Zoran Dragic ya está a todo gas
Ha jugado cuatro partidos en cinco días en la Copa Stankovic y ha promediado 16.7 puntos en 21 minutos.
La última imagen que había de Zoran Dragic en Málaga era la de un jugador convaleciente, recién operado para solucionar un problema en la pared inguinal. Se perdió los play off por el título, tan brillantes por parte del Unicaja sin uno de sus jugadores más importantes, y la sensación que flotaba es que ya había jugado su último partido en Málaga. Pero el Unicaja hizo un esfuerzo por retenerle que el jugador valoró y semanas atrás se estampó su renovación mientras en Ljubljana fortalecía la zona operada y se ponía a tono junto a su hermano Goran para estar listo para el Mundial de España.
Y la lesión es historia para Zoran Dragic, que ha vuelto como un tiro. En los últimos días ha jugado la Copa Stankovic, celebrada en Luoyang (China) con la selección de Eslovenia, a la que le faltaban varios jugadores importantes. El nivel de los rivales (China, Angola y Rusia B) no era muy alto, pero el escolta del Unicaja ha jugado, a tenor de los números, cerca de su mejor versión. Cuatro partidos en cinco días y ninguna secuela de la lesión que le tuvo renqueante en los últimos meses de la temporada hasta que no pudo aguantar más el dolor y pasó por el quirófano. Y grandes números.
Dragic, cuya selección perdió dos veces, la segunda en la final, ante Rusia B (67-70 y 72-73) y ganó a Angola (79-56) y China (82-74), ha sido el máximo anotador de su equipo en los cuatro encuentros, con 10, 17, 19 y 21 puntos. A las órdenes del que él consideraba como uno de sus grandes ídolos, Jure Zdovc, ex campeón de Europa con el Limoges a las órdenes de Maljkovic, ha estado 21 minutos de promedio en pista, con 16.7 puntos (74% en tiros de dos, 22% en triples y 63% en libres), 3.7 rebotes, 2.2 asistencias, 2 robos y 6.2 faltas recibidas por encuentro. O sea, que amplio protagonismo a la espera la incorporación de su hermano Goran, con el que debe formar el backcourt titular en el Mundial de España, como lo hicieran en el pasado Eurobásket de Eslovenia con tan buena impresión.
Antes, Dragic ya había reaparecido jugando dos encuentros en Rogatec, en otro torneo de preparación en casa, en los que jugó contra Canadá y Ucrania con buenos números también (12 puntos y 3.5 rebotes). Le quedan ahora siete partidos más, tres de un torneo en Kaunas, en el que se verá las caras ante la Lituania de Kuzminskas, otros tres en un torneo de Ljubljana y uno más ante Estados Unidos en Las Palmas cuatro días antes del inicio del Mundial. Allí en Gran Canaria estará la sede de su grupo y tendrá esa motivación de medirse al equipo norteamericano. Nunca ha escondido que su motivación es dar el salto a la NBA, pero antes decidió renovar un par de temporadas con el Unicaja para estar sentirse completamente preparado. Desde la distancia, en Los Guindos celebran la plena recuperación de su lesión de Zoran Dragic porque se le considera pieza esencial para la próxima temporada. Si aún crece más, su techo es muy alto.
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