La Diputación retirará los títulos franquistas con el rechazo del PP

No hubo sorpresas de última hora y al final el Pleno de la Diputación Provincial de Málaga aprobó ayer, con el rechazo del PP y el apoyo de IU, la propuesta del PSOE de anular los nombramientos y distinciones concedidos por el propio organismo entre 1937 y 1975 durante el régimen franquista. El debate no estuvo exento de polémica y los diputados populares llegaron a abandonar la sala durante la votación en señal de protesta ante el rechazo de los socialistas de retirar la propuesta y crear una comisión para analizar de forma individualizada cada uno de los 36 honores otorgados.

PSOE e IU acusaron a los populares de "asumir la herencia del franquismo" y de no respetar la decisión de una administración democrática para anular los títulos concedidos a más de una veintena de personas vinculadas a la dictadura, incluido el propio general Francisco Franco, varios de sus ministros, ex presidentes de la Diputación de Málaga y ex gobernadores civiles.

El grupo socialista se mantuvo firme en su postura de sacar adelante la iniciativa aludiendo a la responsabilidad de las administraciones públicas para hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica. El portavoz del PSOE, Jesús Mora, aseguró que "no podemos decidir entre unos sí y otros no porque todas estas personas estuvieron vinculadas al franquismo".

Pero el portavoz del grupo popular, Francisco Salado, insistió en que la decisión de retirar los honores es "injusta" en algunos casos como en el del ex ministro franquista José Utrera Molina, el único del listado que aún sigue con vida y que recibió la Medalla de Oro de la Diputación y el título de Hijo Predilecto en 1975.

"La figura de Utrera no se puede comparar con la de un dictador porque se estaría poniendo en duda su honor", aseguró Salado, que consideró que con esta iniciativa la Diputación Provincial "contribuye a reabrir heridas del pasado cuando tendríamos que optar por el espíritu conciliador de la institución".

Los argumentos de los populares no fueron suficientes para convencer al PSOE para retirar la propuesta y los diputados abandonaron la sala de plenos en señal de protesta durante la votación por creer que "no es una moción seria", según dijo Salado antes de salir.

La portavoz de IU, Encarnación Páez, se mostró indignada por la actitud de los diputados del PP a los que instó a "comportarse como un partido democrático". Su grupo, que gobierna en coalición con los socialistas, sí apoyó la iniciativa por considerar que de esta manera "se instaura la dignidad de las personas represaliadas durante el franquismo".

Hasta el presidente de la Diputación Provincial, Salvador Pendón, intervino tras lo sucedido y señaló que "no debemos olvidar que mientras los gobernadores civiles del régimen eran recibidos con todos los honores en el Palacio de la Aduana cuando visitaban Málaga, dos plantas más abajo se estaba torturando a personas únicamente por tener una ideología política distinta".