Soñar despierto en Los Asperones

El CEIP María de la O es desde este curso comunidad de aprendizaje y niños, padres y maestros han expresado sus deseos para el barrio Ahora tocará cumplirlos

Profesores del colegio María de la O, padres y miembros de entidades y colaboradores forman la Comisión del Sueño.
Profesores del colegio María de la O, padres y miembros de entidades y colaboradores forman la Comisión del Sueño.
Cristina Fernández Málaga

03 de julio 2016 - 01:00

Los pliegos se equivocan. En Los Asperones no están ajenos a deseos de mejoras, a anhelos de una calidad de vida que no tienen y que, muchos de ellos, ni siquiera han conocido. Sueñan despiertos, como casi todos, y piden respeto, menos violencia, más limpieza, un campo de fútbol de césped, una parada de metro o un futuro alentador para sus hijos. El colegio María de la O ha sido reconocido este año como comunidad de aprendizaje y en la primera fase de este proyecto que implica en el aprendizaje no sólo a maestros y alumnos, sino también a familias, educadores, entidades y administraciones, han creado la Comisión del Sueño. El propósito, recoger los deseos de una población que tiene que luchar duro para poder salir del agujero de la marginalidad.

"A través de las Mil y una noches y el cuento de Aladín y la lámpara maravillosa, hemos trabajado con los niños y sus familias, hemos hecho reuniones, asambleas con otros colaboradores y hemos pedido tres deseos para el colegio y para el barrio", explica Patxi Velasco, director del centro. Y bajo el lema "Somos geniales cuando trabajamos juntos por nuestros sueños" se han recogido estas peticiones que esta semana se ponían en común en la Comisión del Sueño. "Vamos a ver los que se repiten más y a elegir dos o tres con la intención de luchar juntos para conseguirlos", agrega Velasco.

Los deseos reunidos, algunos con la ayuda de los maestros, han variado según la edad de los soñadores. Los más pequeños piden infraestructuras para el barrio. Un parque en el que jugar o bancos para sentarse, columpios, farolas e instalaciones deportivas. Puestos a pedir también quieren una piscina, castillos hinchables, un McDonalds, un Mercadona, un chino para comprar de todo y barato, "gallos en las clases", un caballo para cada niño o instrumentos musicales.

"Deseo que mis niños lleguen al instituto, que haya más ordenadores en el colegio, que los padres nos unamos para trabajar juntos, para bien o para mal", escribió una madre en sus peticiones. "Que mis hijos estudien como en otro colegio, que haya un parque infantil y una parada de metro, que tiren las basuras en el contenedor", pedía otra familia en la hoja repartida por el colegio. "Ha participado más de un 50% del barrio", apuntan desde el centro. Los progenitores también demandan más excursiones para los jóvenes, casas nuevas y "en condiciones", alguna tienda para el barrio y un vigilante, además de que "no haya ratas" ni robos. "Sueño que mi hijo tenga un futuro sin problemas", expresaba una madre.

Las entidades que trabajan a diario en el barrio también han puesto sobre la mesa sus principales anhelos de mejora para unas gentes que llegaron hace 25 años a este enclave provisional y se han quedado aislados en un gueto entre el cementerio, el vertedero y el desguace municipal. "El sueño principal de las entidades es una salida para el barrio, que sus vecinos tengan oportunidades fuera, que se cree empleo y posibilidades reales para ellos", comenta Patxi Velasco. "Que las personas de Asperones luchen por su dignidad", reza una de las peticiones de las asociaciones. "Que haya espacio para las mujeres", también piden y que "las nuevas generaciones crezcan con el deseo de transformar su realidad y con aspiraciones vitales".

Y los maestros, principalmente, lo que piden es equipamiento para el María de la O, pizarras digitales, ordenadores y que sus alumnos sigan estudiando, que no se les pierdan en ese complicado camino a la Secundaria, que titulen, que se den cuenta de la importancia de la educación para su futuro.

"Me ha conmovido peticiones como la de un niño que solicitó que se acabe la moda de las peleas, porque en esos días se vivieron varias broncas grandes", apunta el director del colegio. "El aislamiento y la distancia del resto del mundo son cosas significativas y está claro que están reflejadas en este trabajo", añade. Y si bien hay "modelo de sueños de lotería", otros son peticiones que entroncan con el derecho intrínseco de una sociedad y que, con un poco de esfuerzo, no serían difíciles de conseguir.

Eso sí, para adultos y pequeños el sueño mayoritario que ha sido recogido por la comisión ha sido que haya paz y respeto en el barrio. Que la gente sea feliz, se quieran y se apoyen para encontrar esa salida que demandan desde hace tanto tiempo. Quizás, si al menos le ponen una parada de metro al alcance, puedan poner un pie fuera del pozo. Para echar el otro aún necesitarán hacer realidad otras metas más altas.

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