Antequera rinde homenaje a Michael Hoskin con un mirador
El conocido investigador se desplazó a España para asistir al acto de inauguración
Antequera/La ciudad de Antequera rindió ayer su particular homenaje al conocido científico Michael Hoskin, que ya cuenta con un mirador propio en la ciudad del Torcal, desde el que se pueden visualizar el propio Sitio de los Dólmenes o el paraje de la Peña de los Enamorados, que en gran medida debe a sus investigaciones el poder contar en la actualidad con el reconocimiento como Patrimonio Mundial por parte de la Unesco. Precisamente, para agradecer a Hoskin su contribución para lograr tan importante hito para Antequera, desde el Ayuntamiento se aprobó el construir un mirador junto al Arco de los Gigantes que llevaría su nombre y en el que también se ha colocado un busto de científico.
El propio Hoskin no quiso perderse este evento y se desplazó hasta España para estar presente en el acto, mostrándose muy agradecido por el gesto que habían tenido las autoridades de la ciudad hacia su persona. De hecho, calificó la ciudad como su segundo hogar, al tiempo que tuvo la oportunidad de volver a visitar los Dólmenes, aunque en este caso acompañado por un numeroso grupo de familiares y amigos. Además, durante el acto aseguró que "cuando me fue comunicada la noticia, mi sonrisa fue casi tan grande como la de Bartolomé (en referencia al director de los dólmenes)", al tiempo que mostró su "orgullo" por haber recibido este reconocimiento.
Precisamente, la mirada del busto que fue descubierto ayer se dirige hacia los dólmenes, un espacio en el que también tiene dedicado su centro solar. El acto contó con la presencia del alcalde de Antequera, Manuel Barón, el Subdelegado del Gobierno en la Provincia de Málaga, Miguel Briones, el director del Sitio de los Dólmenes de Antequera, Bartolomé Ruiz, y una amplia representación de la Corporación municipal, que quisieron estar presentes en este emotivo momento.
Por su parte, el alcalde de Antequera, destacó que el mirador inaugurado ayer, situado en la antesala de la colegiata de Santa María y la Alcazaba, va mucho más allá de su aportación patrimonial a la ciudad, ya que, según explicó, con el mismo se pretende reconocer el trabajo de una persona que con su investigación ha logrado que Antequera pueda tener un reconocimiento internacional. Barón puso de manifiesto la necesidad de contar con unas bases sólidas para la ciudad y por ello consideró que se debe rendir "homenaje y agradecimiento" a una persona que "nos dio las soluciones para conseguir que el mundo reconociera la valía de Antequera"
Por su parte, Briones también recordó los grandes momentos que vivió la ciudad tras la declaración de la Unesco, señalando que "fue un día inolvidable para Antequera y para España". Además. abogó por la necesidad de colaboración entre las diferentes administraciones sobre la figura del Sitio de los Dólmenes de Antequera Este nuevo mirador ha sido un proyecto desarrollado dentro de las obras del Profea 2016 suponiendo una inversión que ha superado los 150.000 euros, habiendo trabajado en el mismo más de 35 personas. Además del mirador en sí, ubicado en el espacio que antes ocupaba un antiguo almacén abandonado de picapedreros, se ha construido un inmueble que dará cobijo a unos aseos, hasta ahora inexistentes, que sirvan para el acceso al recinto monumental del Castillo de Papabellotas y el entorno del propio Arco de los Gigantes.
El científico que certificó la orientación de los Dólmenes
Las investigaciones realizadas por el conocido científico británico Michael Hoskin sobre el Sitio de los Dólmenes determinaron que los monumentos megalíticos situados en Antequera, al contrario de lo que ocurre en la inmensa mayoría de de este tipo de construcciones, no se encontraban orientados hacia un astro. Hoskin concluyó que los dólmenes de Menga y El Romeral están orientados hacia un elemento terrestre, como es la Peña de los Enamorados, mientras el Tholo del Romeral determinó que se encuentra orientado hacia El Torcal. Precisamente, este hecho diferenciador determinado por Hoskin, ha sido el elemento utilizado por los promotores de la candidatura a Patrimonio Mundial para defender que se trata de un espacio único y que merece dicha figura de protección, algo que la Unesco también reconoció y aprobó.
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