Una apuesta por la revelación
Además de los dólmenes, el Comité del Patrimonio Mundial decidirá a partir de hoy respecto a una treintena de candidaturas de todo el mundo y revisará la lista de bienes en peligro
El trabajo que desde hoy y hasta el día 20 debe acometer el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco no es precisamente escaso: en estos días deberán someterse a la evaluación definitiva 29 candidaturas de aspirantes de todo el mundo a ingresar en la Lista Representativa (nueve propuestas de inscripción de sitios naturales, dieciséis de sitios culturales y otras cuatro de sitios mixtos), pero en su orden del día figura también el examen sobre el estado de conservación de 108 sitios ya inscritos en la Lista y de los 48 sitios incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, con siete lugares tristemente aspirantes a engrosarla. Tomadas en peso, las candidaturas que aspiran a llevarse el título de Patrimonio Mundial (no se trata de una competición por cuanto no existen cupos; las decisiones dependerán exclusivamente de los valores propios de cada propuesta y su estado de conservación, además de los apoyos políticos y otros aspectos colaterales), ofrecen una suerte de mapamundi que da cuenta de las múltiples expresiones culturales de la especie humana. Un festín para románticos.
El Sitio de los Dólmenes de Antequera, incluido en la categoría de sitios culturales, constituye la única candidatura correspondiente a la antigua cultura megalítica. También es la única propuesta española, pero no la única de la Península Ibérica: las cuevas neandertales de Gibraltar se presentan como aspirantes del Reino Unido, también como sitio cultural. En esta misma categoría se encuentran la obra arquitectónica de Le Corbusier, que la candidatura valora como "contribución excepcional al Movimiento Moderno", con edificios en Alemania, Argentina, Bélgica, Francia, India, Japón y Suiza; los astilleros de Antigua y Barbuda y los entornos arqueológicos próximos; las tumbas medievales monumentales de Stecci (con elementos repartidos entre Bosnia- Herzegovina, Croacia, Montenegro y Serbia); el conjunto moderno de Pampulha (Brasil), con diversos edificios del arquitecto Oscar Niemeyer; el paisaje de arte rupestre de Zuojiang Huashan (China); las obras mayores de la arquitectura moderna de Frank Lloyd Wright en Estados Unidos; el sitio arqueológico de Filipos en Grecia; vestigios excavados en Nalanda Mahavihara (India); el qanat persa de Irán; el centro ceremonial de Micronesia Oriental conocido como Nan Madol; el centro histórico de la Ciudad de Panamá; y el sitio arqueológico de Ani enTurquía. También habían presentado sus candidaturas el parque histórico de Phu Phrabat en Tailandia y el urbanismo románico de la Península de Zadar en Croacia, aunque finalmente fueron retirados por sus respectivos países.
Las nueve candidaturas aspirantes a ingresar en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco como sitios naturales son Mistaken Point de Canadá; el paisaje de Shennongjia au Hubei en China; el conjunto tectónico-volcánico de la Cadena de los Picos y la falla de Limaña (Francia); el desierto de Lout en Irán; la región de Tien Shan occidental, que comparten Kazajstán, Kirguistán y Uzbekistán; el archipiélago de Revillagigedo en México; el Parque Nacional Marino de Sanganeb y el Parque Nacional Marino de la bahía de Dungonab (isla de Mukkawar), localizados ambos en Sudán; el complejo de los bosques de Kaeng Krachan en Tailandia; y los ecosistemas de montaña de Koytendag en Turkmenistan. En cuanto a los sitios mixtos, incluidos en esta categoría especial dado que reúnen valores considerados tanto culturales como naturales, las cuatro candidaturas son las de Pimachiowin Aki en Canadá; el Parque Nacional de Khangchendzonga en India; el refugio de biodiversidad y el paisaje arcaico de las ciudades mesopotámicas ubicados en Ahwar del Sur (Iraq); y el macizo del Ennedi en Sudán.
En cuanto a las malas noticias, los sitios propuestos para su ingreso en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro son el valle de Katmandú, la reserva de fauna del Dja en Camerún, el valle bajo del río Omo en Etiopía, las ciudades antiguas de Djenné en Mali, el impresionante centro histórico de Shakhrisyabz (Uzbekistán) y el complejo forestal de Dong Phayayen-Khao Yai (Tailandia). La inclusión en esta lista revela que la protección y conservación que merecen estos lugares por su condición de Patrimonio Mundial no es la que debiera, aunque también pueden ingresar en la misma enclaves que hayan llegado a la Lista Representativa de manera condicionada a la puesta en práctica inmediata de actuaciones de mejora que no hayan tenido lugar. De ello se da buena en cuenta en foros como el que se celebra en la misma Estambul desde el 29 de junio, con jóvenes de todo el mundo implicados en la protección del patrimonio, de manera previa al Comité.
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