"Mi nivel de compromiso es brutal y quiero sentir lo mismo del club"
Joan Plaza
Pocos días después de acabar la temporada, Joan Plaza ya dibuja un Unicaja 2015/16 con el que piensa en grande: "No contemplo otra cosa que no sea seguir en Málaga, pero siempre que vayamos de la mano"
Pocos días después del final de la ACB para el Unicaja, en medio de la toma decisiones trascendentes para la próxima temporada, Joan Plaza (Barcelona, 1963) atiende a Málaga Hoy en Los Baños del Carmen. Escoge el sitio por "el mar" y reflexiona sobre el pasado reciente y sobre el futuro al que se debe dirigir el Unicaja. Orgulloso de lo que ha hecho el equipo, pide que la ambición sea colectiva para dar ese paso extra de jugar finales, las que ha bordeado en dos ocasiones en la campaña 2014/15. La charla dura 57 minutos.
--¿Por qué en los Baños del Carmen?
-Por el mar. Aprendí a vivir lejos del mar en Sevilla, Madrid y Kaunas, pero me tira mucho. Me da un plus en todo. Podía haber sido en Pedregalejo o El Palo, en el JuanitoJuan o el Tintero. El mar tiene una gran ascendencia sobre mí. Me hablaron de este lugar y por eso estamos aquí.
-¿Málaga le recuerda a su Barcelona natal?
-Sevilla es más Madrid y Málaga más Barcelona o viceversa, incluso en el proceder de las personas. Veo ciertos paralelismos. Sólo con ir a una Feria de Málaga y una de Sevilla se pueden entender las diferencias. Es la riqueza de España, de tener distintos pueblos. Sólo con saber que en Sevilla y Málaga se pide el café distinto ya te haces una idea. Hay mucha tolerancia en Málaga, igual por lo que me cuentan de que han pasado por aquí muchas civilizaciones.
-Recién acabada su segunda temporada en Málaga, aún con pocas horas para poner distancia. ¿Cómo la valora?
-Quiero ser positivo donde esté. Ello es ofrecer una ley de mínimos y mejorar poco a poco. Escuché a mucha gente. Ex jugadores, ex directivos, ex entrenadores, gente de la calle. A partir de ahí entendí que debíamos recuperar autoestima, sensaciones. El equipo ha avanzado y estoy satisfecho de que yo haya podido colaborar. A la gente de aquí se le ha puesto un guión, una línea de trabajo, es gente muy preparada. La recuperación del Carpena va cogiendo peso, acercándonos a cotas de hace unos años. Seguro que hay cosas que se pudieron hacer mejor, pero es parte del proceso, de la maduración de un club, de una persona o empresa. Adivino que podemos seguir creciendo un poco más, aunque sea difícil porque sólo tienes por delante los equipos de fútbol. El margen es más bajo, pero hay margen de mejora.
-Deportivamente, el margen de mejora es jugar finales.
-Un miembro del staff me decía que lo siguiente es jugar la prórroga de la semifinal de Copa o del quinto partido de Liga. Los que no tenemos un club de fútbol detrás tenemos unos límites. La única manera de competir con los grandes transatlánticos es mantener la coherencia en el trabajo, no dar palos de ciego. Hay que recuperar gente, mantener el rumbo de la nave. En el Carpena hemos ganado 19 partidos de 21 en España. Fuera hemos ganado más y todos van a querer dar un paso más. Valencia, Gran Canaria, Baskonia... Debemos reforzar las líneas de trabajo para exprimir esas opciones, pocas, que hay de jugar una final y ganarla.
-Prepara su tercera temporada en Málaga, su tope de duración como primer técnico. ¿Vislumbra continuidad o no?
-No lo sé. Ahora mismo, Madrid con Laso y Barcelona con Pascual llevan cuatro y siete años. La estabilidad es lo que ayuda a consolidar a un equipo arriba. Si no hay sorpresas me queda un año de contrato. Hay margen de estabilizar el equipo en una manera constante en esos tres o cuatro equipos de semifinales, en acercarnos al Top 8. No dudo de que quien me pueda sustituir lo podría hacer mejor. Me veo viviendo aquí más años, pero pasa por que la directiva lo tenga claro, por que yo me sienta respetado por todos, en todos los aspectos, por la gente... Debe coincidir.
-Por el público no se quejará. Le dan ovaciones en la presentación que no recibían técnicos anteriores que ganaron títulos.
-Me siento extraño, me dicen que no ha sucedido casi nunca. Hemos hecho cosas bonitas, pero no hemos jugado una final para que se genere esa imagen. Me ha sucedido en otros lugares. En Sevilla jugamos la primera final europea y volvimos a los play off y Copa; en Madrid ganamos, aunque no de manera constante, pero metimos 15.000 personas; en Lituania gané Liga y Supercopa. Nadie me lo ha dicho, pero creo que el público identifica honestidad y compromiso.
-No exterioriza mucho.
-Por dentro soy más simpático de lo que la gente intuye por fuera. Pero llevo un traje de buzo que me impide transmitir más. La gente aplaude porque ve lo que le gusta. Si alguna vez encima ganamos algo... Me gustaría antes de irme de Málaga ganar una Copa del Rey, jugar una final de ACB y ver la reacción del público, asomarme a un Top 8. No quiero pensar qué sucedería... Mi ego se alegra, evidentemente. Mi mujer, mi familia y mis amigos se sienten halagados. Se me ponen los pelos de punta, te acongojas, te sube la tensión. Tengo un problema y es que no quiero decepcionar a nadie, ni personal ni profesionalmente, ser el mejor entrenador que haya tenido mi staff, que los jugadores que fichas acaban siendo mejores, que se vayan a mejores equipos, tratar a los medios con normalidad y educación aunque a veces nos peleamos porque te dejas la piel. A nivel deportivo, salarial, cuidar a la gente de mi lado. Son muchas neuras.
-Recabó mucha información antes de venir, pero tras dos años tendrá un mapa más fidedigno de cómo es el club y qué debería mejorar.
-Hemos de vigilar que nos gusta el sentimiento familiar, que haya mucha cordialidad y que nadie levanta la voz a nadie. A veces hay que tomar decisiones duras y comprometidas y eso es un poco lo peor. Hay que ser profesionales y establecer una línea. Si queremos competir con los mejores o nos gustaría tener cantera. Miras a los de arriba y no la tienen. Queremos competir o tener dos o tres jugadores de la cantera. Es difícil con los límites que tenemos. Dentro del club percibo cierta condescendencia. La buena fe en general hace que cueste tomar decisiones.
-¿Y para crecer?
-Me gustaría que el esponsor subiera la inversión porque nos permitiría dar uno o dos pasos adelante. Sentirnos medianos o pequeños pero no envidiar a nadie. Ir a límite de nuestras limitaciones. Pero también que no pase nada si no llegamos a ese límite. Que converja exigencia y familiaridad. Por ilusión todos queremos jugar la final de la Euroliga. Incrementar el nivel económico o acertar mejor en los fichajes o desprendernos de algunas cargas. A la gente le apetece venir a Málaga a jugar, venir aquí, el club desprende un nivel de seriedad enorme. Hay que consolidar que el club no desaparezca de play off o de la Copa.
-Por su filosofía de reparto de protagonismo entre todos los jugadores, desde fuera parece más complicado decidir qué jugador cabe o no en un puzle. ¿Qué baremo emplea?
-Siempre lo dijimos, queremos una tipología de jugador, pero siendo parecida, no tiene que ser la misma. Cuando hace dos años llegué y había un razonable interés por que siguiera Marcus Williams expliqué que tendría hueco en otro momento. No es que haya llegado ese momento, pero igual si hubiera estado antes seguiría. Hay que dar un paso adelante en todo, sin romper esa coherencia, seriedad y pluralidad. Hay jugadores que producen delante y no detrás. Hay que confiar en las personas que tomamos esas decisiones. Públicos y medios exigen que juegue más uno u otro. Ningún entrenador se echa arena en los ojos. Igual no juega más porque no entrena y resta en el trabajo diario.
-¿Pero seguirán más de lo que se espera?
-Nos gustaría mantener un elevado número de jugadores, pero no sucederá por temas deportivos, económicos y porque no somos un club de primer nivel con 35 millones de presupuesto. Es difícil mantener el bloque que quisieras. Queremos mantener la columna vertebral aunque todo no dependa de nosotros.
-Cuenta con cuatro jugadores seguros (Markovic, Súarez, Kuzminskas y Fran). ¿Es un núcleo bueno sobre el que construir el resto?
-Cuantos más puedas tener, mejor. En ese caso intervienen tantos factores... Por ejemplo, tengo que hablar expresamente de Germán Gabriel y Jon Stefansson, que han demostrado que ayudan a entrenar y han sido fundamentales en el éxito de esta temporada. Digo públicamente que estoy enamorado de ellos. Hay que valorar si se puede hacer un esfuerzo por los dos o uno y si no lo hacemos explicar bien el porqué. Yo no he dicho mi última palabra. Percibo un exceso de información no benefica al club y quien la genere o suscite perjudica mucho al club.
-¿Cuenta con Stefansson y Germán entonces?
-Si sólo se quedan esos cuatro o cinco jugadores, hay que valorar cómo afecta esa ficha 11 y 12 para competir con los mejores. No nos conformamos con jugar semifinales, pero queremos jugar finales sin invertir más o sólo con 10 jugadores. Debemos ser honestos, deberíamos contentar a todo el mundo. Pero si queremos acercarnos arriba hay que saber que los que vienen por detrás como Valencia, Baskonia o Gran Canaria no van a tener ningún miramiento. Lo demuestran con las bajas que están dando y tendrán 12 jugadores. El romanticismo ha da quedar muy delimitado, porque la exigencia ha de ser proporcional. La gente se ha ilusionado mucho. La gente quiere dar un paso más. No lo daremos ni reduciendo ni escamoteando esfuerzos. Si no es así habrá que decir públicamente que hemos llegado a nuestro tope, pero no seré yo quien deba decirlo. Insisto, creo que hay margen para crecer. El patrocinador y el club deben delimitar las estrategias. No podemos luchar con palillos contra las espadas láser. El jugador 11 que vino dos semanas antes a relevar a Dragic es Stefansson, un profesional espectacular, me lo llevaría a cualquier lado. Y el plus que da Germán es brutal. Alguien muy importante me decía que estaba acabado hace cuatro años. Y ahí sigue ayudando a los jóvenes. Viendo su importancia hay que valorar muchísimo si nos desprendemos de ellos.
-¿Le decepcionó alguien de los nuevos?
-La gracia de ser entrenador es sacar lo mejor, pero luego reconocer que todos tenemos debilidades y virtudes y algunos son mejores cabezas de ratón que colas de león. No engañé a nadie, con todos hablé cara a cara o teléfono. Ninguno de los nuevos pueden decirlo. En el caso de Kostas, por ejemplo, he decir que lo ha puesto todo, ha trabajado muy bien, ha sido muy honesto. Ha tenido lesiones, una situación personal que a cualquiera nos debilitaría. Y no ha bajado la mirada, si se enfadó es porque quería ayudar más y dio un paso más defensivamente. Green nos hubiera gustado que fuera más regular en esas llamaradas de talento puro. Igual no he sabido, por el contexto, porque él no puede... Pero has de hacer que toda esa amalgama dé lo mejor de sí. Yo estoy contento con todos.
-¿Thomas sigue?
-Tiene condicionantes específicos buenos. Tiene pasaporte europeo, puede jugar de cuatro y cinco. Si tienes a 15 o 16 hombres como Barça o CSKA tienes una serie de lujos. Hay que acertar porque después no hay margen. Hay que dejar una bolsa por si hay algún constipado. Hemos cambiado un jugador en dos años y ha sido un jugador malagueño. Para el club, para nuestro patrocinador, el ejemplo de estabilidad de estos dos años es el que queremos mandar. Aquí se han fichado a jugadores que ni llegaron a debutar. Esas excentricidades deben apartarse y hemos de acertar. Habrá mejores y peores que Will, pero no sabes cómo reaccionaría el que viniera a la metodología. A veces hay factores que económicamente no puedes impedir. Es un gran profesional, no ha faltado a un entreno. Tiene margen de mejora, aunque él puede romper su contrato también.
-¿Da por perdido a Granger?
-No. Sé lo que veo, un tío con mucho dolor que juega ante el Barcelona muy mermado. Es difícil tener 25 años y ver cifras rondando, agentes a tu alrededor, muchas cosas... El club ha respondido bien, ofreciéndole un contrato al límite de nuestras posibilidades y un proyecto que estaría en sus manos. Su crecimiento en dos años ha sido brutal. Si es capaz de estar un año más aquí y sigue esa mejora su nivel de exigencia podría estar en un equipo de Final Four o dar el salto a la NBA. Somos estables, seguros, cobra cada mes y el proyecto le daría mucha importancia. Sería una gran, gran noticia. Si no, pues desearle lo mejor. No me estreso por eso. No percibo la seguridad de que se vaya.
-¿Toolson está en el alambre?
-Ha demostrado cosas, es el mejor anotador del equipo y ha mejorado mucho detrás. Es un anotador, pero en esa línea de no tener especialistas él ha dado muchos pasos adelante y ha sido capaz de ser mucho más sólido en la defensa 1x1. Necesita estar en el punto físico de óptima forma. Requiere dos o tres semanas para recuperar su mejor versión cuando cae, pero fue constante. Hay que valorarlo muchísimo. Conoce el sistema, es difícil pensar que alguien pueda aportar muchísimo más que él. Tenemos que intentar no equivocarnos. Hay factores económicos, de pasaporte... Ha de estar muy satisfecho de su progresión y le agradezco cómo ha trabajado.
-¿Cómo de importante es consolidarse en la Euroliga?
-Mucha gente tiene la Euroliga como meta. Recuerdo con Stefansson una conversación antes de venir en la que me decía que hacía mucho tiempo que no había jugado en Euroliga y le apetecía mucho. Málaga era un buen lugar para ir y crecer y demostrar que no estaba de retirada. Como él, muchos querían venir a Málaga. Sería bueno para nosotros mantenernos en Euroliga e intentar dar un paso adelante. Hemos estado a un nivel parecido. Estuvimos a dos partidos del Top 8 pero nos quedó la sensación de que se pudo hacer algo más en Europa, que quizá lo pudimos restar de ACB o Copa. Sí estoy de acuerdo en que hay que ir más allá, pero necesitamos jugadores de ese perfil.
-¿Se refiere a cantidad?
-Hay equipos muy duros con 13 o 15 jugadores, con muchas experiencias de Euroliga. Hay que ganarse el respeto del rival o de los arbitrajes. Hay que consolidarse ahí y sería muy feliz con un Top 8. No somos un club con condiciones de fichar a un jugador de alto copete para una baja. E igual hay que valorarlo mucho.
-¿Tiene en la cabeza el nombre de los jugadores concretos que harían mejorar al equipo?
-Tengo nombres, información, salarios... El club ha tanteado jugadores. No tengo constancia de que nadie se haya firmado. Si se ha hecho sería sin saberlo yo, lo cual sería muy grave. Hay jugadores que son muy buenos para jugar en ACB, pero quizá por experiencia, físico o explosividad no sean para Euroliga. Hay una ristra muy grande de nombres, pero primero hay que saber a quién nos quitan. Sólo pido que se entienda que si no se renueva a un jugador o se ficha a otro se toma la decisión como la mejor que había en el mercado. El año pasado barajamos muchos nombres y no los adquirimos, no por razones salariales o deportivas, sino por otras... Intentamos hacer lo que podemos al máximo. Confío en que los jefes lo entiendan.
-Me dejó intrigado ese "seguiré si no hay sorpresas" que decía antes. ¿Atisba esa sorpresa?
-Mi cabeza está en seguir aquí, mi familia está muy feliz, me siento respetado y querido por el público, básicamente. Quiero que vayamos de la mano, que no haya sorpresas. Soy ambicioso y quiero que el club lo sea también, quiero crecer como entrenador y que sea de la mano del club. Pero quiero percibir ese deseo de crecer, no quiero percibir conformismos en ninguna faceta: en organización, temas salariales, contractuales, en política de club... Quiero sentirlo. Doy lo mejor de mí cuando me siento respaldado en todo. He ofrecido en estos dos años muy buena voluntad en muchos aspectos. Ha habido otros entrenadores antes que yo, en condiciones determinadas, y quiero sentirme respaldado. No quiero que se haga 100% lo que yo proponga. Confío en mi staff, en mis jefes... Pero que no intentemos escamotear nada, no quiero eso. Hay varios puntos a vigilar. Creo mucho en los gestos, la complicidad.
-Entiendo que ha echado en falta algo.
-Entiendo que vine aquí del Zalgiris, muy contento de estar en el Unicaja. Fue un equipo clave en mi formación. Mi equipo cadete del Joventut, con Raúl López y Drame, fue campeón de España en Ciudad Jardín. Perdí finales del torneo junior de Hospitalet en la prórroga por uno contra Germán y Cabezas. Quería estar en uno de los 4-5 mejores clubes de España, ya estuve en tres. He ofrecido mi buena voluntad en muchos aspectos. Yo me dejo la vida, no sabéis hasta qué punto. Y asumo que moriré antes por eso. Mi nivel de compromiso con el proyecto es brutal, pero quiero percibir lo mismo del club, que se valore mi opinión y aportación. No contemplo otra cosa que no sea seguir en Málaga, pero siempre que vayamos de la mano y haya esa empatía.
-"Lo que tenemos en la cabeza va a ilusionar mucho". Fue el titular de la entrevista que le hacía el año pasado tras cerrar el curso. ¿Lo repetiría?
-Sí, si hacemos las cosas que visualizo el año que viene va a ser un gran año. No soy Rappel ni pongo velas negras, pero existen las bases. Lo que me hace pensar eso es el tremendo nivel del staff con el que trabajo, sus ganas de crecer, ver cómo se ha volcado el público, con ese plus que es básico para cualquier proyecto. Si hemos tenido 7.500 de media pues subir a cerca de 9.000. De lo que hagamos en estas próximas semanas vamos a vivir todo el año. Hemos de no fallar, hemos de dejar a los expertos decidir y tomar decisiones. Si el equipo es el que mis ayudantes y yo tenemos en la cabeza... El caso de Jayson puede condicionar algo, pero siempre he defendido que todo el mundo es necesario pero no imprescindible. Si Jay no está no me hace cambiar la idea de que haremos un gran año. Ahora no hemos de cagarla en estas tres o cuatro semanas. Hemos de dejar que los técnicos decidan.
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