Bobastro, con el arte rupestre
A cuatro kilómetros del núcleo urbano de Ardales se alzan vestigios mozárabes tallados en roca
En las inmediaciones del Desfiladero de los Gaitanes se erige Bobastro, el mayor complejo rupestre del siglo IX en Málaga. Fue el centro neurálgico de las revueltas de Umar Ibn Hafsun, un muladí que a finales del siglo IX se alzó en contra del poder de los emires de Al-Andalus, desde este emplazamiento del término municipal de Ardales (a unos 4 kilómetros de su núcleo urbano). El paraje de Las Mesas de Villaverde, entre los cerros del Tintilla, Castillón y la Encantada se convirtió en su fortaleza durante medio siglo, desde donde tenía buen acceso a las campiñas del Guadalquivir y a la Vega de Granada.
Las huellas de este episodio histórico aún existen gracias a la conservación de vestigios arquitectónicos de la época como los de una basílica árabe y un castillo, que constituyen las conocidas como ruinas de Bobastro.
Los monumentos integrados en el paisaje hacen de este enclave un reclamo para aficionados a la práctica del turismo cultural y natural. La ruinas de Bobastro están incluidas dentro de las rutas oficiales de la Dirección General de Bellas Artes. Desde 1931 están catalogadas como monumento nacional.
El asentamiento consta de tres áreas en las que destacan un extenso espacio periurbano con funciones residenciales y de culto, en el que se encuentra la basílica rupestre de nuestra Señora de Villaverde, la medina con concentración de viviendas semirrupestres organizada en torno a la alcazaba en el cerro de El Castillón, de doble recinto amurallado y, finalmente, una serie de castillos-puerta en los riscos cercanos, que formaban el sistema defensivo del conjunto. Se trata de un yacimiento espectacular que sorprende por su buen estado de conservación.
De todo este recinto aún son palpables las bases de algunas de sus murallas y de sus torres. En el conjunto monástico se aprecia un patio, en el que hay restos de un aljibe y de algunos silos; en uno de los lados se halla el templo, excavado en la roca, en el que Umar Ibn Hafsun se convirtió al cristianismo.
El interés de esta iglesia mozárabe radica en que, hasta el momento, es la única muestra arquitectónica que puede definirse como puramente mozárabe, puesto que se trata de un templo levantado por la comunidad cristiana durante el dominio musulmán y en territorio califal.
De la iglesia, tallada en roca arenisca, quedan restos de su primigenia estructura. Diseñada sobre planta basilical, se conservan parte de sus tres naves, separadas por arcos de herradura, y de su cabecera con tres ábsides. Su planta es basilical y posee una distribución muy jerárquica de los espacios que alberga, con tres naves separadas por pilares con arcos de herradura.
Desde la zona más elevada de Las Mesas de Villaverde se adivinan los tajos y precipicios que cercan a la elevada meseta, donde se construyó un embalse, el de la Encantada, que tiene como fin producir energía eléctrica, tras una previa elevación artificial de las masas de agua necesarias para ello.
La visita se puede completar con una escapada a la zona del Desfiladero de los Gaitanes, en las inmediaciones de El Chorro.
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