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El Dean Huijsen de 15 años que entrenó con Pellicer en el Málaga CF: "Debe marcar una época"

Dean Huijsen, en su etapa en el Málaga CF. Dean Huijsen, en su etapa en el Málaga CF.

Dean Huijsen, en su etapa en el Málaga CF.

Escrito por

· Félix Godoy

Redactor

La semana de partidos internacionales ha permitido conocer mejor la figura de Dean Huijsen, un joven chaval nacido en 2005 en Amsterdam que en 2010, justo cuando España le ganó la final del Mundial de Sudáfrica a Países Bajos, vino a vivir con su familia a Marbella. Su padre, Donny, había sido futbolista en la Eredivisie, pasando en los años 90 por el mítico Ajax, además de Go Aheads, Haarlem, Venlo y Az Alkmaar. Dean ha debutado esta semana en dos partidos con la selección española sub 21. Había sido una veintena de veces internacional con Países Bajos (subcampeón europeo sub 17 con la oranje), pero prefirió escoger el país en el que se formó. "Me siento muy español", asegura. No tenía la nacionalidad española aunque había vivido en el país de los 5 a los 16 años y se le tramitó rápidamente una vez dio el sí a jugar con la Roja. En Jerez perdió (0-2) ante Eslovaquia tras salir como suplente en un amistoso. En Almería fue titular en la importantísima victoria (1-0) ante Bélgica. 90 minutos en los que ofreció su repertorio formando pareja con Christian Mosquera, valencianista que también debutaba. Una dupla que se adivina de absoluta a medio plazo. Mide 1.97 metros pero no sufre con la movilidad. Es potente en carrera para recuperar. Gran juego aéreo y una fascinante capacidad para sacar el balón jugado, prácticamente ambidiestro aunque su pierna dominante es la derecha. 

El pequeño Dean empezó a destacar desde muy niño. Tras militar como benjamín en el Costa Unida marbellí fue reclutado por el Málaga CF en edad alevín por sus condiciones. Estuvo seis temporadas, desde 2015 a 2021, brillando sobremanera, primero en el fútbol siete, pero también en infantil y cadete, ya en el fútbol grande. Integrado desde el primer día, con un castellano con un perfecto acento andaluz, era capitán en cada generación, con una jerarquía y ascendencia poco frecuente. Los técnicos de la cantera veían de manera obvia que era un futbolista de clarísima proyección élite. Sucede que la situación económica del club, con una menguante inversión en la cantera por la carestía económica, y sus buenas actuaciones generaron una subasta para llevárselo. Hubo ofertas de clubes top del balompié mundial, pero Huijsen escogió la Juventus, club al que pertenece, aunque está cedido a la Roma, donde ya ha marcado dos goles en la Serie A, uno de cabeza en un córner y otro en una jugada de elegido, saliendo desde la defensa, recortando a varios rivales y poniéndola en la escuadra.

Dean Huijsen, en su partido contra Eslovaquia en Jerez. Dean Huijsen, en su partido contra Eslovaquia en Jerez.

Dean Huijsen, en su partido contra Eslovaquia en Jerez. / Manuel Aranda

Antes de su marcha a Italia (Real Madrid y Barcelona también le cotejaron), Dean Huijsen se entrenó con 15 años con el primer equipo del Málaga CF en varias sesiones. El técnico era Sergio Pellicer. Era la campaña 2020/21, aún sin público en las gradas con la pandemia y la durísima temporada de las 18 fichas por la sanción de LaLiga por haber rebasado el límite salarial. Era época de lesiones, positivos por covid y escasez. Y allí apareció un chaval rubio con planta de futbolista. ¿Qué vio en aquel chaval el ahora otra vez técnico malaguista? "La verdad es que se le veía la madurez, no parecía que tenía 15 años. En el primer entrenamiento, el año de las 18 fichas, nos quedamos todos sorprendidos por el rendimiento y su madurez, por el entendimiento del juego. Era un crío, su nivel de concentración era muy alto para la edad. Fue una sorpresa muy agradable, muchos compañeros se quedaron asombrados con la edad que tenía después de verlo entrenar", explica Pellicer a Málaga Hoy. En aquella temporada ya jugaba con 15 años en el juvenil de Liga Nacional. Entre el juvenil y el cadete metió 12 goles siendo defensa. También con la selección holandesa tiraba faltas y penaltis, lo que da fe de su golpeo de balón.

Dean Huijsen, en edad infantil. Dean Huijsen, en edad infantil.

Dean Huijsen, en edad infantil.

"Lo poco que pudimos tenerlo se le veía muy responsable, tenía valores. Esos valores que se traen de la familia, de educación en casa. Transmitía buenos hábitos, muy educado y respetuoso y esa humildad, de ser muy receptivo, de entender cualquier situación para mejorar. Tenía los ojos abiertos y las orejas para escuchar y absorber todo", recuerda Pellicer, que lamenta no haberlo tenido en el Málaga más tiempo para desarrollarse aunque desde la distancia sigue con agrado su crecimiento como futbolista: "Era un jugador a nivel de central y mediocentro con todas las condiciones físicas. Muy coordinado ya para la edad que tenía con esa altura. A nivel técnico poseía esa pausa para tener salida de balón, era muy agresivo defensivamente también. Todos los condicionantes que ahora está demostrando en la élite. Lo que tiene que tener, y no ha perdido por lo que le veo desde la lejanía y sus pasos firmes, es que una vez llegas la élite es el día a día y el hábito diario. Siendo muy joven está dando pasos muy grandes en un fútbol que es una trituradora de primer nivel, sobre todo en el Calcio. El mandamiento del trabajo sobre todo. Debe marcar una época".

Son las percepciones sobre el joven holandés de nacimiento, pero malagueño de formación y elección, que tiene el técnico que con 15 años le hizo entrenar con el primer equipo. En la misma semana en la que Brahim debutaba con Marruecos, otro chaval que vistió la blanquiazul de niño se estrenaba con la selección española sub 21. Cuentan los que saben que serán muchas más y que a no mucho tardar serán con la absoluta ni nada extraño sucede.

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