afrontar la vida-, destinado a profesorado y a responsables de la dinamización juvenil en asociaciones y centros de información joven, en el que el profesorado proporcione herramientas a los alumnos para prevenir el suicidio y situaciones de depresión.

La psicóloga Giselle Bolaño, colaboradora con Arco Iris, es también coordinadora técnica del estudio Homofobia entre adolescentes, realizado a 751 estudiantes de entre 12 a 18 años en la provincia de Málaga. Y del que los resultados más destacados, se extrae el desconocimiento de las enfermedades de transmisión sexual y métodos anticonceptivos y el precario manera de concebir la homosexualidad como un fenómeno natural. "Los adolescentes tienen muchísimas dudas y carecen de una red para solventarlas", exclamaba Bolaño, que continuaba: "Las enfermedades de transmisión sexual que más se nombran entre los adolescentes malagueños son: el cáncer, la malaria, o el ébola. Asimismo, el 60% de los adolescentes, sobre todo de 13 años varones, confiesan que negarían la amistada a su mejor amigo si éste reconociese ser homosexual". Por último, el acoso verbal constante también uno de los principales motivos de depresión en homosexuales. Del estudio se conoce que el 97% de los jóvenes malagueños admiten emplear el término maricón de modo despectivo y "aunque esto no sea dirigido siempre a una persona homosexual, causa una presión diaria en estas personas".

Charly, es un adolescente gay y voluntario de Arco Iris Benalmádena, que vivió varios años duros a causa de las agresiones psicológicas en un municipio zamorano de 500 habitantes, en el que la perspectiva hacia los homosexuales se antoja todavía un tanto anticuada. Hoy, el joven trata de concienciar a similares de su edad de que es el momento de dar la cara y no dejarse caer en depresión.

"Yo creo que el mayor problema es el miedo y la desconfianza en uno mismo cuando se es adolescente. Así que lo más importante es conseguir el apoyo, tanto familiar como en los amigos para que todo se pueda solucionar. Tanto los intentos de suicidio como las palabras malsonantes que originan presión social", explicaba el joven.

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