La atapuerca rondeña

Ronda podrá ampliar notablemente el tiempo de la historia que hasta ahora se conocía y del que existían evidencias arqueológicas sobre la presencia de hombres en la zona. Un equipo de técnicos municipales, hoy pertenecientes a la Delegación municipal Patrimonio, descubrió hace año y medio, casi de forma causal y mientras buscaba otro emplazamiento, el que ya es conocido como el yacimiento de Piedras Negras, y sobre el que no se quieren dar muchos más detalles sobre su ubicación para evitar la posible llegada de expoliadores. Este hallazgo permitirá remontarse entre 300.000 y 500.000 años en el tiempo, lo que supone llegar hasta la misma época del conocido yacimiento de Atapuerca.

Hasta ahora las pruebas existentes en la zona de la presencia humana se remontaban a unos 40.000 años, por lo que el salto dado es muy importante y sitúa a este yacimiento entre los más antiguos de la provincia. En este espacio han aparecido talleres líticos en los que aquellos pobladores elaboraban sus herramientas para afrontar las labores diarias relacionadas con la caza.

Hachas o elementos para partir son algunos de los encontrados en una cantidad muy importante, aunque no se conoce todavía con exactitud la extensión que podría tener el mismo, por lo que tampoco se ha podido determinar aún la cantidad de herramientas existentes. No se descarta que pueda abarcar varias decenas de hectáreas.

El descubrimiento tiene otro aspecto destacable. Aunque todavía se encuentra sin resolver el enigma, en alguna parte de la comarca tiene que estar la vivienda de aquellos nómadas. "Lo único que ocurre es que todavía no hemos tenido la suerte de encontrarlas", indica José Manuel Castaño, arqueólogo del Ayuntamiento de Ronda. En la zona se han hallado varios puntos en los que se elaboraban herramientas y se ha podido recoger una importante muestra de aquellas que se consideraban como desechos al ver que no cumplían del todo con las formas o cualidades que debían tener.

No obstante, entre las localizadas sí que hay varios hendedores totalmente finalizados, por lo que los expertos presuponen que allí mismo trataban parte de la caza de obtenían en los alrededores, ya que se trata de una herramienta que utilizaban para abrir orificios. Además, los técnicos también han recogido muestras de bifaz, a lo que se unen una lasca musterienses también encontrada en sus proximidades. Ello vendría a ratificar la idea de que la actividad se mantuvo en la zona durante mucho tiempo. Durante el último año y medio los investigadores han estado visitando la zona para delimitar la extensión del yacimiento y localizar los diferentes puntos en los que existen evidencias de que se construyeron estas herramientas.