Piden el desamiantado de los colegios por ser un asunto de "salud pública"

En un sondeo realizado por la Plataforma Amianto 0 y el sindicato CGT, el 30% de unos 80 colegios de la provincia tenía amianto en sus estructuras más visibles. El fibrocemento, aislante y muy barato, se usó en más de 3.000 materiales de construcción y es innegable su utilización generalizada en edificaciones anteriores a 2002, cuando se prohibió en España por su relación con una alta incidencia de cáncer de pulmón y mesoteliomas. El problema es que la vida útil de las uralitas -unos 40 años- ya pasó hace mucho en centros escolares que llevan años pidiendo su desamiantado. Otros se han sumado a la lucha más recientemente, pero todos pelean por considerarlo "un problema de salud pública". Ayer, padres de media docena de centros educativos, sindicatos y asociaciones se concentraron ante las puertas de la Delegación de Educación para reivindicar colegios libres de este peligroso material.

El CEIP José Calderón de Campanillas empezó su reivindicación en 2008, cuando el antiguo director del centro apreció agujeros en la cubierta del gimnasio. "Un técnico del Ayuntamiento nos dijo que había que quitar las cubiertas o poner un falso techo para que las fibras no cayeran sobre los niños", explicó ayer María Ángeles Guzmán, miembro del AMPA. En estos años, "se ha hecho arreglos, parches" pero el fibrocemento sigue en este centro con más de 43 años de antigüedad. "Tanto la Junta como la Agencia Pública de Educación nos confirman que la vida útil de este material ya ha finalizado pero que no hay presupuesto para quitarlo", agrega Guzmán. Y todo esto, "cuando la orden del 7 de diciembre de 2001 indica que cuando la vida útil termina hay que retirarlo", señala esta madre.

El colegio Los Remedios de Cártama tiene 56 años de antigüedad y unos 240 metros cuadrados de amianto en su tejado. "Según la Organización Mundial de la Salud, esté roto o no comienza a soltar micropartículas a partir de los 40 años", expone María del Carmen Durán. En este centro encontraron trozos de amianto en el patio de juegos de Infantil. Las grietas y los últimos movimientos de tierra tienen más que preocupados a los padres. "Mientras la Junta no hace nada más que mirar para otro lado", consideran.

Cuando se quiso reutilizar un espacio liberado por un ciclo formativo en el IES Miraflores de los Ángeles, "vieron que todas las encimeras están hechas con amianto. Se paralizó la obra y se informó a la Junta, que certificó que se trataba de fibrocemento", explica la presidenta del AMPA Mirarroyo, Genoveva Gámez. La manipulación de este material es peligrosa y la retirada quedó en el aire, al igual que la adecuación de este espacio. "La Junta nos ha dicho que el presupuesto lo pague el centro con su partida de funcionamiento, lo cual es totalmente imposible porque llevamos tres años de recortes", añadió Gámez. A la concentración también acudieron padres del IES Gonzalo Huesa de Ronda, un antiguo hospital reutilizado como centro educativo con un tejado que supera en mucho los 40 años "y que no sabemos en qué condiciones está", dicen los padres afectados.

"No quieren admitir que es un problema de salud público porque tendrían que arreglarlo de forma inmediata y dónde van a reubicar a estos niños", subraya María Ángeles Guzmán. Los padres también se quejan de la falta de información. "No se nos dijo nadie que estábamos matriculando a nuestros hijos en un colegio con amianto fuera de su vida útil", se quejaron.