Una treintena de taxistas ya tienen cámaras de videovigilancia
Enfocan a los asientos delanteros y traseros
La central envía, en caso de emergencia, su ubicación a las fuerzas y cuerpos de seguridad
Málaga/"Cada día me encuentro más inseguro. Quiero trabajar tranquilo y no tener problemas con nadie". Julián Ruiz es uno de los 30 taxistas de Málaga capital que ya cuenta en su vehículo con una cámara de videovigilancia destinada a reforzar su seguridad y disuadir agresiones. El sistema, según ha comprobado este periódico, dispone de dos dispositivos, ambos instalados en el techo y con apariencia similar a la de una webcam. Uno de ellos enfoca tanto al conductor como al copiloto, mientras que el otro recoge la imagen de la zona de los asientos traseros. Con solo pulsar un botón de ayuda ante la sospecha de cualquier comportamiento extraño, el taxista envía una señal a su central, que inmediatamente facilita a las fuerzas y cuerpos de seguridad las coordenadas del automóvil para que auxilien al afectado. "Todos nuestros vehículos llevan un localizador GPS, de forma que se puede conocer su ubicación exacta", explicó Daniel Linares, miembro de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat) y coordinador del proyecto.
Las cámaras, que graban de forma continua las 24 horas, permanecen conectadas a un módem para emitir una señal fuera del automóvil. Además, están preparadas para soportar impactos y resistir hasta un 90% de humedad. "Los fabricantes dicen que tienen seguridad militar. No es fácil romperlas ni tampoco que cualquiera pueda acceder a los archivos", apostilló. Sus luces LED permiten aumentar la visibilidad de noche, aunque las imágenes, en este caso, se conservan en blanco y negro. El conductor, que cuenta con una clave de seguridad que solo él conoce, tiene la posibilidad de recuperar aquellas incluso de hace dos semanas y visualizarlas en cualquier momento a través de una aplicación que debe instalar en su teléfono móvil o en una tablet.
La central de taxis, que autogestiona los ficheros, crea un archivo con las modificaciones del disco duro. De esta forma, queda registrada toda manipulación por parte del usuario.
La Ley Orgánica de Protección de Datos obliga a los taxistas a colocar en la puerta de entrada de acceso al vehículo una pegatina homologada para advertir que cuenta con videovigilancia. La decisión de subir depende del cliente. "Si lo hace, nos da su consentimiento a que se grabe. Suelen estar de acuerdo", precisó el coordinador del proyecto.
La perspectiva de futuro es que las cámaras puedan conectar además con una empresa de seguridad privada y enviar en tiempo real la información que reciben con una conexión Wifi. "Podremos ver lo que ocurre dentro del vehículo. Solo habría que añadir una tarjeta de datos, estamos esperando a tener un volumen suficiente para que el precio del montaje se asuma entre todos", detalló Linares.
La iniciativa de instalar estos dispositivos en los taxis surgió a raíz de los asaltos que varios conductores sufrieron en la barriada de Ciudad Jardín. Tras registrarse posteriormente otros episodios violentos, ahora, aseguran, atraviesan una época más tranquila. Pese a ello, Aumat subraya la "indefensión" a la que el sector se encuentra sometido. "Estamos vendidos y no tenemos pruebas", se lamenta.
Varios municipios de distintos puntos de la geografía andaluza han contactado ya con la asociación para interesarse por las cámaras. Según Linares, es frecuente que algunos padres, cuando requieren un taxi para sus hijos, soliciten que el vehículo esté dotado de videovigilancia, de forma que el recorrido quede grabado ante posibles incidentes. "Es seguridad para todos", afirmó.
Unos 50 conductores tendrán esto dispositivos instalados en las próximas semanas. Pese a que, recalcan, no han recibido ninguna ayuda, están convencidos de que el desembolso de entre 800 y 900 euros que suponen con el montaje ya incluido merecerá la pena. "Si me meto a chorizo, no iría a un local con cámara. Da respeto", bromea un taxista.
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