La ciudad que abraza al fin su sueño

La petición popular se hizo realidad ayer con la apertura oficial de la pinacoteca que muestra los fondos del Bellas Artes y el Arqueológico

El patio central del Palacio de la Aduana albergó el acto institucional de inauguración.
El patio central del Palacio de la Aduana albergó el acto institucional de inauguración. / Reportaje Gráfico: Javier Albiñana
Cristina Fernández

13 de diciembre 2016 - 02:03

Málaga/No hacía falta que nadie recordara a los congregados que el de ayer era un día grande. Todos, cada uno en su medida, sentían de forma casi propia un logro histórico conseguido por una movilización ciudadana sin precedentes. Justo 19 años después de la primera de las manifestaciones convocada por la comisión ciudadana La Aduana para Málaga, aquel el 12 de diciembre de 1997, se abrieron definitivamente las puertas del Museo de Málaga, el gran espacio cultural que alberga los fondos del Bellas Artes y el Arqueológico. Aquellos activistas que prendieron la llama, los pintores, escritores, gestores culturales, periodistas, empresarios que avivaron el fuego, los que supieron mantenerlo año tras año para que la pinacoteca no muriese en el olvido pudieron abrazar, al fin, su sueño. Las obras ya colgadas en las paredes del palacio recibieron a los primeros visitantes. Y quedó para el pasado el tiempo en el que fue espacio de represión y castigo. Con el ministro de Cultural y la presidenta de la Junta de Andalucía al frente se realizó la visita institucional. Pero hoy es cuando cobra su verdadero sentido y se abre, de forma gratuita, a todos sus dueños.

"Tras más de una década de esfuerzos, el trabajo de numerosos especialistas y de una inversión de más de 40 millones de euros por parte del Estado ponemos este museo, este Palacio de la Aduana, a disposición de la ciudad, el museo estatal de mayor tamaño ubicado en Andalucía que pasará a ser gestionado por la Junta", afirmó el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo. Y destacó que la actuación del Gobierno central ha consistido en la rehabilitación y renovación integral del edificio, que consta de unos 15.000 metros cuadrados, "para devolverlo al lugar principal que debe ocupar en el patrimonio histórico artístico de la ciudad".

Méndez de Vigo también destacó que "hemos realizado una nueva instalación de la colección permanente con un discurso museográfico actualizado para comunicar de la manera más clara posible la importancia y singularidad de los 17.500 bienes culturales que aquí se custodian, unos bienes que constituyen el depósito de una herencia diversa y nuestra memoria común". Empezando por los vestigios arqueológicos que se exhiben en un cuidado discurso en la segunda planta, siguiendo por el barroco, los grandes nombres de la Escuela Malagueña del siglo XIX, las vanguardias históricas, la generación de los 50 y los 80 en la primera y terminando por el almacén visitable de la planta baja componen un extenso recorrido que muestra lo que ha sido la creación en la provincia.

Este "ambicioso museo a la altura del siglo XXI", dijo el ministro de Cultura, "se suma y enriquece los más de 30 centros e iniciativas culturales" existentes en la ciudad. "Málaga, con su Ayuntamiento a la cabeza, se ha dotado de una infraestructura cultural innovadora que ha transformado su atractivo turístico y económico proporcionándole una gran identidad y convirtiéndose, como me gusta llamarla, en la capital de los museos".

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz tomó la palabra tras el ministro. "La inauguración de este museo es un acontecimiento muy esperado y reconfortante", dijo Díaz. "Esperado porque han sido muchos años de negociaciones, acuerdos, de obras y reconfortante porque demuestra algo importante, que cuando las instituciones cumplen con lo que quieren los ciudadanos se tienen la conciencia y la satisfacción de haber cumplido con nuestra obligación y compromiso de servicio público". La presidenta de la Junta quiso destacar también que fue la lucha de la ciudadanía la que motivó "que hoy estemos aquí", afirmó, y que "este emblema de la arquitectura civil se convierta en una de las pinacotecas más importantes de España y Europa".

La consecución del logro, como destacó Susana Díaz, "es ejemplo de que con diálogo y lealtad institucional se pueden llegar a acuerdos positivos para todos". Y añadió que "también es un triunfo compartido con unos ciudadanos activos que nos han empujado a lograr lo que Málaga se merecía, un museo integrado, ambicioso y un marco digno para una obra de calidad y de valor histórico incalculable, un museo que está en el ADN de la ciudad".

La presidenta de la Junta no quiso dejar pasar la ocasión para mencionar también las "muchas dificultades" que se encontró un proyecto dos décadas esperado. "Pero bien está lo que bien acaba", quiso zanjar Díaz y destacó la función "didáctica y social" que cumplirá la pinacoteca a partir de ahora, "que ayuda a la ciudadanía a identificarse con su historia, con su patrimonio cultural y a comprender y respetar el ajeno". "Se explican con un innovador discurso las colecciones que se han ido depositando, permiten conocer y reflexionar muchos momentos de la historia de esta tierra", indicó la presidenta de la Junta que consideró la Aduana como "un suma y sigue en su apuesta por hacerse fuerte en un campo cada día más demandado como es el de la cultura".

Tras sus palabras sonó la música. El cuarteto de cuerda de la Joven Orquesta Provincial de Málaga interpretó la pieza Andante, de Eduardo Ocón, uno de los autores más característicos del romanticismo español. Su hermano, Emilio Ocón, "fue uno de los pintores representativos del XIX, un gran paisajista", como explicó María Morente, directora del museo. La pinacoteca ya contaba con obras suyas como La gran ola y se ha incorporado una vista de la ciudad desde el puerto donde queda representada la Aduana. "De esta forma pintura y música se hermanan con una misma estirpe familiar, los Ocón, y se dan cita en esta inauguración", como señaló Morente.

Al menos en cinco numerosos grupos se tuvo que dividir a los asistentes para visitar las instalaciones. Antes de descorrer la cortinilla de la placa y después, en el cóctel tras el recorrido, los saludos, las alegrías y las enhorabuenas. El 12 de diciembre de 2016 ha sido, sin duda, una fecha importante para Málaga.

Las obras que se quedaron huérfanas durante el camino

En la sala en la que se reúnen los creadores malagueños surgidos a partir de los años 50, esa vanguardia de posguerra que supo elevar su discurso artístico mucho más allá del provincianismo que imperaba en la mayoría del territorio nacional, se exhiben cuadros que durante esta larga espera se han quedado huérfanos de su mano creadora. Un indiscutible Manuel Barbadillo, con su abstracción geométrica en blanco y negro tan característica, se muestra junto al derroche de color de una pieza del pintor y escultor Antonio Jiménez, fallecido en 2011. Ese mismo año moría Gabriel Alberca, figura ligada al Grupo Picasso, aquellos jóvenes que en que en el verano de 1957 visitaron al genio malagueño en su residencia del Sur de Francia. Su obra llena de misterio espera en la Aduana nuevas miradas a partir de hoy. Y los azules predominantes en la elegante y equilibrada pieza de Dámaso Ruano cobran vida en otra de las paredes de la sala que no podrá recorrer este artista cercano y generoso que se fue el 1 de julio de 2014. Tampoco lo hará Jorge Lindell, miembro fundador del colectivo Palmo, mente inquieta y espíritu libre, que se marchó un año después que su amigo, en agosto de 2015. Ellos ya no podrán ver el resultado pero su legado permanece.

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