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Ignacio Martínez
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La tribuna
LOS andaluces seguimos buscando caminos y fórmulas para afrontar el reto de transformar el actual modelo productivo en una economía sostenible, esa que cuenta con más empleos de alto valor añadido y que se basa principalmente en el conocimiento. Repetimos y no nos cansamos de decir que es la hora de la transferencia tecnológica y de la apuesta por la innovación. No estamos solos los andaluces. Trabajamos en estos momentos con el impulso político de un nuevo marco legal para la ciencia, la tecnología y la innovación y con una estrategia estatal de innovación que lidera el Ministerio que dirige Cristina Garmendia. España desea contribuir activamente para realizar con éxito la transición al nuevo modelo productivo porque es el futuro del país. ¿De qué innovación hablamos? Hemos aceptado un concepto de innovación vinculado a la aplicación de las nuevas tecnologías en los procesos productivos. Pero la innovación es mucho más. Innovar es generar ideas, es selección, organización y aplicación de esas ideas con el mejor fin: el bienestar y el progreso de las sociedades. Y, sobre todo, innovación es mejora de procesos sociales, de la participación de los actores, de la gestión del conocimiento, de la democracia misma y del papel que deben jugar las personas. Esas personas están presentes en la estrategia estatal de innovación, son el quinto eje del documento elaborado por el gobierno. No está mal, pero debemos ir más allá de la incorporación del talento innovador a las empresas. Debemos avanzar en paralelo hacia un proceso democratizador de la innovación. En la línea de innovación abierta en la que ya trabajan los living labs -ecosistemas de innovación abierta basados en la colaboración de empresas, usuarios e instituciones públicas-, y los Espacios Sociales de Innovación (ESdI). En Andalucía tenemos la cuarta parte de los labs españoles reconocidos en la red europea. Ahora es necesario sumar el esfuerzo que realizan cada uno de ellos y articular una propuesta que permita integrar este capital en las estrategias andaluza y española de la innovación.
Los living labs y los ESdI andaluces han celebrado su primer encuentro en Málaga organizado por el Instituto de Innovación para el Bienestar Ciudadano (I2BC). Este foro ha reunido a los representantes de los principales pilares de la creación colaborativa, es decir, los usuarios, los desarrolladores, los proveedores de tecnologías y las empresas. Los objetivos son ambiciosos. En primer lugar, la sostenibilidad económica de estos modelos de innovación abierta, basados en la cooperación entre industria y ciudadanos; y la generación de herramientas metodológicas y tecnológicas que doten de efectividad a este modelo de manera que pueda convertirse en una base sólida del desarrollo territorial y de la industria regional. El primer encuentro ha servido para comprobar, una vez más, el potencial del I2BC en el mapa de los espacios sociales de innovación de nuestra comunidad autónoma. Esta herramienta que ha puesto en marcha la Junta de Andalucía en el PTA ha reunido a los responsables de los principales grupos que trabajan en innovación abierta. La Fundación Iavante de la Consejería de Salud, la Fundación andaluza de Servicios Sociales de la Consejería de Igualdad, la Fundación Innoves y el Consorcio Fernando de los Ríos; los espacios sociales de Abla (Almería), Campiña de Jerez y Lebrija; los living labs de Guadalhorce LL y Quesandaluz y Sierra de las Nieves, en Málaga. Todos coinciden en la necesidad de mejorar la competitividad de las empresas y de los servicios públicos fomentando la eficiencia en la innovación y los sistemas de I+D+i. Todos andan ocupados en la búsqueda de soluciones innovadoras a través de la transferencia tecnológica y del conocimiento y desde la demanda del usuario. Hemos encontrado un camino transitable para avanzar hacia una nueva cultura de la innovación en Andalucía en la que los ciudadanos puedan ser los protagonistas. Es necesario profundizar en la introducción de modelos de innovación abierta en las empresas como ya se viene haciendo en el Parque Tecnológico de Andalucía y en el seno de estos grupos y empresas que se han dado cita en Málaga. Tenemos una amplia agenda para desarrollar de manera conjunta. Y lo haremos con paso firme porque compartimos el mismo horizonte: el de mejorar la calidad de vida y el bienestar, no sólo para las personas sino desde las personas. Lo que nos conducirá hacia un futuro más sostenible, donde el retorno social de las inversiones en I+D+i será el factor determinante de la innovación.
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