Un siglo para Muñoz Rojas

Los centenarios de los escritores suelen convertirse en la coartada perfecta para que los amantes de los homenajes y reediciones conmemorativas (especialmente en la esfera pública) hagan su agosto. Que el autor sea además testigo de este tipo de efeméride representa una rareza constitutiva de milagro. Recientemente, Francisco Ayala se subió su siglo a la espalda y lo celebró por todo lo alto, con candidatura al Nobel de por medio; en este 2009 que apenas levanta cabeza, es el poeta antequerano José Antonio Muñoz Rojas quien se dispone a afirmar que cien años no son nada. Hasta octubre, fecha del definitivo cumpleaños, los laureles se presumen muchos, y los primeros actos destinados a inmortalizar la figura del autor de Objetos perdidos ya se van anunciando.

Precisamente, la Junta de Andalucía movió ayer ficha y el Centro Andaluz de las Letras acordó declarar a Muñoz Rojas autor del año 2009, categoría que compartirá con Antonio Machado (éste lo hará por otro motivo meramente cronológico: en el nuevo año se cumplen los setenta de su muerte). De manera inmediata, esta decisión tiene diversas traducciones prácticas: durante el nuevo año, se impartirán en diversas ciudades andaluzas unas jornadas dedicadas al también director de la Academia de las Artes, las Ciencias y las Letras de Antequera, en las que numerosos expertos analizarán la figura del poeta y su obra en relación con su época. El Circuito Literario Andaluz consagrará sus programas al malagueño, con recitales monográficos, convocatorias de ayudas para publicaciones y propuestas para el fomento de la lectura. Todas estas iniciativas contarán con el apoyo económico y logístico del Ayuntamiento de Antequera la fundación que lleva el nombre del autor. Además, la Consejería de Cultura distribuirá 1.500 ejemplares de la Obra completa en verso, publicada por Pre-Textos hace unos meses, por la Red de Bibliotecas Públicas de Andalucía. La celebración del Día Internacional del Libro, el 23 de abril, tendrá este año igualmente una especial significación en torno a Muñoz Rojas.

Reconocido con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2002 y con el Premio Nacional de Poesía en 1998 entre otros muchos galardones, admirado por buena parte de la Generación del 27 (Dámaso Alonso calificó Las cosas del campo como "el libro de prosa más hermoso que he leído desde que soy hombre") y arisco con todo lo que tiene que ver con la esfera pública, especialmente con los medios de comunicación, Muñoz Rojas ostenta como pocos una voz singular y propia en el panorama de la poesía española. Su verso depurado y quieto le entronca directamente con la mejor tradición poética inglesa; no en vano, durante los años 30 pasó varias temporadas como lector en la Universidad de Cambridge y ha traducido a poetas de la talla de John Donne, Richard Crashaw, William Wordsworth, Gerard Manley Hopkins, Francis Thompson y T. S. Eliot. Alejado de los grupos y movimientos poéticos, su figura (no su obra) se ha deslizado a menudo en silencio; pero un siglo basta para la Historia.