"El Málaga me ha devuelto la alegría por el fútbol"
Charles Dias de Oliveira. Jugador del Málaga
Charles se lo debe todo a su padre, exfutbolista del Santos, incluso su nombre: "Lo usaba para ligar porque no le gustaba el suyo". "Si no fuera futbolista, sería futbolista", deja claro.
Fútbol y familia se dan la mano en Charles. Su sangre es brasileña pura, su familia está minada de jugadores que patearon la bola, varios de ellos en primera división. Entre Brasil y Portugal se crió a caballo, y ahí estaba su padre destacando. Cuando se vino a España, al Pontevedra, compuso una delantera memorable con Yuri e Igor, dos de sus múltiples primos. Siempre jugó con alegría hasta que el año pasado el ostracismo le chafó en Vigo. No es casualidad que este verano se le vea moverse con tanto vigor y corra como un canterano. Ha recuperado la sonrisa.
-¿Por qué Charles? No es muy brasileño.
-Es la primera vez que cuento esto: mi padre me contó una historia cuando era pequeño. Su nombre no le gustaba y cuando iba a ligar con las chicas decía que se llamaba Charles, porque pensaba que ese nombre quedaba mejor. Al conocer a mi madre le dijo que cuando tuviesen un hijo se llamaría Charles, y aquí estoy.
-¿Son una familia muy futbolera?
-Somos una familia muy futbolera, llevamos el fútbol en la sangre. Gracias a Dios, a mí también me tocó. Si no fuera jugador de fútbol, sería jugador de fútbol. Mi padre jugó en Portugal, en el Santos y otros equipos importantes de Brasil y Portugal.
-¿Cuál era el equipo familiar?
-El Paysandú, el equipo de donde vivimos [Belém], también el equipo donde jugó mi padre. Ahora es entrenador ahí en las categorías inferiores, igual que mi tío. Ya te digo, somos una familia muy futbolera.
-Vamos, que su hijo también lo será el día de mañana.
-Tengo uno y el otro día entró conmigo al campo y me dio suerte. Ojalá que cuando tenga la oportunidad de llevarle a una escuela de fútbol pueda aprender.
-Dice que su padre jugó en el Santos. ¿Coincidió con Pelé?
-Y yo, yo también jugué en el Santos con 15 años, pero cuando jugó mi padre yo no había ni nacido. No recuerdo cuándo jugó. He visto fotos de mi padre, pero no lo recuerdo con él.
-¿Cómo se produce el sueño de todo brasileño de ir a Europa?
-Mi padre vino a jugar a Portugal cuando yo tenía cuatro años. Luego, con 11, nos volvimos a Brasil toda la familia. Después me volví solo a los 16. Tenía amigos de cuando viví en Portugal y así fue más fácil la adaptación. Ya sabía hablar el portugués de allí, tenía personas conocidas y fue más fácil.
-Del portugués brasileño al portugués de Portugal y de ahí al portugués gallego en el Pontevedra.
-Así fue. Fueron muy buenos años allí, luego otros dos también en Vigo. Tengo muchos amigos allí y buenos recuerdos. Igual que en Andalucía, donde también tengo amigos. Estuve en Córdoba dos años, también en Almería, ahora Málaga...
-¡Los jugadores brasileños son unos trotamundos!
-Somos jugadores profesionales y jugamos donde nos toca ir.
-¿Cómo fue cuando le dijeron que se iba a España a jugar?
-Tenía 19 años. Me fichó el Pontevedra en Segunda, yo era un niño. Otra lengua, un equipo más profesional de los que estaba, con otras aspiraciones... La adaptación fue buena, esa Segunda ya era muy buena, muy fuerte. Estaba el Málaga B también, contra el que jugué, aquí y allí. Marqué 8 o 9 goles, que para ser el primer año está muy bien. Después de allí ya fue más buena la adaptación.
-En el Pontevedra comienza su relación con Javi Gracia y ya desde entonces funciona.
-Sí, funciona muy bien. Después ya me toca ir a Almería con él, procedente del Córdoba, y es un año en que me sale todo, también al equipo. Subimos a Primera y yo soy pichichi de la categoría. Me ficha el Celta, me quedo dos años y ahora nos toca aquí en el Málaga.
-Sus mejores temporadas en España han sido con Javi Gracia de entrenador. ¿Qué hay entre ustedes?
-No lo sé, sinceramente. Me llevo bien con él, con todos los entrenadores. Él sabe sacar el mejor partido de mí y ojalá que aquí sea igual. No tengo ninguna duda de que el equipo y yo vamos a hacer una gran temporada.
-Cuando hace unos meses vio la llamada de Javi Gracia debió ser una tremenda alegría.
-[Risas]. Ya veníamos hablando de la posibilidad de venir y me alegró mucho la opción del Málaga. Surgió la opción de venir aquí porque me quería y hay que darle las gracias a él y a los directivos del Málaga, que se han esforzado bastante para llegar a un acuerdo con el Celta.
-¿Iría a cualquier sitio con él?
-No sé, el fútbol da muchas vueltas. Un proyecto que él lleve va por muy buen camino. Es un entrenador joven que trabaja muy bien los equipos y seguro que tendrá un futuro por delante muy bueno.
-Del Celta estaba claro que se tenía que ir.
-Me tocó vivir la peor cara del fútbol, de no jugar, de entrar un minuto, dos, y eso era la primera vez que me tocaba. Cuando no tienes la confianza del entrenador, es lo peor. Me llevaba bien con todos, también con el cuerpo técnico. Al final hablé con el entrenador y con la dirección porque era imposible quedarme así otro año. Soy muy ambicioso y no podía seguir en esa situación. Salió lo del Málaga y estoy muy contento por ello. Espero demostrar que estoy a la altura del club.
-¿Le ha devuelto el Málaga la alegría del fútbol?
-En el poco tiempo que llevo, así es. Estoy muy alegre, sobre todo porque los compañeros también me han acogido muy bien. A mí y a todos los nuevos, nos han hecho la adaptación muy fácil. Hay que darle las gracias a ellos también. Tanto yo como mi familia estamos contentísimos. Sólo me falta la casa [risas].
-Javi Gracia le tiene mucha estima, pero también le hace correr mucho en el campo.
-Sí, claro, no tiene nada que ver una cosa con la otra. Yo no tengo privilegios ni mi puesto asegurado. El que no corre con este entrenador no juega. Tengo que correr igual o más que los demás para tener un hueco en el equipo. Esto es Primera, hay jugadores de mucha calidad. Al que se relaja se le pasa el tren.
-Tiene que correr para presionar, pero luego le juzgarán por marcar o no marcar.
-Hay que tener mucha gasolina, pero entrenamos para llegar bien a los partidos.
-¿Se está adaptando fácilmente por conocer ya al técnico?
-Yo me estoy encontrando muy bien con todos mis compañeros. El viernes próximo el equipo tiene que estar bien. Empieza la Liga y seguro que el equipo va a estar bien ese día.
-Cop está sorprendiendo. ¿A usted también?
-Me siento bien con él y con todos. Nos estamos conociendo. Este era un equipo que ya tenía mucha calidad y los que han llegado también la traen al grupo.
-Parece que este año jugarán más con dos delanteros. Desde fuera se les ve cómodos así.
-Me siento bien. Me adapto a cualquier sistema de juego. Yo al principio con Javi Gracia, en el Pontevedra, jugaba como extremo derecho, así que... En todas las posiciones de ataque puedo jugar. Ahora me gusta más ser delantero, pero me adapto sin problemas a lo que sea. Antes jugaba en banda, en el Pontevedra era así.
-¿Qué sensaciones le transmite La Rosaleda?
-Cuando vine a jugar aquí con el Celta me impresionó un poco el ambiente que había, el respeto que impone. Ojalá que esta temporada sea así también, que los equipos que vengan a jugar aquí sientan el calor de la afición en contra. Ojalá que sea un campo respetado y que vengan aquí a saber que van a jugar contra un Málaga poderoso.
-Dice que es ambicioso. ¿Eso cuánto es traducido en goles?
-En todos los equipos que jugué, cuando llegaba nunca prometía goles, sí muchísimo trabajo, ayudar a mis compañeros tanto dentro como fuera del campo. Con mi trabajo los goles seguro que saldrán naturalmente. Lo más importante es que el equipo consiga sus objetivos, y seguro que marcaremos goles.
-¿Se peleará con Amrabat por tirar los penaltis?
-No, para nada. Lo importante es que el que los tire los marque. No habrá pelea por tirar los penaltis ni por jugar, lo importante es que quien juegue ayude al equipo. El objetivo es que el equipo esté lo más arriba posible.
-¿Cuál es su récord de goles en una temporada?
-Está en 32, en el Almería. Pero está complicado repetirlo, ¿eh? Fueron 27 en liga regular y cinco en play off. Complicado... ¡complicadísimo! [risas]. La mitad ya es complicado, imagínate el total. A partir de diez, los delanteros solemos estar más o menos contentos.
-Es tremendo el nivel de delanteros que hay en la Liga ya.
-Pfff, Cristiano, Messi... Son delanteros impresionantes. A los normales nos hacen quedar como si metiéramos pocos. Si ellos están en crisis con dos jornadas sin marcar, ¿nosotros qué?
-El nivel con que llegan Sevilla y Barça es tremendo.
-Bueno, ya nos tocaron el año pasado y Celta y Málaga fueron los únicos en ganar en el Camp Nou. Contra el Sevilla el Celta también hizo partidazos. Hay que tener respeto, no miedo. Tienen que sentir qué es esto, qué es La Rosaleda, y nosotros tenemos que sentirnos arropados con nuestra afición y nuestro juego para hacernos respetar también. El partido va a ser complicado. Lo importante es que el equipo dé la cara el viernes y consiga estar a la altura del derbi.
-Empezar la temporada en casa se hace mejor puntuando.
-Siempre es importante puntuar. Claro que queremos los tres, pero es importante sumar todas las semanas para ir cogiendo puntos e ir dejando a los de abajo atrás. Pero jugamos en casa, con nuestra afición, y claro que queremos los tres puntos.
-El Málaga ha perdido a los Samus y Juanmi. Pese a ello, ¿sigue viendo en el equipo que perduran los automatismos?
-Sí, siguen estando. El año pasado no estaba aquí y veía lo que estamos haciendo ahora. Eso es importante, tener un estilo de juego definido. Veía el año pasado que el Málaga siempre intentaba jugar al ataque, marcar goles. Hizo muy buena campaña y estuvo muy cerca de Europa. Ojalá este año sea igual o mejor.
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