La tribuna
Javier González-Cotta
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En la antigua Grecia se creía que el trabajo degradaba a la persona, solo los esclavos trabajaban, siendo considerados como "herramientas con alma", no como personas. Los esclavos continuaron como tales en el imperio romano, y pasaron a la categoría de siervos en el feudalismo. Con el capitalismo surge la sociedad ocupada, en la que el trabajo asalariado pasa a ser la forma más usual y común de ganarse la vida. Pero han sido innumerables los atentados contra la dignidad humana que se han cometido y se cometen actualmente en este proceso. Ello provocó la reacción del papa León XIII, llegando a denunciar que "un número sumamente reducido de opulentos y adinerados ha impuesto poco menos que el yugo de la esclavitud a una muchedumbre infinita de proletarios" El mundo obrero reaccionó contra la degradación de la persona humana y la inaudita explotación laboral, de las condiciones de trabajo y las situaciones de injusticias que sufren los trabajadores y las trabajadoras.
La HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), tanto a nivel estatal como regional, está realizando una campaña a favor del trabajo digno con un lema bien significativo "Trabajo digno para una sociedad decente". Pues el trabajo que se da en muchos sectores de nuestra sociedad es un trabajo injusto, indigno e indecente que no permite vivir a las personas con dignidad. Se dan muchos casos de personas con un trabajo tan precario que para poder subsistir tienen que acudir a las colas de las ONG de carácter social o a las Caritas para conseguir una ayuda que les haga llevar con un poco de más holgura su pobreza.
La forma en que se organiza el trabajo determina la relación entre las personas, la familia y la sociedad, dando lugar a una manera de vivir determinada que pueda ser digna, saludable y justa o todo lo contrario. En este asunto nos jugamos mucho, pues "estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal" (Papa Francisco).
O construimos una sociedad decente o no habrá trabajo digno. Hoy, nuestra sociedad está colonizada por la ley del mercado que ha conseguido extender su pensamiento economicista a todas las esferas de la vida. Su lógica de beneficios y coste, aplicada a todas y cada una de las esferas de nuestra vida, ha provocado una reducción del ser humano a su valor económico. Y el trabajo, bajo una dictadura deshumanizadora, es un modelo laboral basado en la flexibilidad y la precariedad. Para el capitalismo dominante todo debe estar al servicio del beneficio. Por eso, cuanto más flexible y precario sea el trabajo, mucho mejor, aunque la persona no pueda cubrir dignamente sus necesidades.
Ante esta realidad la HOAC, desde su experiencia de Jesucristo, camino de humanización y de realización plena, se plantea un modelo distinto de trabajo:
* Frente a la precariedad y flexibilidad laboral, luchamos por un trabajo que nos permita cubrir nuestras necesidades.
* Frente a un trabajo que se adueña de toda nuestra vida, peleamos por un trabajo en unas condiciones justas para la persona, la familia y la sociedad.
* Frente a un modelo de persona productora-consumidora, apostamos por la persona comunitaria.
* El Dios carpintero, que nació en Nazaret, nos habla desde las carencias de tantos miles de personas que no pueden construir su vida desde la dignidad que le debería aportar un trabajo digno y justo.
* La sociedad que construimos entre todos, necesita beber de los valores humanos más genuinos: la solidaridad, la colaboración, la comunión.
Para compartir y celebrar todas estas aspiraciones, la HOAC está realizando distintas reflexiones y actos en todo el país. A nivel de Andalucía queremos culminar esta primera parte de nuestra campaña el próximo sábado, 13 de mayo con un acto final en la ciudad de Málaga, donde se darán cita varios centenares obreros cristianos de las ocho provincias andaluzas, así como muchas personas que compartan nuestras inquietudes y aspiraciones. Realizaremos las actividades siguientes.
1.- Una manifestación que comenzará a las 10:30 al inicio de la calle Larios y terminará en la plaza de la Constitución con un gesto público en el que deseamos visualizar como Iglesia en el mundo obrero las aspiraciones de las 8 diócesis andaluzas.
2.- Después celebraremos una misa en la Catedral. Nos sentimos cristianos convencidos que desde nuestra fe en el Obrero de Nazaret manifestamos y celebramos nuestros esfuerzos solidarios por un trabajo digno para una sociedad decente. La fuerza del Resucitado mantiene viva nuestra esperanza por un mundo mejor.
3.- Terminamos la jornada con una comida compartida en el colegio Cardenal Herrera. Un encuentro solidario, festivo y alegre, pues nuestra lucha por esa sociedad digna y por ese trabajo decente, potencian nuestra alegría y nuestra esperanza. Invitamos a todas las personas solidarias de partidos, sindicatos, asociaciones varias y comunidades parroquiales a unirse a nuestras aspiraciones y compromisos y a participar en todos o en algunos de los actos programados.
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