Un vegetariano asequible y distinto

EL CALAFATE

Los amantes de la comida vegetariana disponen desde hace algo más de un mes de un nuevo rincón en la ciudad. La calle Andrés Pérez, la estrecha vía que conduce desde la Plaza de los Mártires hasta Carretería, decorada con citas literarias en sus paredes (¿recuerda alguien el proyecto del barrio de los escritores en pleno casco histórico?) y convertida en recorrido neurálgico de la juventud malagueña proclive a los ambientes íntimos gracias a establecimientos como la popular Tetería El Harén, acoge, precisamente frente a ésta, al restaurante vegetariano El Calafate, que en tan breve plazo de tiempo se ha convertido ya en plaza habitual de los amantes de este tipo de propuestas. Sus grandes valores pueden distinguirse de esta manera: por un lado, su ambientación acogedora y deliciosa, que combina los aires familiares con cierta intención distinguida y cultural (de hecho, hasta el próximo día 31 acoge una exposición fotográfica colectiva, Del cristal a la luz), muy en correspondencia con el entorno; por otra, su oferta gastronómica, basada en la puesta en juego de productos frescos y naturales. De lunes a jueves la carta no tiene demasiada presencia, pero los menús, al módico precio de 8 euros, son altamente recomendables. Destacan la pasta, especialmente sabrosa, los guisos caseros y los woks de verduras al curry, así como los postres (deliciosa la tarta de zanahoria). Tampoco conviene perderse la lasaña y las variedades tipo mousaka. Ideal por su relación calidad / precio para quienes trabajan en el centro y prefieren almorzar fuera, El Calafate es en realidad una casa abierta a todos. Que aproveche.