El héroe que plantó cara al cáncer

Málaga/"La muerte forma parte de la vida, por lo que no hay que temerla sino amarla". La última frase del último mensaje que Pablo Ráez publicó en su perfil de Facebook el 25 de enero. Ese día, tras saber que su cuerpo había rechazado el trasplante de médula al que había sido sometido, confesaba: "Dan ganas de tirar la toalla, de dejar de sufrir, de descansar de una vez...".

Murió ayer, en su casa de Marbella, rodeado de sus familiares y amigos. De la gente que quería y que lo acompañó en los cerca de dos años que venía peleando contra la leucemia. La lucha de este joven marbellí se convirtió en símbolo para toda la sociedad. Consiguió que aumentaran las donaciones de médula gracias a su campaña en las redes sociales. Su ejemplo, más allá de su fallecimiento, seguirá vivo. Su padre, Francisco Raéz, confirmó el fallecimiento de su hijo. "Su estado ha ido deteriorándose, tenía una infección muy grande y no ha podido más", decía con la entereza de quien ya asumía el desenlace. La familia se trasladó por la tarde al cementerio El Carmen en Marbella. A las 17:00 de hoy está previsto el funeral, en la Iglesia de La Encarnación.

Las reacciones tras conocerse la muerte del joven fueron inmediatas. Se sucedieron los mensajes por redes sociales, entre los que destacaron los del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el cantante Alejandro Sanz. Todos ellos ensalzando su valor y ejemplo. El Ayuntamiento de Marbella anunció además la suspensión del acto de concesión de las medallas de la ciudad que iba a tener lugar el próximo martes, coincidiendo con el Día de Andalucía y en el que iba a recibir el reconocimiento del Consistorio.

La previsión es que se aplazará a una nueva fecha de acuerdo con la familia, con el fin de que se convierta en un acto de homenaje póstumo. El alcalde, José Bernal, habló dijo: "Se nos ha ido un luchador incansable, dando ejemplo hasta el final. Sabemos que seguirá peleando desde el cielo de los héroes".

El gesto de reconocimiento llegó incluso al estado de Ipurúa, donde se guardó un minuto de silencio en su memoria antes del arranque del partido de liga entre el Eibar y el Málaga C.F. Los jugadores blanquiazules lucieron un crespón negro en sus camisetas.

La lucha de Pablo Ráez contra el cáncer que le fue diagnósticado cuando tenía apenas 18 años se convirtió en todo un fenómeno viral. Si su primera intención era la de contar su historia por medio de las redes sociales, la trascendencia fue tal que pasó a ser un referente para todos los que padecían la enfermedad. Un papel que jugó hasta casi el último momento.

La última de sus apariciones tuvo lugar el 4 de febrero, cuando colgó un vídeo coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer, y en el que hacía un llamamiento en favor de la donación de médula ósea.