El ‘boom’ logístico permite a los pueblos de interior crecer al ritmo de los de la costa
Mollina, Fuente de Piedra y Humilladero han ganado un 30% más de vecinos en ocho años · La comarca de Antequera desarrolla siete millones de metros de uso industrial
La industria logística ha dado aire, y de qué manera, a los pueblos cercanos a Antequera. La centralidad de esta zona respecto a Andalucía ha hecho que numerosas empresas hayan apostado por ubicarse allí. Han creado empleo. Y muchos de esos nuevos trabajadores han decidido mudarse cerca de su lugar de trabajo. Tanto, que la población de municipios como Mollina, Humilladero o Fuente de Piedra crecen ya al mismo ritmo que las localidades de la Costa del Sol. Los tres pueblos rondan un incremento del 30% de vecinos desde el año 2000, un ritmo similar al de Fuengirola y superior al de Marbella. También es mucho mayor que el de la capital de la provincia, que gana sólo un 5% de habitantes este siglo.
Un paseo por los polígonos industriales y los centros logísticos de la comarca deja claro por qué todos han mejorado las cifras del padrón. En Fuente de Piedra el último en desembarcar ha sido el grupo Miquel Alimentació. Allí está construyendo una nave de 50.000 metros cuadrados en la que ha invertido 17 millones. La plataforma logística distribuirá alimentos por toda Andalucía. “Fue una decisión estratégica de la compañía, que decidió la ubicación por ser un enclave único”, explican fuentes de la empresa. La planta se pondrá en marcha en junio.
La llegada de este tipo de firmas, y otras como Beton Plus, que posee unas espectaculares instalaciones en el polígono villafontense, ha hecho resurgir a las empresas locales. Lo sabe bien José María del Pozo cuya empresa, Excavaciones del Pozo, ha trabajado ya para un buen número de firmas que se instalasen las zonas industriales cercanas. “Cada vez son más y esto viene muy bien a la economía local”, afirma Del Pozo. Tanto, que el Ayuntamiento ha comprado ya otros 40.000 metros cuadrados para ampliar el polígono. El pueblo ha ganado 400 habitantes en los últimos ocho años, un 22% más. Aunque también han tenido que ver las facilidades para los jóvenes, con la oferta de suelos a muy bajo precio para la autoconstrucción. También son importantes para la zona, según cuenta el alcalde, Cristóbal Fernández, la llegada de empresas “limpias”. La central de cogeneración de Aldesa es una de ellas. Allí crean energía eléctrica mediante combustión de gas natural. La combustión sirve “a una orujera para secar el alperujo, lo que elimina cualquier opción de contaminación”, según dice el jefe de planta, Miguel Ángel Hidalgo.
Muy cerca de allí, y también de la línea de AVE que va de Antequera a Córdoba, Humilladero y Mollina casi comparten suelo industrial, sólo separado por la autovía A-92. Entre ambas tienen ya tres millones de metros cuadrados para desarrollo industrial y logístico, repartido prácticamente al 50%. Casería del Rey, LACMálaga, Las Viñas o Tecnoparque. Varias son las zonas promovidas bien por los ayuntamientos o por entidades privadas como el Grupo Vera y Unicaja. El Tecnoparque de Humilladero es un claro ejemplo que ya tiene su primer huésped: Ormasur, firma filial del Grupo Ormazábal, dedicado a bienes de equipo eléctrico, transformación y distribución de red eléctrica. “Tenemos plantas en China, Francia o Alemania y en España queríamos dar el salto a Andalucía. Qué mejor sitio que Humilladero por su céntrica ubicación”, explican fuentes de la planta, que ya tiene actividad.
“Nuestra apuesta económica ha partido de varios criterios, pero manteniendo la agricultura porque es una esencia de vida. La economía debe ser variopinta y ahí queremos dar cabida a la construcción, el turismo rural... aunque la estrella es la industria por la zona en la que estamos y el empleo que genera”, añade el alcalde de Humilladero, Félix Doblas. Su pueblo ha aumentado un 25% el número de residentes en el siglo XXI, pero mayor ha sido el de los vecinos de Mollina, que ha pasado de 3.400 a 4.600 (un 36% en ocho años). Sólo entrar al pueblo sirve para descubrir una espectacular urbanización en la zona alta del polígono industrial más antiguo y otra más en las cercanías de la autovía. Decenas de casas para un pequeño municipio en el que no para de crecer también su colonia inglesa, formada por cerca un millar de personas, la mayor parte de las cuales vive en casas prefabricadas a las afueras.
En Mollina acaban de llevar a Pleno el mayor proyecto de la zona: 840.000 metros cuadrados de polígono industrial, un espacio similar al de Negocity, parque empresarial ubicado en Antequera en pleno desarrollo con 616.000 metros cuadrados y donde sus responsables, prevén crear 6.000 puestos de trabajo y 300 empresas. Entre ellas, se encuentra Acotral, que invertirá cerca de siete millones de euros para trasladarse hasta allí con sus 1.400 camiones. Pero en Antequera ya cuentan con firmas de la talla de Verdifresh, Alcati –segunda distribuidora de aluminio extrusionado de Europa– o la plataforma logística de Mercadona, que abrió en 2000 con una inversión de 36 millones de euros y creó 850 puestos de trabajo, que llegan hasta los 1.100 con el resto de instalaciones y supermercados de barrio. En total, distribuyen mercancías a 170 centros de la comunidad y mueven unos 15.000 palés al día. “La verdad es que por aquí apenas había nadie y de repente sólo hacen llegar empresas y trabajadores”, asegura María Pozo. Ella abrió un bar familiar en el polígono industrial hace ahora 13 años. Eran los únicos y ahora hay ocho establecimientos de comidas más. A ello hay que unir zonas como el Centro Logístico de Andalucía, desarrollado por el GrupoVera. Tiene 650.000 metros y ya prevén ampliarlo en 1,5 millones de metros más. Puertas THT, Baeza SA o la distribuidora de productos marítimos Cadelmar son algunos de los residentes allí. “Es que Antequera es una de las ciudades mejor comunicadas de España y que tiene todos los servicios que las empresas necesitan”, dice la concejal de Industria en Antequera, Pepa Sánchez.
““El paro es ya prácticamente técnico, porque hay 500 empresas y 45.000 vecinos. Ya casi no hay paro”, añade Sánchez, que destaca que los pequeños municipios se convierten en “oferta complementaria” a la de Antequera.
Desde la ciudad de El Torcal a Fuente de Piedra, siete millones de metros cuadrados de uso industrial a lo largo de la autovía A-92, que se ha convertido en escaparate y eje fundamental para el desarrollo de la zona. Ahora, el impulso lo traerá el AVE, el futuro aeropuerto, un parque de innovación alimentaria en los Llanos de Antequera y el Puerto Seco. El Complejo Aeroportuario, impulsado por el Grupo Vera que cuenta con todas las bendiciones estatales y autonómicas (ha sido declarado de interés del Estado). Y el Puerto Seco, que contará con una terminal ferroviaria para la descarga de contenedores es desarrollada por varios privados, aunque también se adherirá la Junta de Andalucía. “Ellos han mostrado interés para trabajar con nosotros y vamos a coordinar las actuaciones”, explica Francisco Artacho, responsable de la sociedad Puerto Seco Antequera. El objetivo es empezar con los primeros movimientos de tierra antes de un año. Nuevos proyectos, más empleo y un futuro prometedor para la zona.
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