Años inolvidables
Ángel Valencia
Un nuevo pacto social
Luces y sombras
PESE a la obligada prudencia, en Unicaja consideran que tras los pasos que se han dado las posibilidades de que fructifique la compra del Banco Ceiss, la ficha que creó Caja España-Duero, es de un 99%. Esperan que como muy tarde antes de acabar el mes, el Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenado dé luz verde a su última petición: una cobertura por si la Justicia fija indemnizaciones millonarias a algunos privados que compraron preferentes u otros instrumentos subordinadas sin conocer la letra pequeña del contrato.
El compromiso del FROB irá incorporado a la llamada oferta de compra de la financiera malagueña por Ceiss. Unicaja quiere que de los 1.430 millones de preferentes y subordinadas de Ceiss 1.250 se transformen en capital del banco castellanoleonés. Acciones que luego se integrarán mediante una oferta de adquisición en el capital de Unicaja mediante una ampliación. Son los números técnicos que el equipo de Braulio Medel defiende como apropiados para mantener unos coeficientes de solvencia adecuados para la entidad resultante.
Pero si se da por hecho que el acuerdo ya está más que cerrado y a la tercera va la vencida tras los procesos frustrados de Caja Castilla La Mancha y Cajasur, es seguro que no estaremos ante el final en este largo proceso de reestructuración del sector financiero español en general y por supuesto en el de Unicaja en particular.
Medel ya está escuchando voces en su equipo que le animan a no detenerse. Con Ceiss en teoría Unicaja asciende al séptimo puesto entre los grupos bancarios de España, aunque a enorme distancia del sexto. Cruzan Despeñaperros, llegan al norte, diversifican totalmente el negocio que en las tierras altas no brinda beneficios espectaculares como puede suceder en el sur pero garantiza estabilidad. La futura nueva filial sí les abre la puerta a que Unicaja se considere a partir de entonces un banco nacional, con sede en Andalucía. Las conversaciones para sumar nuevos efectivos, algunas ya iniciadas antes, se retomarán. A su favor, entienden que ya no habrá localismos que impidan nuevos pactos al este y al norte porque desde Málaga se centralice el grupo.
Pero antes tendrán que sortear cómo solventar el anteproyecto de cajas que impide a Medel compatibilizar la presidencia del banco y la de la fundación que controlará las cajas que eligen a los consejeros. Una imposición europea para diluir el poder político que ha impregnado la gestión de las cajas. "Como si a Botín le dijeran que no puede presidir la junta de accionistas", me comparaban hace unos días la situación. Sólo que el presidente del Santander también es dueño del banco.
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