Nik y su reposo obligado

Cinco partidos sin jugar y otros tantos con un nivel ínfimo para su capacidad activaron la preocupación con el Unicaja sobre el estado de Nik Caner-Medley. Aunque Plaza sugirió tras la paliza al Bilbao que la prensa no había comunicado bien el proceso que vivía el jugador estadounidense, cuando se preguntaba sobre el ala-pívot se torcía el gesto. El propio técnico le lanzó alguna indirecta en la sala de prensa. El mayúsculo partido de Caner-Medley ante el Bilbao se lleva el mar de fondo sobre un jugador que, pese a que Plaza se esfuerza por primar el colectivo sobre lo individual, es capital en la estructura de plantilla. No en vano, es el hombre que más minutos está en pista, el máximo anotador y el más valorado. Su exhibición ante los vizcaínos, con 26 puntos en 19 minutos, era quizá la mejor señal de cara al tramo final de la temporada.

Caner-Medley explicaba, en su particular mezcla entre inglés y español, qué ha sucedido para que en este último mes desapareciera de la circulación. "Durante 15 días no he trabajado nada, era imposible tirar o correr... Nada. No podía entrenar y necesitaba tiempo para recuperar mi ritmo y la forma", reseñaba el de Massachussets, que recordaba que el de Bilbao era su "primer partido con más de cinco minutos seguidos en la pista, durante un tiempo largo. Joan [Plaza] y el staff, principalmente Enri [Salinas, preparador físico], han hecho un gran trabajo para recuperarme".

¿Y cuál es la lesión que tiene en su rodilla Caner-Medley? "Tengo mucho dolor, no es una lesión seria, pero durante la temporada es algo muy molesto porque cada vez que fuerzas o corres es un problema muy molesto. Es cómo trabajar siempre con el dolor. En verano, tras tres o cuatro semanas de descanso, estaría bien, perfectamente, pero ahora no tengo ese tiempo por las necesidades del equipo. Por eso agradezco que me hayan ayudado todos a recuperar la forma. Necesitaba un poco de descanso, lo he tenido y ahora va a ser mejor", razona Caner-Medley, que se refería al edema óseo en su rodilla. Nada grave, pero sí muy molesto.

La perspectiva ahora es distinta con sólo un partido por semana, coyuntura ideal para que el americano conjugue recuperación y trabajo. "Ahora va a ser mucho más fácil. Durante 2-3 meses he tenido esos dolores, pero cada partido que jugaba era peor, más dolía. Esa falta de trabajo me había hecho perder masa muscular en el cuádriceps y estabilidad en la rodilla. Entonces el doctor dijo que había que parar dos semanas para trabajar y recuperar la musculatura. Y así fue, ahora sólo tengo dolor. Sólo un partido por semana es magnífico, ahora puede tratarme y al mismo tiempo seguir trabajando y jugar, creo que estaré mucho mejor".

A nivel colectivo, Caner-Medley se refiere a lo que se viene encima en los dos últimos meses de competición, para los que ve a la plantilla del Unicaja en óptimo situación para combatir. "El de Bilbao fue un gran partido para el equipo, ante un bloque muy peligroso, con muchos veteranos de talento. Para nosotros era importante ganar aquí en casa, necesitábamos cambiar el chip tras la Euroliga y poner todo el foco en la ACB. Fue buen señal porque ahora miramos a Zaragoza, que es un gran partido por muchas razones. Nos ganaron en la Copa y en la ida aquí, queremos revancha", argumenta Caner-Medley, elegido en el quinteto ideal de la jornada de la ACB.

Una última reflexión del jugador franquicia del Unicaja fue la conexión del domingo con el público del Carpena. "La afición de Málaga es muy agradecida. Los aficionados aquí saben de baloncesto, es algo que percibo. Valoran la pelea por un rebote, que luches por balones perdidos, una buena defensa que deje al otro equipo sin anotar... Eso no lo ves en muchos otros sitios. Se valora en otros lugares mucho los mates o las jugadas espectaculares, pero si te reconocen estas cosas es que saben de baloncesto. A mis compañeros también les ayuda y nos gusta", remacha Caner-Medley. Tras un mes marzo en el que no estuvo en el tramo trascendente de la Euroliga, parece de vuelta para echar el último aliento en la ACB.