En clave de futuro

Tribuna/EL final de la primera década del siglo XXI comienza a caracterizarse por la tendencia a resituar al hombre como centro de la realidad. Como ya ocurriera en el Renacimiento, cuándo la visión teocéntrica del mundo fue desplazada por un antropocentrismo pujante, hoy en día, la ciencia y su derivada la técnica, que habían venido dominando los últimos 200 años, comienzan a ser cuestionadas como triunfadoras absolutas, dejando paso al que podríamos denominar antropocentrismo 2.0; y nunca mejor dicho, pues todo lo 2.0 debería ser precisamente eso: neo antropocentrismo. Efectivamente, el poder emergente del ciudadano se está manifestando a través del nuevo rol del prosumidor sobre el que se asentará la nueva consciencia colectiva, tras la que un renovado liderazgo de las personas nos catapultará definitivamente hacia una sociedad global más justa y equitativa. Veremos emerger un movimiento de emancipación vinculado a la universalización de Internet, que servirá de instrumento y acicate a revoluciones semejantes a las vividas en el siglo XVIII.

Así lo demuestra el creciente papel del conocimiento, el renacer de valores ancestrales como el amor a la naturaleza, el talento, la ideación, la intuición o la creatividad, o la creciente relevancia de corrientes como el neo espititualismo o la propia inteligencia emocional. En consecuencia, comenzamos ya a vislumbrar un inminente cambio de paradigma que comienza a afectar al mundo de los negocios, a la administración pública, a la política y a la sociedad en su conjunto. Así, son muchas las empresas que están incrementando el peso relativo de la voz de consumidor. En los laboratorios de I+D de las empresas, existe ya una larga trayectoria de técnicas y metodologías que permiten testar la interacción entre nuevos productos y sus potenciales consumidores: prototyping platform, field trial, market pilot, test-bed, living lab, societal pilot, lead user, persona & scenarios. La mayoría han sido considerados hasta la fecha metodologías de abordaje de arriba a abajo. De otro lado, están las consideradas de abajo a arriba, que incorporan en mayor medida las vivencias y emociones de las personas como punto de partida para la obtención de soluciones: diseño emocional, ingeniería emocional (Kansei), e incluso otras mas vinculadas a los clásicos modelos de calidad como la calidad percibida o Servqual.

Todas ellas tienen en común la necesidad de delimitar escenarios de desenvolvimiento humano que permitan acotar las decenas de variables de valor a considerar en la definición empresarial de un nuevo producto o servicio; y que en cualquier caso sólo se diferencian en los principios y metodologías que las inspiran; pudiendo en su conjunto quedar integradas bajo un marco compartido que hemos denominado Espacios Sociales de Innovación (ESDI).

El II encuentro de ESDI, que se celebra en Málaga los días 15 y de 16 de octubre, pretende concentrar a todos los profesionales y organizaciones que trabajan en campos cercanos a los aquí expuestos (ergónomos, etnógrafos, sociólogos, ingenieros o diseñadores) junto con asociaciones profesionales, grupos de investigación, redes de living labs, los Grupos de Acción Local como dinamizadores del desarrollo rural y otras tantas iniciativas que de una u otra forma se relacionan con alguno de los enfoques o aproximaciones antes referidas, para que unan sus fuerzas ante la exigencia de alcanzar un cuerpo unificado de doctrina, para hacer frente a los grandes retos que se avecinan; lo que sin duda ayudará a identificar las claves de la construcción de una sociedad más competitiva, al tiempo que más justa, vinculada al nuevo mercado de las ideas. Así, mejoraremos la calidad de vida y el bienestar, no sólo para las personas sino desde las personas. Todo ello deberá conducirnos hacia un futuro más sostenible, donde el retorno social de las inversiones en I+D+i se erijan como factor determinante de la innovación. El encuentro terminará con la conferencia de George Akerloff, premio Nobel de Economía en 2001, y que presentará las claves del modelo de Economía e Identidad.