El mundo de ayer
Rafael Castaño
Tener un alma
Carta abierta a lourdes gálvez del postigo
NO tengo por costumbre contestar a las tonterías y mentiras que, a menudo, aparecen en los medios de comunicación. Pero en esta ocasión, me veo obligado moralmente, no por mi persona, sino por lo que significa el Flamenco en la llamada cultura andaluza. Durante los días 2 al 5 del presente mes se ha celebrado en Málaga el 37 Congreso de Arte Flamenco que, en contra de las adversas circunstancias, ha contado con un número mayor de asistentes que el anterior, celebrado en Antequera.
Pues bien, grande fue la sorpresa mía al ver en el Diario Málaga Hoy (5 de septiembre de 2009, pág. 44, sección Cultura y Ocio), un artículo cargado, por desgracia, de mentiras, difamaciones et reliqua, firmado por Lourdes Gálvez del Postigo. Mire usted, joven, para cumplir con las normas del periodismo objetivo hay que tener muy presente sus fines: informar, educar y recrear. Nada de estos mínimos presupuestos tiene su desafortunado escrito. ¿Cómo puede escribir y juzgar -pregunto- sin haber estado presente en el congreso? Escribe ex audito. Eso no tiene valor apodíctico, ni siquiera autoridad para conseguir lo que pretendía: difamar y hacer daño a la afición. En este congreso se han presentado los siguientes títulos: Don José Pérez de Guzmán y su fandango, de Francisco Zambrano Vázquez (médico y eminente flamencólogo extremeño); Flamenco para Flamencos, del Profesor y flamencólogo Manuel Sánchez Bracho; El vino. 120 preguntas, del profesor Serafín Quero Toribio, catedrático de Lengua y Literatura de la Universidad de Dresde (Alemania), e indirectamente, El flamenco en la obra poética de Federico García Lorca (Disco y libro) y Forjadores del Arte Flamenco, del autor de esta carta. Una extraordinaria ponencia sobre El flamenco en Málaga a través de los viajeros románticos. Una aproximación histórica, del profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Jesús Asensi Díaz y, de manera especial, la magistral ponencia La guitarra de Julián Arcas hasta nuestros días, de Celia Morales (teoría y práctica en una sola persona, ¡qué maravilla!). No puedo dejar en la cuneta del olvido la bien confeccionada y expuesta ponencia de Aurelio Gurrea sobre Génesis del folclore malagueño (simplemente, apoteósico), como no lo fue menos el trabajo presentado por Estela Catania: La diversidad de los tangos. También se juntó aquí la teoría y la práctica. Mención especial merece la recopilación histórica que hizo el famoso flamencólogo por antonomasia José Luque Navajas con su ponencia La Peña Juan Breva y su influencia en el cante.
Asimismo, debemos referenciar las novedades discográficas junto a libros. Todos los congresistas recibieron, entre otras atenciones, Manolo Caracol. Centenario de su nacimiento. Libro + 2Cd, producido por Manuel Cerrejón Redondo (Sevilla, 2009), como también Flamenco y Universidad, Vol. IV. Diego del Gastor, publicado por Ediciones Marita (Sevilla, 2009), el precioso y didáctico libro La dimensión infinita de Pepe Marchena, del flamencólogo, locutor y periodista Gonzalo Rojo Guerrero (años de intensa labor investigadora) y -¡cómo no!-Cuatro de Málaga. XXXVII Congreso Internacional de Arte Flamenco. ¿Cómo, pues, se atreve, Señora Gálvez del Postigo, a escribir en un periódico como Málaga hoy tales mentiras? Eso nunca es correcto y, siendo hija de un cantaor, menos aún. Usted le debe bastante al flamenco. Trabaje, por tanto, en positivo…
En cuanto a las ponencias, le contesto -porque ese doble ponente soy yo, Alfredo Arrebola- quien ha dedicado muchas horas en preparar sus dos ponencias: Alma andaluza, referida al poeta malagueño José Sánchez Rodríguez (¿lo conoce, por casualidad?); y Proyección musical de los verdiales en el flamenco (con la prestigiosa ayuda del guitarrista Daniel Mora), síntesis de mi libro Los verdiales en el flamenco. Su proyección musical (Málaga, 2005), y no "ante la falta de profesionales interesados en los devaluados congresos". Según tengo entendido, se presentaron muchas ponencias y seleccionaron las más idóneas en referencia a Málaga cantaora. Y le digo más: yo no he cobrado ni un solo euro. Las compuse guiado sólo y exclusivamente por dar a conocer los valores culturales, literarios y musicales del cante flamenco. ¿Cómo tiene, pues, el valor de manifestar públicamente que "… los congresos de actividades flamencas han quedado en una excusa para pasar unos días de vacaciones en la ciudad de turno, sin mayores pretensiones, en detrimento del conocimiento y la puesta en valor científico del flamenco"?. ¡Cómo se ve que no ha estado presente en el 37 Congreso!. De vacaciones, le diría aquello de los latinos: Nequaquam, domina. Y para un mayor conocimiento suyo, le diré --sin el más mínimo rubor- que en la actualidad se investiga mejor que en épocas anteriores. Hoy no se dicen las tonterías de antaño; algo así parecido a su escrito, hecho a su antojo y sin fundamento in re. Yo sí he estado las 24 horas viendo y observando las cosas buenas y las malas que haberlas, háylas. Pero queremos obrar bien. Usted se ha burlado de muchas personas que han dedicado mucho tiempo en beneficio de cuantos sienten el flamenco de verdad.
También te puede interesar
El mundo de ayer
Rafael Castaño
Tener un alma
¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
La semana ‘horribilis’ de Sánchez
Quizás
Mikel Lejarza
Hormigas revueltas
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
‘Informe caritas’
Lo último