La FP gana 7.400 alumnos desde 2007 y reduce la brecha con el Bachillerato

Alumnos del FP Dual de Automoción en el instituto San José. / Javier Albiñana

Málaga/Hace una década de los más de 35.000 alumnos malagueños que continuaban sus estudios tras la enseñanza obligatoria el 61% elegía Bachillerato. Así, en el curso 2007-2008 hubo 21.590 matriculados mientras que en los Ciclos Formativos -tanto de grado medio como superior- no llegaron a los 13.700 inscritos. Esto suponía una diferencia de casi 8.000 alumnos entre unas enseñanzas y otras, las primeras con el ánimo de seguir un camino universitario y las segundas uno laboral. Sin embargo, esta brecha mantenida durante años se reduce y en el último curso 2016-2017 la diferencia de estudiantes no supera los 4.800, según los datos publicados por la Consejería de Educación.

La incorporación de la FP Dual, la implicación de las empresas y el acceso más directo al mercado laboral parecen ser alicientes para optar por una formación que llevan años intentando despegar y ocupar un lugar de peso como en otros países europeos, con Alemania a la cabeza. No obstante, el Bachillerato sigue contando con mayor aceptación entre las familias y algo más de la mitad de los estudiantes eligen continuar sus estudios por esa vía. Eso sí, desde hace seis cursos, las cifras de alumnos en estas enseñanzas se han estancado en torno a los 26.000 alumnos en la provincia, como recogen las tablas publicadas por Educación.

En el actual curso académico los datos son aún más elocuentes y mientras que Bachillerato lo conforman 26.285 personas, entre ellas los más de 3.400 adultos que lo cursan, en los Ciclos Formativos están inscritos más de 21.000 alumnos. Esto sin contar los 2.170 que se reúnen en la FP Básica. Los ciclos de Grado Medio acumulan 10.279 matrículas este año y los superiores algunas más, un total de 10.753. Esto indica que casi cinco de cada diez alumnos que han terminado la Secundaria o adultos que se reincorporan al sistema educativo han elegido la Formación Profesional durante este curso escolar. En cuanto al recorrido histórico de los últimos diez años, el crecimiento de personas matriculadas en los Ciclos Formativos ha supuesto un 51%.

Lo que no ha variado demasiado en los pasados cursos es el número de estudiantes de Formación Profesional Básica, precedida por los Programa de Cualificación Inicial Profesional. Estos estudios enfocados para ofrecer a los jóvenes más desencantados una cualificación profesional básica que les permita optar así a un trabajo cuentan con unos 2.100 inscritos. Los PCPI tuvieron su mayor población en el curso 2011-2012 con casi 2.800 personas en sus aulas.

En 2015 arrancó en Málaga la FP Dual con la autorización por parte de la Junta de Andalucía a 12 centros para impartir otros tantos Ciclos de Formación Profesional en la nueva modalidad de Formación Dual o en Alternancia. Educación infantil, Automoción, Actividades Comerciales, Sistemas Microinformáticos y Redes, Administración y Finanzas, Comercio Internacional y Desarrollo de aplicaciones web fueron algunos de los títulos puestos en marcha hace tres cursos con 11.138 plazas de nuevo acceso en el proceso de admisión. De ahí, Educación ha pasado a impartir 55 ciclos de 34 titulaciones en modalidad dual en 24 centros educativos de la provincia durante este curso. De ellos, 26 han sido de nueva implantación en esta modalidad.

En cuanto a las familias profesionales y los grados medios más demandados el pasado curso por los alumnos malagueños fueron Cuidados auxiliares de enfermería, Gestión administrativa, Sistemas microinformáticos y redes, Electromecánica de vehículos automóviles, Instalaciones eléctricas y automáticas, Actividades comerciales, Atención a personas en situación de dependencia, Cocina y gastronomía y Farmacia y Parafarmacia. Los superiores más solicitados fueron Administración y Finanzas, Educación Infantil y Animación en actividades físicas y deportivas.

Alta inserción laboral, dinamismo y flexibilidad, las claves del éxito

José Antonio Mata es asesor de FP del Centro de Profesorado de Málaga y considera que la imagen actual de la Formación Profesional ha cambiado. "Creo que la alta tasa de inserción laboral, en torno al 70% y en alguno os ciclos del 100%, ayuda a esto, la FP te da la experiencia que se necesita para trabajar", dice Mata. También estima que "el profesorado está bastante implicado en la formación y en el aprovechamiento de la capacidad de los estudiantes" y agrega que "las salidas profesionales están muy acorde con las demandas actuales del mercado". Además, otro factor a tener en cuenta es la rapidez de la formación, que se titula en dos cursos, y las prácticas en empresas. "Ese contacto entre la empresa y el sistema educativo es lo que garantiza la calidad de la enseñanza, la clave de la FP es ser competitivos", apunta y destaca que actualmente hay universitarios que tras terminar la carrera "vienen al instituto a recibir una formación más conectada con el trabajo". La complicación ahora, según José Antonio Mata, está en conseguir una plaza. "Las notas de corte son altas, hoy es complicado acceder en el sistema público, faltan plazas en muchos ciclos". El docente y asesor del CEP explica que el factor de internacionalización, los programas Erasmus + y el poder hacer prácticas en el extranjero han revalorizado también estos estudios. "Muchos se quedan a trabajar fuera porque son trabajadores muy bien considerados, lo malo es la pérdida de talento en nuestro país", dice Mata. Aquí, las empresas cada vez tienen más interés en el alumnado de la FP. "Para ellas es un personal cualificado y formado acorde con la demanda del mercado", apunta. En Andalucía hay 26 familias profesionales y 160 títulos distintos, muy especializados, dinámicos y flexibles, "componentes esenciales de la FP", señala el profesor. "Tampoco nos podemos olvidar de que los precios de la universidad han subido mientras que la FP sigue siendo prácticamente gratis y, además, puedes seguir estudiando", concluye Mata al tiempo que cree que la tendencia se revertirá y en España ocurrirá como en el resto de países de la OCDE donde hay más estudiantes de FP que universitarios y menos desempleo.