Un carnet para alimentar a los gatos callejeros

Las colonias callejeras de gatos son una realidad en la mayoría de ciudades españolas, como también es una realidad el hecho de que hay personas que se arriesgan a ser multadas con tal de darles de comer y evitar que se mueran de hambre. Encontrar un equilibrio entre la salubridad y la limpieza de la vía pública y el bienestar y protección de los animales no siempre resulta fácil. Pero Málaga Felina, una asociación dedicada al cuidado de los gatos callejeros, cree haber encontrado la solución y es crear la figura del alimentador de colonias para que se haga de forma controlada.

Ciudades como Castellón, Tarragona y Barcelona, y algunos municipios de Madrid, Valencia o Cádiz llevan años aplicando esta medida que también tiene experiencias similares en países como Francia o Túnez. La asociación pretende que Torremolinos sea el próximo municipio donde se pueda poner en marcha esta iniciativa ante las denuncias que están recibiendo en los últimos seis meses las personas que se a aventuran a darles de comer.

La propuesta, que también se ha presentado al Ayuntamiento de Málaga, consiste en otorgar un carnet de identificación a toda aquella persona que quiera dar de comer a los gatos callejeros después de haber sido formado adecuadamente mediante un curso gratuito por parte de Málaga Felina. El alimentador quedará censado en un registro controlado por el Ayuntamiento, que solo se ocuparía por tanto del trámite administrativo.

Según la asociación, de este modo se garantiza que "los puntos de alimentación están ubicados correctamente donde no molesten a los vecinos y el alimento se limite a pienso específico para gatos y se arrojen desechos de comida que ensucian las calles".

Las seis personas que de forma fija y diaria acuden en Torremolinos a alimentar a las colonias callejeras podrían actuar con tranquilidad porque la Policía local quedaría informada y "solamente tendría que intervenir en aquellos casos en que la persona que pone comida en la vía pública no esté autorizada para ello", según el colectivo.

De momento, alimentar a los callejeros en Torremolinos está completamente prohibido. Lo recoge el punto 4 del artículo 10 de la ordenanza de Protección y Tenencia de Animales que establece que, por razones de salud pública y protección del medio ambiente urbano, se prohíbe el suministro de alimentos en vías públicas, espacios públicos o privados de uso común a animales vagabundos o abandonados, así como de cualquier otro cuando ello puedan derivarse molestias, daños o focos de insalubridad.

Eso ha motivado que en los últimos meses hayan aumentado las denuncias, según contaron a este periódico algunos de los afectados que prefirieron mantener su identidad en el anonimato. Precisamente estos particulares son los que han promovido la recogida de firmas en el municipio para lograr que el Ayuntamiento acepte mantener las colonias de gatos de forma controlada porque "no molestan a nadie y llevamos muchos años castrando y alimentando a los gatos con nuestro propio dinero para que ahora nos obliguen a abandonarlos", se quejaron. Ya van más de 2.000 firmas recogidas y que serán entregadas al Consistorio cuando se haga la propuesta en firme. Están dispuestos a seguir asumiendo la responsabilidad de cuidar de las colonias sin pedir dinero. Todo por los gatos.