Una búsqueda que no cesa para las víctimas

Málaga/No descansan en paz aquellos que tienen a familiares desaparecidos en cunetas, enterrados en fosas comunes, perdidos sin un lugar en el que recordarlos cada primero de noviembre. Por eso, el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, reiteró ayer, junto a la blanca pirámide que rinde homenaje a los represaliados franquistas en el cementerio de San Rafael, el compromiso de la Junta de Andalucía por seguir realizando trabajos encaminados a la localización y exhumación de los restos de víctimas en la provincia de Málaga. "El mejor recuerdo y homenaje que se puede hacer a las víctimas es defender y preservar los valores e ideales por los que ellos lucharon y que ahora disfrutamos: la libertad, la democracia y la justicia social", dijo Ruiz Espejo en el acto organizado por la Asociación contra el Silencio y el Olvido por la Recuperación de la Memoria Histórica.

En este sentido, la Junta de Andalucía tiene previsto iniciar en los próximos días tareas de localización e intervención de fosas en Villanueva de la Concepción, y en meses próximos en los municipios de Cártama, Álora y Cañete la Real.

Málaga se mantiene a la cabeza de Andalucía en el desarrollo de políticas públicas a favor de la recuperación de la Dignidad y la Memoria, llevando a cabo tanto actuaciones de señalización de Lugares de Memoria como excavaciones en fosas comunes para la recuperación de restos de personas que fueron asesinadas.

La Junta de Andalucía promueve desde hace más de 15 años las políticas de Memoria, siendo la reparación a las víctimas y sus familiares uno de los pilares fundamentales de su compromiso, establecido también en la Ley de Memoria Democrática de Andalucía, aprobada el 15 de marzo pasado en el Parlamento andaluz.

Ruiz Espejo quiso agradecer también el esfuerzo y compromiso de las asociaciones memorialistas y de los familiares de las víctimas, destacando el trabajo de la Asociación contra el Silencio y el Olvido y de su actual presidente, José Sánchez.

El acto se desarrolló junto al Panteón de la Memoria, un monumento en forma de pirámide erigido en el cementerio de San Rafael para recordar a los 4.400 asesinados en una de las mayores fosas comunes de España.