Una farmacia de guardia en el móvil
La farmacia es un comercio tradicional que, poco a poco, cae en las manos de las nuevas tecnologías y que favorece una mayor atención a los pacientes. Lo último es una aplicación puesta en marcha por dos farmacéuticos de Fuengirola. Pharmadoo es su nombre y José Gastalver (Lalo) y Pablo García, sus creadores. Esta APP, disponible para Androide y Iphone, está enfocada sobre todo para dar un servicio al paciente y facilitar una interacción con el boticario. Ambos estudiaron la carrera en Granada y llevan más de diez años atendiendo a los fuengiroleños. "Somos farmacéuticos y vimos que cualquier comercio está abriéndose a las nuevas tecnologías y pensamos por qué no las farmacias", indica Lalo.
Una vez que la farmacia tiene su aplicación personalizada, los interesados pueden acceder a la misma. Para ello es necesario que se den de alta e introduzcan un código que lo elige el farmacéutico titular. Por otro lado, el boticario puede ver a través de la web de Pharmadoo las personas que se han dado de alta en su aplicación y gestiona la información y los datos de sus propios pacientes. "De esta forma la interacción ya se hace", explica Pablo. El paciente ya puede consultar las boticas que están de guardia en todo el territorio nacional, las redes sociales asociadas con la farmacia y sus datos con line. "Es un pequeño portal de la farmacia que se encuentra en el teléfono móvil del paciente. Se trata de un farmacia abierta al paciente las 24 horas", añade Lalo. Asimismo, el farmacéutico puede indicar si celebrará alguna reunión de interés para algunos clientes concretos o si tiene algún producto con un descuento llamativo. "Es abrir la farmacia a las nuevas tecnologías, al 2.0", sentencia Pablo. "El objetivo es ofrecer un mejor servicio al paciente", añade Lalo.
La aplicación no le restará tiempo al boticario ya que solo tiene que echarle un vistazo puntualmente a su web. "El mismo tiempo que le dedicas a consultar el ordenador", dice Lalo. Del mismo modo, el paciente puede mandar desde su teléfono un mensaje al farmacéutico y consultar si ha llegado un pedido o ver cómo tiene que dar una medicación.
Además de la aplicación, la farmacia que se suma a la aplicación adquiere una cartelería que anuncia la posibilidad de descargársela. También pude difundirse a través de las redes sociales y en la propia farmacia.
El coste para obtener la aplicación y el mantenimiento de la misma es de 75 euros al año, más IVA. Para el paciente no supone ningún gasto. Por ahora, cerca de 20 farmacias repartidas por toda la geografía española ya tienen su aplicación personalizada. El futuro más inmediato para completar la APP gira en torno a un sistema de pastillero electrónico que avise a la persona cuándo se le va a acabar la medicación y sepa que tiene que acudir a la farmacia. "El objetivo es mejorar la adherencia con el tratamiento para el paciente, que no haya días que no haga el tratamiento porque se le haya olvidado", argumenta Pablo.
También se trabaja en un registro de los parámetros biológicos más habituales como la tensión, el azúcar o el peso. "Hay una cantidad de pacientes que hace dietas y pierden la libreta donde anotan el peso, o gente joven que controlan a sus mayores la tensión", completa Lalo.
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