mil y una historias

Basti / Deportes@malagahoy.es

Dos partidos de inflexión

PISAR el Camp Nou fue para mí inolvidable. No sólo por el magnífico escenario y el rival. Tuve suerte, lo visité por primera vez con el equipo de mi tierra y, encima, ganamos 1-2, algo que no se ha repetido después. Agostinho y Valcarce marcaron, el gol de ellos lo marcó Bogarde. Como aquel 5-1 en la época de Juande. Son días gloriosos del malaguismo. Más de una vez se tuteó y se ganó al que hoy es el mejor equipo del mundo. Por eso, entraba dentro de la lógica perder, claro. Pero quizá con otra actitud e intensidad.

Me ha sorprendido la pareja en el doble pivote, Camacho-Maresca. Un caso parecido a lo de Apoño en su día. De no jugar a titular contra el Madrid. La baja de Toulalan obligaba a cambiar. El Barcelona tenía el control, la pelota y el manejo, pero hay que decir que el Málaga dispuso de las ocasiones. Las tres seguidas de Isco y otra contra de Cazorla y Eliseu, que centró y Van Nistelrooy no acertó a empalmar. Justo después marcó Messi. El Málaga ha corrido mucho, pero por detrás de la pelota y eso desgasta. A veces no lo percibimos, pero es brutal lo que se sufre cuando un equipo mueve tan bien la pelota. Quizá en el primer gol hubo un poco de pasividad, en la frontal no puedes dejar controlar así. Te abren a banda y te la colocan dentro. Se ha dado la cara hasta que la gasolina duró. Ahí iba con lo del desgaste. El equipo trabajó bien en coberturas, ayudas y defensa. Pero estaba ese problema, el 29% de posesión. Porque tener el balón es una de las fórmulas para combatir al Barcelona. No sólo por juego, sino por físico. Se cansa el que corre detrás del balón.

Y ello se vio desde el principio del segundo tiempo. El Barcelona elaboró una gran jugada, dejando solo a Iniesta, y Alexis marcó. En los goles sí que hemos estado con mucho respeto, no se ha sido contundente. Messi con la pelota corría más que los jugadores del Málaga sin balón. La segunda parte fue un dominio total del Barcelona, jugaron a su merced. El Málaga quería tapar las bandas, pero por el centro tiene muy buenos jugadores. El desgaste de la primera pesó en la segunda.

Jugadores y entrenador deben conjurarse para el domingo que viene. Sevilla y Granada son fundamentales. Si se gana, todo irá hacia arriba. Si no, Europa se escaparía y los ánimos se caldearían. Son fundamentales. Los jugadores deben recuperar el ánimo. Hay una afición detrás, hay una ciudad que está con el equipo. Ayer estuvo de 10. Apoyó y me quedó el detalle de la ovación a Iniesta. Era típico de San Mamés, de la Catedral, síntoma de gente que entiende de fútbol. ¡Aúpa el Málaga!

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