Huracán Caner-Medley (109-74)
El americano, 26 puntos concentrados en 19 minutos, lidera una coral exhibición del Unicaja, en una jornada redonda para su propósito de acabar cuarto la temporada regular.
El Unicaja premió a los fieles que le eligieron antes que a los tronos con una exhibición de baloncesto desplegada a lo largo de 40 minutos. Se conjugó un equipo en estado de gracia y otro en descomposición, ya sin más objetivos que la pervivencia de la entidad. El resultado fue una paliza de época (109-74) para el cuadro malagueño, que mandó un mensaje a navengantes en una jornada redonda para sus intereses, con la victoria propia y las derrotas de Gran Canaria y Herbalife. Tremendo partido cajista, personificado en Nik Caner-Medley, que casi fue MVP de la jornada con sólo 19 minutos en pista. Suficientes para anotar 26 puntos y sumar 27 de valoración. En esencia, el Caner-Medley visto durante dos tercios de la temporada, el toro que embiste al aro y el que asesina desde la distancia. Alrededor de él se construyó un casi perfecto mecano de baloncesto que duró 40 minutos. Justo cuando se ve el final de temporada, un gran Unicaja. Cierto es que ante un rival que ha perdido el colmillo que en el último trienio le hizo jugar una final de la ACB y otra de Eurocup y un Top 8 de Euroliga. Pero una plantilla aún muy respetable, con sus costuras.
La salida en tromba del Unicaja se cuantifica en los 20 puntos que anotó el equipo de Joan Plaza en apenas 4:15. Y así se explica númericamente todo el partido. 39 rebotes (16 de ataque) locales y 18 visitantes, 25 asistencias contra 13, un 72% en tiros de dos, muchas canastas fáciles... 134 contra 65 de valoración. En sensaciones, un equipo en quinta marcha con hambre y ganas reivindicativas y otro en segunda y con la mirada perdida, sólo con el oficio y la profesionalidad. Pero sin ilusión. Para ellos fue un calvario mientras el Unicaja disfrutaba.
El ataque cajista fluyó como pocas veces el ataque en esta temporada, acercándose al ideal de Plaza. Primero con buenas continuaciones de Fran Vázquez y con Caner-Medley ya desatado, 14 puntos en 10 minutos. Y así seguiría el equipo en todo el partido. Y el de Massachussets, en su versión salvaje, ofensiva, retadora. La que ha sido durante el grueso de la temporada y la que se perdió hace un mes y medio cuando su rodilla empezó otra vez a fastidiarle. Es un factor diferencial, para bien o para mal. 25-9 dominaba ya el Unicaja en un parpadeo, con Granger al galope. Hubo ahí un cambio de directores de juego que se reveló favorable para los vizcaínos. El nuevo emparejamiento resultó Calloway contra Alberto Díaz, habitual en los entrenamientos de las dos últimas temporadas El pelirrojo le dio otro aire a su equipo y el búlgaro está para dubitativo.
Emergieron dos actores más en el Bilbao. Uno inesperado, el senegalés de origen Samb. Hace cinco años se pensaba que sería algo así como un Ibaka, coetáneo suyo. De hecho fue internacional en categorías inferiores con España. Metió ocho puntos en un momento. Con el otro se contaba, el inconmensurable Germán Gabriel, que al descanso ya llevaba 13 puntos y cinco rebotes. Finalizaría con 23 y nueve. La clase nunca la perderá. De cara y de espaldas produjo daño.
Después de que Samb irrumpiera la diferencia se estabilizó en torno a los 10 puntos (32-21 tras el primer cuarto), con intercambio de canastas alegre, con ataques por encima de defensas. Espectacular mate de Fran Vázquez tras dos pases por la espalda de la bola de Dragic. Y buenos minutos de Domas Sabonis, con seis puntos leyendo bien continuaciones. Tras unos ataques espesos, Plaza colocó a Vidal como base en el cierre del primer tiempo. Ya lo practicó ante el Milán. Lo repeteriría en el final del partido.
Todo transcurría en un concierto de pito que encrespó a los dos equipos. Hasta el minuto 17 el Unicaja se sintió perjudicado, con el público encendido cuando se le señaló una técnica a Dragic. Desde ahí, todo benefició al Unicaja, hasta el punto de algunas delirantes decisiones. Aunque Dragic ya no volvería al parqué, pareció un aviso. Urtasun y Toolson se repartirían sus minutos. Para añadir más surrealismo, espectacular triple de Markota tras coger el balón en el aire para irse al descanso (53-44).
Tras el paso por el vestuario sopló de nuevo el huracán Caner-Medley justo después de que Raúl López redujera a siete puntos la diferencia. Dos triples, un robo en defensa acabado en mate y un corte acabado en tiro a tabla en apenas tres minutos del americano quebraban la esperanza bilbaína. Suárez transformaba un rebote de ataque en un mate y aquello, en otro parpadeo, se colocaba en 20 puntos arriba (70-50). Bajada de ojos y Kuzminskas con 30 (98-68). Algarabía por el punto 100, aplausos para los malagueños de enfrente, comunión con la afición... En fin, una fiesta reparadora y una sentencia del Unicaja. Con un partido por semana hasta finales de mayo, tiempo para afinar y convertirse en un equipo aún más peligroso. Con este Caner-Medley el tope es muy alto.
Ficha técnica:
109 - Unicaja (32+21+28+28): Granger (11), Toolson (13), Carlos Suárez (2), Caner-Medley (26), Fran Vázquez (9) -cinco inicial-, Vidal (2), Txemi Urtasun (10), Calloway (3), Kuzminskas (11), Dragic (5), Stimac (7) y Sabonis (10).
74 - Bilbao Basket (21+23+17+13): Raúl López (8), Bertans (4), Mumbrú (13), Markota (7), Gabriel (23) -cinco inicial-, Pilepic (3), Alberto Díaz (1), Sánchez (-), Samb (10), Vrkic (4) y Grimau (1).
Árbitros: José Antonio Martín Bertrán, Calatrava y Jordi. Eliminaron por cinco faltas personales al visitante Grimau (m.32) y al local Kuzminskas (m.38).
Incidencias: Partido de la vigésimo séptima jornada de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena ante unos 5.000 espectadores.
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