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arte urbano
Málaga/El "juego" del artista urbano Invader llega a la ciudad y ya son decenas de obras sobre muros y calles las que se pueden encontrar en distintas zonas, en La Malagueta, en las calles Santa María y en San Agustín, en Pedregalejo. "Primera oleada de invasión en Málaga realizada con éxito", comentó ayer el artista en su cuenta de Instagram y colocó fotografías de algunas de sus piezas creadas para la ocasión. Desde ayer, marcianos tipo Spectrum, animales, plantas y paisajes pixelados de dimensiones dispares aportan singularidad, llaman la atención del paseante y ennoblecen el espacio aunque compartan pared con sueciedad y esconchones. En la calle San Agustín, por ejemplo, se puede ver un pequeño extraterrestre con paleta de colores y pincel en la mano emulando al genio que a pocos metros tiene su museo.
Se autodefine como un UFA, un artista libre no identificado, usa siempre el seudónimo de Invader y esconde su rostro tras una máscara. Este anonimato le permite, según dice en su página web, ver su propia obra junto a los visitantes sin que nadie sepa que el autor está a unos cuantos pasos. Desde 1998, relata, "estoy desarrollando un proyecto a gran escala bajo el nombre de Space Invaders", un trabajo que pretende, sobre todo, liberar el arte "de la alienación que museos e instituciones pueden suponer". Pero también tiene como motivo, agrega, "sacar a los personajes del juego Invasores del Espacio de las pantallas para traerlos a nuestro mundo físico". Y todo ello comenzó cuando el artista decidió darle una aparienca material pixelada a azulejos de cerámica.
La idea inicial fue desplegar sus "criaturas" en los muros de París, pero luego siguió en ciudades alrededor del mundo. Justo antes de Málaga llevó su invasión a Marruecos. "Primer paso en el norte de África", escribió en su web. "Cada una de estas piezas únicas son fragmentos de una instalación monumental", explica este creador que sitúa en un mapa del mundo los lugares en los que ha intervenido y Europa se encuentra plagada de marcianos. También han llegado a India, Thailandia, Japón, Corea del Sur, Tanzania, Kenia, México, Estados Unidos y Brasil.
A Málaga, el artista francés ha llegado de la mano del CAC, que en su día ya intentó programar una exposición, una instalación o un proyecto de invasión como el que ya había realizado en decenas de ciudades en el marco del proyecto MAUS. Ese acuerdo se materializará en el último trimestre del año con una exhibición en el Centro de Arte Contemporáneo y una intervención artística en el Puerto de Málaga, de la que se ultiman los detalles. La idea es construir uno de sus famosas figuras con cinco contenedores de gran tamaño. Pero antes, la insación la ha hecho a su manera, sin pedir permiso, sin avisar con antelación, con el anonimato al que está acostumbrado.
En su estudio, confiesa en su web, se rodea de un pequeño equipo para mantener la confidencialidad. "Sé que es difícil de creer, pero el proyecto Space Invaders es un proyecto de un artista en solitario", explica el artista. También afirma que hay otra gente en París y en otros lugares que siguen sus pasos y empiezan a instalar mosaicos en sus ciudades. "Son iniciativas totalmente independientes que se escapan de mi control, pero también es bonito saber que, en cierto modo, estoy empezando un movimiento". Y Málaga ya forma parte de él.
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