Un estudio achaca sólo a cuestiones económicas el freno a Los Merinos
Un grupo de investigadores vincula el proyecto urbanístico a los intereses de la economía especulativa y resalta la complicidad de la administración para "allanar" los obstáculos que surgieron en torno a él
Un entramado societario casi imposible de desmarañar con la participación de unas 50 sociedades, parones en el desarrollo del proyecto vinculado a los problemas con la justicia suiza del primero de los propietarios, influencias del poder económico sobre el político y tintes de economía especulativa. Esas son algunas de las principales conclusiones que se pueden sacar de la lectura del estudio Los Merinos Norte. Fenomenología de un macroproyecto urbanístico, que ha sido realizado por los investigadores, José Luis Díez Ripollés, Alejandra Gómez-Céspedes y Araceli Aguilar Conde.
Durante las más de 200 páginas que componen la publicación, los autores han logrado desgranar el entramado societario y sus responsables, así como las continuas entradas y salidas de algunos de los propietarios de unas empresas a otras, con especial relevancia de uno de los últimos dueños, Jorge Juan Flor. De igual modo, también colocan al ex consejero de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, Jaime Montaner, como una de las figuras relevantes de todo el proceso de este proyecto, de una parte como actor político y posteriormente como actor privado. Además, también resulta llamativo cómo se va produciendo la llegada de sociedades vinculadas al suministro de agua al accionariado de las empresas propietarias de los terrenos, un hecho que se tiene lugar cuando se comienzan a plantear los problemas para el abastecimiento de agua. En este sentido, se detalla la entrada en la sociedad de la misma empresa matriz que posee la propiedad de la empresa de gestión del agua en Ronda.
No obstante, uno de los aspectos más destacados del estudio es la vinculación con la economía especulativa que realizan, relatando algunos de los beneficios que han obtenido a corto plazo algunos de los compradores y al poco tiempo vendedores de los terrenos. En concreto, ganaron unos 200.000 euros en una sola operación en tan solo un año. De igual modo, también han logrado confirmar como una de las empresas en un mismo día formalizó la compra de los terrenos por un valor de 15 millones de euros y esa misma jornada formalizó una hipoteca por valor de 18 millones de euros.
En cuanto a los motivos que han provocado que el proyecto siga sin desarrollarse a día de hoy, los investigadores se decantan por pensar que únicamente las dificultades económicas han evitado su desarrollo. Y es que una de las dos hipótesis que han barajado es que los grupos empresariales que están tras el proyecto de Merinos Norte, a su juicio, contarían con la capacidad y la influencia necesaria para sacarlo adelante a pesar del gran número de contratiempos.
En este apartado se ve como sintomática la diligencia de la administración municipal para "allanar" los obstáculos que ha ido encontrando, al tiempo que resaltan el "generoso" convenio urbanístico que consideran que los promotores lograron firmar en 1991. Además, también han lanzado una crítica hacia la supuesta coherencia que deben tener las actuaciones administrativas, algo que consideran que deja mucho que desear a lo largo de todo el proceso y con decisiones contradictorias.
Al mismo tiempo, otro de los aspectos a los que se da especial importancia es al papel de los despachos de abogados, que en esta proceso también han tenido una notable intervención, una pieza que ven como necesaria para enmarañar la realidad de lo que pueda estar pasando utilizando diferentes instrumentos jurídicos. Precisamente, es a través de un despacho de Marbella como llega a la Costa del Sol el primero de los promotores, que, a su vez, utilizaba como intermediario un despacho de Suiza.
También te puede interesar
Lo último