Un partido como el de ayer me hace recordar sentimientos y emociones que viví en algún momento de mi carrera deportiva. El más especial ya saben cuál es. Esos momentos, antes del partido, son impagables. Salir del hotel y ver a la gente apoyándote, llegar al estadio e imaginarte las jugadas que vas a hacer dentro de un rato, esperar que el entrenador dé la alineación y verte en ella... Pero lo más especial de todo es jugar un partido así en la Rosaleda.

Porque la Rosaleda tiene algo especial. No sé qué es, pero lo tiene. Es un estadio que está acostumbrado a sufrir, a vivir momentos de tensión muy grandes. Y lo más importante, está acostumbrada a ver cosas que parecen imposibles, como poder dejar fuera de la Copa del rey a todo un Real Madrid. Estas situaciones en el fútbol no se dan todos los años. Por eso hay que saber disfrutarlas. Ahora, después de casi 15 años del ascenso contra el Terrassa el futbol me da la oportunidad de poder disfrutarlo, que es totalmente diferente a vivirlo.

Todos los aficionados pagaríamos lo que sea por vivirlo, pero por experiencia propia yo prefiero disfrutarlo. Cuando eres protagonista no disfrutas, al contrario. Lo sufres y disfrutas luego con el resultado, por estas cosas el futbol es tan grande y siempre digo que en el fútbol todo pega la vuelta y te da una segunda oportunidad. Con el partido de ayer yo tuve mi segunda oportunidad de disfrutar un partido que puede ser histórico en La Rosaleda.

El partido en la primera parte fue muy igualado, con un par de llegadas por cada equipo. Me gustó mucho la intensidad a la hora de recuperar el balón y de replegar el equipo para intentar defender todos. Luego, a la hora de jugar con el balón, me gustó mucho el descaro que tiene Isco. Este futbolista está creciendo a pasos agigantados.

Y de la segunda parte para qué vamos a hablar, mantuvimos la ilusión hasta el minuto 71 y por una desgracia nos quedamos fuera de la Copa del Rey. Qué injusto que es el futbol. Cinco minutos antes, Caballero había hecho la parada del partido, un cabezazo a bocajarro de Cristiano Ronaldo.

Lo que sí me gustaría destacar es que de una vez por todas hay que darse cuenta de que este equipo es capaz de jugarle de tú a tú a cualquiera, que es capaz de defender con intensidad y como un equipo, que cualquier jugador que juegue puede hacerlo igual o mejor que el que viene jugando asiduamente. En definiva, tenemos un equipazo a por los puesto de europeos.