El edil de Medio Ambiente planta cara al alcalde en el debate de Limasa

Málaga/La apuesta del alcalde de la Málaga, Francisco de la Torre, por tratar de municipalizar el servicio de limpieza viaria y recogida de basura de la ciudad se ha encontrado con una ya evidente oposición dentro de su propio equipo de gobierno. Los rumores sobre las disidencias surgidas en su propio grupo en torno a este asunto en los últimos días se hicieron ayer patentes cuando varios de sus concejales, entre ellos el edil responsable del área de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, mostraron abiertamente su desacuerdo con hacer público el servicio, hasta el punto de que éste aseguró que si finalmente se municipaliza la empresa Limasa "por coherencia" dejará su cargo.

Con esa afirmación sorprendió el concejal que ha defendido siempre un modelo de gestión en el que se divida el contrato, por un lado, para la recogida de residuos y su tratamiento, que sí está de acuerdo en que se municipalice, y la limpieza viaria por otro debido a que "los mecanismos de control son más difíciles siendo público". Ayer lo volvió a reiterar y fue más allá al señalar que "lo lógico es que si no creo en la gestión de una empresa municipal de limpieza, yo no sea el encargado de gestionar el área", porque aseguró que "seguramente otro haría el trabajo mejor que yo".

Jiménez, que no quiso hablar de dimisión pero sí de cambio de funciones en el caso de que Limasa sea finalmente pública, explicó en rueda de prensa que la razón es que "no sería sensato ni me sentiría cómodo" en relación a la mala relación mantenida en estos años con los sindicatos de la empresa que han querido dejarlo siempre al margen de las negociaciones en los continuos conflictos laborales que ha habido que librar en ese tiempo.

Sobre la postura del resto de sus compañeros en el equipo de gobierno sobre la convicción del alcalde en municipalizar la empresa de limpieza, dijo que "no le voy preguntando al resto de concejales cuál es tu modelo de limpieza", aunque sí reconoció que algunos ediles "me han transmitido que su posición sería una privatización en varios lotes".

Además del concejal de Innovación y Nuevas Tecnologías, y Seguridad, Mario Cortés, que ya manifestó hace meses públicamente estar a favor de la privatización del servicio, ayer fue el portavoz del equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento y concejal de Economía, Carlos Conde, también cuestionado por Limasa el que se manifestó a favor de un modelo de gestión mixto. Aunque de forma menos clara que su compañero de bancada, el edil señaló que en su opinión se debería optar "no por el modelo que tenemos ahora mismo, sino el que tenga lo mejor de lo privado y publico", si bien quiso aclarar que en el PP "no demonizamos ni lo público ni ensalzamos ni idolatramos lo privado".

A pesar de la discrepancia que eso supone con respecto a la postura defendida por el alcalde en las últimas semanas, ya que incluso ha llegado casi a cerrar un acuerdo con los trabajadores de Limasa sobre sus condiciones laborales en el caso de que se municipalice el servicio, Conde consideró "positivo" que haya distintas opiniones en el seno de su grupo porque "el PP no es un partido monoteísta, ni de únicos pensamientos" y destacó que "somos libres de expresarnos y de pensar lo que en un momento dado podemos opinar en diferentes asuntos".

Eso sí, matizó a continuación que "a nadie le quepa la menor duda de que el alcalde nos ha trasladado que no va a avanzar en esa decisión que afecta a Limasa sin tener el acuerdo de su equipo de gobierno", por lo que dijo estar convencido de que esa información que "se ha comprometido en avanzar a los miembros de su grupo se dará para que podamos tomar la decisión, que deber ser lo que nos permita tener una ciudad mucho mas limpia y menos gravosa para las arcas municipales".

Sobre el hecho de que sea De la Torre el que esté llevando en solitario la negociación con el comité de empresa, dejando al margen al resto de su grupo, el portavoz del equipo de gobierno lo justificó por el hecho de que el alcalde es la persona que le compete tomar esa decisión", aunque también afirmó que "todas las cartas deben estar abiertas con distintos modelos y el alcalde, en ejercicio de su responsabilidad, exponerlos y sin más exabruptos".

De la Torre, en cambio, no se pronunció ayer sobre las declaraciones de sus concejales, pero previamente sí dijo que "tengo que avanzar más en el consenso" dentro de su grupo municipal. También se refirió de nuevo a que ha tenido contacto con todos los grupos municipales de la oposición "y, en general, ha sido encajado bien; Ciudadanos es un poco más reticente al tema". Y es que su socio de investidura se ha mostrado igualmente desde el inicio de este debate en contra de municipalizar el servicio y su portavoz en el Ayuntamiento, Juan Cassá, lamentó que se "haya subido al carro de la izquierda" en este asunto.

Sin embargo, tras reunirse el pasado fin de semana con el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte, recalcó de nuevo que los trabajadores han aceptado esa municipalización y "estamos en la línea de cerrar detalles porque hay que tener un documento más elaborado". Solventado el tema de a productividad, reiteró que su idea "es crear un círculo virtuoso, un poco experimental pero tengo bastante confianza de que puede funcionar".

Aún así, los trabajadores tendrán que votar primero la decisión en una asamblea y después que el acuerdo reciba el visto bueno del Pleno municipal.